Definición de caníbal
Un caníbal es una persona que incurre en la antropofagia: es decir, que ingiere carne humana. Los caníbales, por lo tanto, son seres humanos que comen seres humanos.
El concepto, de todos modos, puede utilizarse en un sentido más amplio para nombrar al integrante de cualquier especie que se alimenta de la carne de otros ejemplares de su misma especie.
El origen etimológico del término se halla en la lengua taína. Cuando los europeos encontraron aborígenes americanos que eran antropófagos, los denominaron con un vocablo de los pueblos autóctonos que, en realidad, aludía a la audacia o la osadía.
Es probable que la primera forma de la palabra caníbal haya sido cariba o caniba, y que haya surgido como una deformación del término caribe. Para los pueblos arahuacos (también conocidos con el nombre de arawak), asentamientos indígenas en la región circuncaribe de la época de la conquista, el término en cuestión significaba «enemigo», exactamente lo que los caribes representaban para ellos.
Cuando Cristóbal Colón llegó al actual continente americano, en la isla La Española conoció a dichas tribus y vio por primera vez la antropofagia. Según los documentos de la época, los caribes luchaban contra los arahuacos para robarles sus pertenencias y aprovechaban los ataques para capturar a sus niños, a quienes más tarde castraban y alimentaban hasta que se los comían.
En la antigüedad, el canibalismo era una práctica de diferentes grupos humanos posiblemente heredada de sus antepasados. Con el paso del tiempo, la antropofagia quedó vinculada a ciertos rituales. Había personas que eran caníbales solo en determinados momentos y por un motivo vinculado a la cultura.
Actualmente el canibalismo es una práctica penada por la ley, además de condenada a nivel social. Entre las razones por las cuales un ser humano puede actuar de esta forma hoy en día se encuentran el hambre extremo, los trastornos mentales o la participación de una organización criminal.
A la enorme mayoría de las personas les provoca repulsión el hecho de pensar en comer carne humana, y esto vuelve aún más difícil de entender el denominado carnismo, es decir, la ideología o el conjunto de creencias organizadas en un sistema que condiciona a los seres humanos a comer carne y otros productos animales. ¿Por qué alguien puede devorar un bife con gusto y retorcerse de asco ante la mera idea del canibalismo? En parte, porque no caza con sus propias manos ni desgarra a la vaca antes de trocearla y cocinarla.
En las últimas décadas, de todas formas, ha habido casos de individuos que se vieron forzados a actuar como caníbales en situaciones extremas. Un caso famoso fue el ocurrido en 1972 en la Cordillera de los Andes, cuando un avión que trasladaba a jugadores de rugby uruguayos cayó en la montaña y los sobrevivientes tuvieron que comerse a algunos de los pasajeros muertos para sobrevivir.
También se han registrado historias de sujetos con desequilibrios mentales que recurrieron al canibalismo tras cometer un asesinato. Como Dorángel Vargas, un asesino serial y caníbal que actuó en Venezuela a fines de la década de 1990.
El canibalismo como concepto se opone a la organización ideal de una especie, ya que la naturaleza espera que entre todos consigamos el equilibrio de otra manera: comiéndonos a los individuos de las demás especies, ya sean animales o vegetales, para impedir que sus poblaciones aumenten de manera desproporcionada.
Si observamos los grupos de cazadores naturales, como ser los lobos o los leones, notaremos que sus poblaciones suelen ser considerablemente menores a las de sus presas, y esto refuerza lo dicho en el párrafo anterior. Si los lobos se comieran entre ellos, no sólo se extinguirían, sino que los animales que antes formaban parte de su alimentación se reproducirían en exceso y esto acarrearía muchas consecuencias negativas.