Definición de pueblo
La palabra pueblo proviene del término latino populus y permite hacer referencia a tres conceptos distintos: a los habitantes de una cierta región, a la entidad de población de menor tamaño que una ciudad y a la clase baja de una sociedad.
Ejemplos donde puede aparecer el término: «El pueblo vasco vive días de gloria gracias al éxito del Athletic Club de Bilbao en la competencia europea», «Crecí en un pueblo sin semáforos, aunque no me costó adaptarme a una gran ciudad como Rosario», «Es un cantante muy cercano al pueblo, que viaja en el transporte público pese a que tiene el dinero suficiente para comprarse un coche».
Según la primera definición, el pueblo es el conjunto de los habitantes de una región, nación o país. Estas personas constituyen una comunidad gracias a que comparten una cultura similar.
En cuanto a su segunda aceptación, el pueblo es una entidad poblacional que se dedica principalmente a las tareas agrícolas y que vive en zonas rurales. En la actualidad, se considera que un pueblo tiene una población promedio que representa el 0,5% del total del país. A su vez, un pueblo se distingue de otras entidades de menor tamaño ya que cuenta con jurisdicción propia.
El tercer significado mencionado hace referencia al pueblo llano, una clase social también conocida como la plebe, las masas o el pueblo trabajador. Esta significación social del pueblo se utiliza desde la época romana, cuando el Senatus Populusque Romanum (SPQR) definía a la totalidad del Estado (los patricios que formaban el Senado y los plebeyos).
De acuerdo al momento histórico el término pueblo se usó de diferentes modos; sin embargo, algo que es común desde siempre es que se llama así a un conjunto de personas que se mueven con un mismo objetivo de vida o que comparten los límites de un territorio. De este modo, en la actualidad pueblo se denomina al conjunto de personas que integran el Estado, donde no existen privilegios de raza, sexualidad, religión o estatus económico o social. El pueblo está formado por todos los individuos que a los ojos de la ley están en igualdad de condiciones.
En el artículo 16 de la Constitución Argentina, por ejemplo, se describe que dicha Nación no admite prerrogativas de sangre o nacimiento, tampoco títulos de nobleza o fueros personales; y agrega que todos los habitantes de este territorio son iguales ante la ley, admisibles en los empleos y que la base del impuesto y de las cargas públicas no es otra que la igualdad.
Es necesario aclarar que en las democracias modernas el término se utiliza para mencionar a aquellas personas que pueden votar y ser elegidas; esto significa que, en el caso de Argentina, por ejemplo, los menores de 18, los extranjeros sin carta de ciudadanía y otros exentos, no formarían parte del pueblo.
Continuando con lo antes dicho, ser parte del pueblo en un Estado, es un hecho de suma responsabilidad, un derecho que exige a cambio una toma de consciencia absoluta para realizar bien esta función. Y como no todas las personas que forman parte de los individuos con derecho a voto ejercen con responsabilidad, es que se ha puesto en vigencia otro concepto, para definir a este sector, la masa.
Entre pueblo y masa existe una gran diferencia. Se dice que el verdadero pueblo está compuesto por ciudadanos que son realmente conscientes de su responsabilidad, de sus deberes y de sus derechos. Consideran que su libertad se limita donde comienzan la libertad y dignidad de los demás y que la desigualdad no debe ser arbitraria, sino la consecuencia de la desigualdad humana, pues nuestras capacidades y voluntades son todas diferentes.
Por su parte, la masa se encuentra formada por aquellos individuos que no tienen ideales ni sienten responsabilidad alguna sobre su entorno. Un hombre-masa se le llama a aquel que no se distingue del resto a quien no le interesa labrarse un porvenir sino tomar aquello que ya le viene empaquetado. No tiene aspiraciones intelectuales ni espirituales y lo único que espera de la vida es que lo guíen, que le den el «producto terminado». Este sector de la sociedad es completamente enemiga de la democracia y de todo tipo de gobierno donde el pueblo se represente a sí mismo, fundamentalmente porque las masas niegan la libertad y destruyen la igualdad, espera que todos se convierten en espejos de los otros, que sientan amor y odio como «debe hacerse» y sobre todo que nunca expresen sentimientos o ideas contrarias a las «normales». La norma es lo que rige a las masas y la principal enemiga del pueblo, donde todos somos diferentes y podemos aportar para engrandecer nuestras sociedades, porque sólo en la diversidad existe la posibilidad del éxito y del crecimiento espiritual o intelectual.
Cabe señalar que el términopopular (del latín popularis) es un adjetivo que permite nombrar aquello perteneciente o relativo al pueblo. Se utiliza para referirse a lo que es de fácil acceso para todas las clases sociales o a lo que es conocido por la mayor parte de la sociedad.
De forma peyorativa se utiliza la palabra populachopara describir a una multitud excitada en torno a una idea sin basamento, movida por las reglas que sigue la fama: conseguir adeptos, no pensar y vivir de forma inconsciente. Podría tomarse este término como un sinónimo de masa.