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Imagen

Te explicamos qué es una imagen, sus funciones y características. Además, qué son las imágenes corporativa, personal y pública.

¿Qué es la imagen?

Se entiende por imagen la representación visual de algo o alguien, es decir, una figura o ilustración que se asemeja a algo, que refleja la apariencia de algo, ya sea real o imaginario, concreto o abstracto. Generalmente llamamos imágenes hoy en día a las fotografías, los cuadros, las ilustraciones o las obras de diseño gráfico, así como las estatuas y, también al reflejo del espejo.

La palabra imagen proviene del latín imago, traducible como “copia” o “imitación”. Dado que nuestra especie se vincula con el mundo de manera principalmente visual, se encuentra muy vinculada con lo que captamos de la realidad a través de nuestros sentidos, e incluso con el pensamiento mismo.

Por eso hablamos de imaginar o de imágenes mentales, por ejemplo, para referirnos a las proyecciones que hacemos de las cosas o las situaciones en nuestra mente; y en esos casos, la imagen puede abarcar mucho más que la simple apariencia de las cosas.

De hecho, el término “imagen” se emplea en una gran cantidad de contextos diferentes, y disciplinas artísticas como la pintura, la fotografía e incluso la literatura lo manejan a su manera. Por otro lado, campos de estudio como la Cultura visual o los Estudios visuales aspiran a construir un saber propiamente relacionado con la imagen, en general, y nuestro entendimiento de ella.

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Funciones de la imagen

Una imagen puede cumplir, según su naturaleza y su rol en nuestra sociedad, con distintas funciones o cometidos comunicativos, similares a las llamadas Funciones del lenguaje de Roman Jackobson. En muchos casos, cumplen con varias a la vez. Dichas funciones son:

  • Función representativa. Tiene lugar cuando la imagen sirve para aludir a su referente, es decir, cuando se trata de una información concreta respecto de la realidad representada, como ocurre con una fotografía o un retrato, en el que debemos entender la imagen como una suerte de testimonio de lo que hay o lo que hubo.
  • Función simbólica. El rol simbólico de la imagen es aquel que se conecta o vincula de manera arbitraria con el bagaje cultural de quienes la contemplan, adquiriendo sentidos y connotaciones que a simple vista no se encuentran o no son evidentes para cualquiera, pero que se prestan a interpretaciones específicas dependiendo de la subjetividad y de la cultura. Por ejemplo, ciertas representaciones pictóricas (cuadros) están asociadas a la tristeza o la melancolía, como el otoño, y un cuadro de un prado otoñal seguramente se interprete como una etapa triste de la vida, y no como una simple referencia a que existen prados otoñales en el mundo.
  • Función semántica. En este caso, el contenido de la imagen está puesto al servicio de la transmisión de un significado específico, como ocurre en las señales de tránsito o en otros íconos y signos visuales cuya correlación en un sistema de valores y de sentidos es única, clara y específica.

Imagen corporativa

Cuando se habla de la imagen corporativa o imagen empresarial de una organización, se hace alusión a la manera específica en que una empresa se presenta a su público y a su competencia, es decir, el mensaje y los valores que decide encarnar o transmitir con su marca, y a los cuales el público consumidor será más o menos receptivo.

La imagen corporativa es muy importante en tiempos de abierta competencia capitalista, propios de la sociedad de consumo. Las organizaciones deben distinguirse entre sí, proyectar mensajes distintos y tratar de convencer a sus clientes de que no sólo son una organización que vende productos o servicios, sino que además defienden una visión de mundo, un sentido del negocio o una serie de valores sociales, culturales y económicos.

Los especialistas en imagen corporativa, así, ayudan a las organizaciones a dar con el mensaje adecuado para su audiencia, y a entender las dimensiones estéticas y simbólicas de su manejo publicitario y de sus políticas de cara a lo público.

Por ejemplo, una corporación que sea irresponsable con el medio ambiente, seguramente verá muy mermada su imagen pública, ya que se la podrá acusar de irresponsabilidad con valores ecológicos supremos e indispensables para la vida en general.

Imagen personal

La imagen personal o autoimagen es la representación personal que tenemos de nosotros mismos, tanto en los aspectos aparienciales, como en los profundos. La autoimagen está muy vinculada con la autoestima y con la valoración personal, y consiste en una proyección mental a menudo difícil de cambiar, incluso cuando se trata de una representación errada o poco fiable de cómo realmente somos.

La imagen personal puede entenderse como una “fotografía mental” de nosotros mismos, y en base a ella se define siempre el modo en que nos comunicamos con los demás. Esto último es clave, ya que la opinión ajena y la idea que nos hacemos de ella son factores que inciden importantemente en nuestra imagen de nosotros mismos.

Muchas veces pensamos que somos de una manera o sentimos que nos perciben de alguna manera, y nos sorprende constatar lo contrario en boca de terceros. Esto se debe a que nuestra autoimagen no es necesariamente fiel a la realidad.

En el mundo corporativo y laboral, además, se emplea el término “imagen personal” como una forma de proyección personal, de mensaje que enviamos al entorno, respecto de quiénes somos. Nuestra manera de vestir, nuestros modales, nuestra dicción, son aspectos que integran la imagen que damos a los demás, y que de alguna manera define lo que puedan pensar de nosotros, o el modo en que decidan interactuar con nosotros.

Imagen pública

La imagen pública es un campo de estudios de la imagen que puede resultar un poco vago, ya que en ella tienen cabida tanto la imagen personal, como la imagen corporativa. Es decir, se centra en la comunicación y en el modo en que los mensajes se configuran visualmente.

Los gobiernos se refieren a imagen pública, por ejemplo, para hablar del modo en que son percibidos por su electorado y tratar de predecir la manera en que la sociedad reaccionará a sus mensajes. En cambio, una empresa entenderá por su imagen pública, justamente, su imagen corporativa.

El campo de la imagen pública puede definirse como el modo en que una organización o un individuo se hacen manifiestos en la esfera de lo público, o sea, cómo eligen comunicarse con los demás y qué conjunto de valores, rasgos y características les transmiten.

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Referencias