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Fraternidad

Te explicamos qué es la fraternidad, entre quiénes puede darse y diversos ejemplos. Además, por qué es considerada un valor.

¿Qué es la fraternidad?

La fraternidad es el sentimiento de respeto, consideración y afecto mutuo que se da típicamente entre hermanos, pero que puede darse también entre personas sin vínculo filial que se estiman como si fueran hermanos. Es un término sinónimo de hermandad, ya que proviene del latín fraternitas, palabra derivada de la voz frater (“hermano”), y emparentado con el de sororidad, o sea, “hermandad entre mujeres”.

La fraternidad ha sido promovida en distintas épocas por doctrinas filosóficas, religiones y partidos políticos. Se la considera un ingrediente necesario para la convivencia pacífica y armoniosa entre los pueblos.

Sin embargo, es un término también muy utilizado para dar nombre a ciertas organizaciones, como sociedades secretas, agrupaciones de honor o grupos místicos, es decir, a asociaciones de personas que actúan con un interés común y que se distinguen del resto de la sociedad.

Así, fue muy usual a lo largo de la historia hablar de fraternidades, o sea, de organizaciones más o menos “privadas”, como ciertas congregaciones religiosas en las que los religiosos se llaman “hermano” entre sí (dando origen a términos como fraile, proveniente de fratres del latín vulgar), o a logias secretas como la masónica o la rosacruz.

Más contemporáneamente, también se llama así a los grupos juveniles tipo boy scouts y a determinadas agrupaciones estudiantiles universitarias, muy comunes en la cultura anglosajona, que fomentan un sentimiento de pertenencia entre sus miembros incluso más allá de la graduación.

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Fraternidad como valor

La consideración de la fraternidad como un valor, o sea, como algo deseable entre las gentes, es típica de religiones y filosofías políticas, y jugó un papel importante en épocas de cambio histórico.

Por ejemplo, el auge del cristianismo como religión dominante en la Antigüedad grecorromana, tuvo en parte que ver con la prédica cristiana de fraternidad e igualdad entre sus fieles. En esto se distinguía de las religiones guerreras que predominaban anterioremente, en las que nobles y plebeyos tenían orígenes y destinos diferentes.

De hecho, la fraternidad, junto con la libertad y la igualdad, fue uno de los tres grandes valores propuestos por la Revolución Francesa de 1789.

Hasta ese momento, el orden absolutista tradicional le daba todo el poder político y económico a la aristocracia y dejaba a su suerte a la gente de a pie. En su contra se alzaron los revolucionarios, que se dedicaron a construir un orden republicano en el que imperara la ley.

En ese nuevo orden, la voluntad del rey no podía estar por encima de los mandatos constitucionales, y en que los seres humanos gozasen de ciertos derechos fundamentales e inalienables, que hoy en día entendemos como derechos humanos.

Un último ejemplo, mucho más reciente, lo representó el llamado de la izquierda revolucionaria moderna a la unión de todos los trabajadores, bajo el lema de “proletarios del mundo, uníos”. Esta visión política defendía la idea de que los trabajadores industriales, del país que sean, comparten entre sí condiciones de clase injustas.

Por eso, se proponía que los obreros abrazaran la fraternidad como un valor clave para su liberación, pues juntos pueden más que las burguesías explotadoras a las que les convenía mantenerlos separados y enfrentados.

Como hemos visto hasta aquí, la fraternidad entendida como un valor tiene que ver con la solidaridad, el respeto y la ayuda mutua entre los pueblos, sin distinción de su cultura de origen o su credo particular. Un pueblo fraterno es aquel que está dispuesto a socorrer al necesitado y a condolerse de sus padecimientos, bajo la premisa de que todos los seres humanos, en alguna medida, somos hermanos.

Ejemplos de fraternidad

Algunos ejemplos de actitudes fraternas a lo largo de la historia fueron:

  • En la Navidad de 1914, a inicios de la Primera Guerra Mundial, los soldados alemanes, británicos y franceses abandonaron sus trincheras para intercambiar saludos y charlas navideñas, e incluso se animaron a jugar un partido de fútbol en la “tierra de nadie” entre los dos frentes bélicos, y a llevar a cabo ceremonias fúnebres en honor a los caídos. Durante esa noche, ambos bandos recordaron que, a pesar de todo, eran seres humanos y se debían una mínima hermandad.
  • Durante los Juegos Olímpicos Panamericanos de 2007, celebrados en Río de Janeiro, el atleta estadounidense Joshua McAdams se envolvió en una bandera de Brasil al saludar, victorioso en la carrera de 3000 metros planos con obstáculos, al público y al entonces presidente del Brasil Joao Havelange. Este fue un gesto de fraternidad que quiso poner fin a las recientes malas relaciones entre los atletas de ambas naciones.
  • En 2016, el entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, realizó una visita a Japón, específicamente a la ciudad de Hiroshima, donde en 1945 su país detonó una de las dos únicas bombas atómicas de la historia arrojadas sobre población civil. El presidente estadounidense depositó una ofrenda floral en el Memorial de la Paz de Hiroshima y llamó a encontrar “…juntos, el coraje para esparcir la paz y buscar un mundo sin armas nucleares”, lo cual constituye un gesto de fraternidad, al anteponer la vida humana, sin distinción de nacionalidades, por encima de los intereses políticos o militares del momento.
  • La tercera encíclica papal del papa Francisco, en octubre de 2020, llevó el título “fratelli tutti” (“hermanos todos”) y convocó a la feligresía católica y al mundo en general a cultivar la “amistad social”, o sea, la hermandad entre los pueblos, para así corregir un mundo plagado de divisiones y fundamentalismos, asediado además por sus desigualdades durante la pandemia de Covid-19.
  • En la fiesta musulmana del sacrificio, Eid al Adha, celebrada en Egipto en 2021, se renovaron los gestos de solidaridad y fraternidad entre cristianos y musulmanes a lo largo de varias provincias del país. Esto incluyó homenajes mutuos entre las autoridades de ambas congregaciones religiosas, y la ayuda de las agrupaciones cristianas a la organización de las fiestas en las mezquitas islámicas, entregando mascarillas y otros recursos para impedir que el Covid-19 se esparciera entre la feligresía musulmana.

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Referencias