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Divorcio

Te explicamos qué es el divorcio como figura legal, su historia, principales causas y efectos. Además, los tipos de divorcio.

¿Qué es el divorcio?

Un divorcio es un procedimiento jurídico que disuelve el matrimonio y pone fin a la unión conyugal (y a todos sus efectos civiles, sociales y patrimoniales). Permite que las dos personas involucradas puedan continuar su vida solteras, o incluso volverse a casar.

Es una figura legal presente hoy en día en casi todos los órdenes jurídicos del mundo. Se da conforme a lo establecido en la ley, de modo que sus normativas, procedimientos y tipos varían bastante de un país a otro.

El divorcio apareció como figura legal moderna en el Código Civil francés de 1804, aunque se trata de un concepto muy antiguo, proveniente del Derecho Romano de la Antigüedad. Los romanos llamaban divortium a la disolución civil de ciertos matrimonios (los religiosos eran, en cambio, indisolubles), atendiendo a diversas causas que podían alegar tanto el hombre como la mujer.

A diferencia de lo que ocurrió en las sociedades europeas posteriores, las mujeres divorciadas en la antigua Roma no cargaban ningún estigma, y podían fácilmente volver a desposarse. Mientras que, en sociedades de corte más religioso o tradicional, el divorcio estaba prohibido o dejaba una mácula en la mujer divorciada, que le dificultaría volver a casarse.

El divorcio fue defendido por la Reforma protestante del siglo XVI, aunque sólo bajo condiciones muy graves, mientras que hasta el día de hoy la Iglesia Católica lo considera ilegítimo. Sin embargo, entre los siglos XIX y el XX pasó a formar parte normal de la mayoría de los ordenamientos jurídicos occidentales, siendo Chile el último país latinoamericano en legalizarlo en 2004 y Malta el último país europeo en hacerlo en 2011.

El divorcio no debe confundirse con la anulación de matrimonio (en la que se declara que el matrimonio no fue válido y por ende jamás existió), ni con la separación de hecho, en la que dos personas disuelven un hogar sin interponer legalmente un divorcio. Sin embargo, en muchos ordenamientos jurídicos esto último es un primer paso hacia la legalización del divorcio.

Ver también: Derecho civil

Principales causas del divorcio

Un divorcio puede darse por razones muy diversas entre sí, algunas de tipo social, psicológico, emocional o jurídico, las cuales están siempre establecidas en la ley sobre el tema. En algunos casos se someten a la voluntad de un juez, especialmente cuando el deseo de divorciarse no es compartido, sino que uno de los dos cónyuges demanda que el Estado disuelva el matrimonio. Entre las principales causas podemos enumerar:

  • Separación de cuerpos o abandono del hogar, esto es, que los dos cónyuges ya no viven juntos, ni han llevado una vida de casados, durante un tiempo mínimo establecido por la ley (o que uno de ellos se ha marchado definitivamente). De esa manera, en realidad ya se han separado, y solamente necesitan la oficialización jurídica.
  • Mutuo acuerdo, cuando simplemente las dos personas ya no desean estar casadas, por diferencias irreconciliables de personalidad o cultura, por pérdida del amor u otras razones de tipo emocional compartidas.
  • Adulterio o convivencia con terceros, es decir, si a pesar de estar casados los cónyuges (o uno de ellos) entabla relaciones de pareja con otras personas o construye con ellas otros núcleos familiares.
  • Agresión hacia la pareja, ya sea debido a problemas psicológicos o psicosociales (adicciones, por ejemplo), la violencia doméstica suele ser causal de divorcio en la mayoría de los ordenamientos jurídicos, ya que pone en riesgo la vida del cónyuge vulnerado.
  • Bigamia, o sea, que un cónyuge tiene varios matrimonios simultáneos (cosa que en la mayoría de los órdenes legales occidentales constituye un delito).

Tipos de divorcio

Los tipos posibles de divorcio dependen mayormente de lo contemplado en las leyes nacionales, de modo que no existe una categorización universal al respecto. Sin embargo, en la mayoría de los ordenamientos legales en que el divorcio está presente, se distingue entre:

  • Divorcio voluntario, cuando se trata de una situación de mutuo consentimiento, en el que ambos cónyuges deciden poner fin al matrimonio.
  • Divorcio necesario, cuando existen condiciones que permiten al Estado poner fin al matrimonio, a pesar de que alguno de los cónyuges no esté de acuerdo.
  • Divorcio incausado, conocido popularmente como “divorcio exprés”, es aquel que no requiere de causas concretas, ni del mutuo consentimiento de los cónyuges, para disolver el nexo matrimonial.

Efectos del divorcio

El principal efecto del divorcio es, obviamente, que dos personas casadas dejan de estarlo, o sea, la disolución del vínculo conyugal y de todos sus efectos legales. Esto significa que el patrimonio conyugal, o sea, la comunidad de bienes compartida entre los cónyuges, se termina, y se debe por lo tanto proceder a una repartición acordada de bienes.

En ocasiones, el divorcio además trae consigo algunas obligaciones para los cónyuges, especialmente en el caso en que tengan hijos concebidos dentro del matrimonio.

Es común que al cónyuge al que se conceda la patria potestad de los hijos, el otro destine una ayuda económica hasta que los hijos obtengan la mayoría de edad, o en situaciones de vulnerabilidad socioeconómica provocadas en algún cónyuge por el divorcio, medidas semejantes de tipo restitutivo o de protección pueden ser tomadas por el Estado. La idea es que ambos cónyuges puedan seguir con su vida civil.

Por último, el estado civil de los cónyuges debe modificarse, para pasar de “casados” a “divorciados”.

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Referencias