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Componentes del medio ambiente

Te explicamos cuáles son los componentes del medio ambiente, cómo se clasifican y las características de los seres vivos, la atmósfera y más.

¿Cuáles son los componentes del medio ambiente?

El medioambiente o medio ambiente es el entorno natural que sostiene la vida en la Tierra, es decir, es el conjunto de los factores químicos, físicos y biológicos con los que interactúan a diario los seres vivos, algunos de los cuales sirven a los seres humanos para sostener su actividad económica y productiva.

Dichos factores, elementos o componentes pueden ser de tipo muy variado y suelen integrar ciclos o circuitos de transmisión de materia y energía, gracias a los cuales su presencia se distribuye o se repone en todo el planeta. Además, dependiendo de su naturaleza, estos elementos se clasifican en dos grandes grupos: los elementos bióticos y los abióticos.

Los elementos bióticos son aquellos vinculados con el mundo de la vida, es decir, que se corresponden con los organismos vivientes en sus muy distintos roles ecológicos y niveles de complejidad. Estos elementos se clasifican de la siguiente manera:

Los elementos abióticos, en cambio, son aquellos que tienen que ver con el mundo inanimado o no vivo, y que existen en los tres estados físicos de la materia: líquido, sólido y gas. Estos elementos no forman parte de los seres vivos pero son indispensables para la continuidad de la vida, siempre y cuando se hallen en las proporciones adecuadas. Estos elementos se clasifican en:

  • Elementos sidéricos, propios de las fuerzas que actúan en el planeta, como la fuerza de gravedad, por ejemplo.
  • Elementos ecogeográficos, integrantes de la superficie o atmósfera terrestre y determinan la geografía, como el relieve o los suelos.
  • Elementos físicoquímicos, que componen las distintas sustancias y elementos con los que interactúan los seres vivos y las fuerzas naturales, como el agua.

A continuación detallaremos, a grandes rasgos, los elementos que componen el medio ambiente y daremos ejemplos concretos de cada uno.

Puede servirte: Factores bióticos y abióticos

1. Los seres vivos

Los seres vivos formamos parte del medio ambiente, aunque a menudo nos sentimos como actores que hacen vida en él, como si el medio ambiente fuera apenas el escenario. Pero en realidad nuestra relación con el medioambiente es bastante estrecha: nosotros lo cambiamos y él a su vez nos determina a nosotros.

Los seres vivos tomamos del medio ambiente los nutrientes necesarios para existir y multiplicarnos, le devolvemos las sustancias de desecho cuya acumulación en nuestros cuerpos resultaría peligrosa. Por ejemplo, la fotosíntesis de las plantas absorbe dióxido de carbono de la atmósfera, agua del suelo y luz solar del ambiente, para así fabricar los azúcares necesarios para su metabolismo, liberando en cambio oxígeno a la atmósfera.

La respiración de los animales y los hongos, en cambio, ejecuta el proceso inverso: consume oxígeno de la atmósfera y lo utiliza para descomponer la materia orgánica que consumen de otros seres vivos (ya sean plantas, animales o incluso carroña) y obtener así la energía necesaria para vivir. A cambio, reintegran a la atmósfera dióxido de carbono.

Otros tipos de organismos llevan a cabo operaciones metabólicas similares o distintas, liberando al medio ambiente otras sustancias, como metano, anhídrido carbónico o nitratos.

Entre los seres vivos, sin embargo, el ser humano merece una mención especial, ya que las operaciones económicas humanas son capaces de generar contaminación. Se diferencian del intercambio que realizan otros seres vivos porque no están vinculadas con sus funciones metabólicas básicas, sino con su inventiva. Además, liberan al medio ambiente sustancias y energías de tipo muy diverso, algunas capaces de alterar dramáticamente el entorno.

Más en: Seres vivos

2. La atmósfera

La atmósfera es una masa homogénea de gases que envuelven a nuestro planeta, atrapados en su gravedad. Por eso son mucho más densos en su superficie que en lo alto de una montaña, o más aún, en el espacio que separa a nuestro planeta del espacio exterior. Tanto así, que en sus primeros 11 km se halla el 75% de su masa.

La atmósfera está compuesta principalmente por nitrógeno (78%), oxígeno (21%) y otras sustancias como argón, dióxido de carbono, ozono y vapor de agua en porcentajes ínfimos. Esta capa de gases no solo contiene los elementos necesarios para respirar y hacer fotosíntesis, sino que bloquea el ingreso al planeta de la radiación solar y de los objetos materiales provenientes del espacio, como los meteoritos.

Más en: Atmósfera

3. La hidrósfera

Con este nombre se conoce al conjunto del agua líquida que se encuentra sobre la superficie terrestre (en océanos, mares, ríos y lagos) y también debajo de ella (en yacimientos subterráneos).

También forma parte de ella el agua en estado sólido o semisólido en los hielos y nieves eternas de los polos y lo alto de las montañas. La presencia de una hidrósfera es algo único de nuestro planeta en todo el sistema solar, y fue un factor determinante, hasta donde sabemos, en la aparición de la vida.

El agua transita entre sus tres estados físicos (sólido en el hielo, líquido en los océanos y gaseoso en la atmósfera como vapor) en lo que conocemos como el ciclo hidrológico: un circuito en el que interviene la radiación solar, que calienta y evapora el agua, haciéndola ascender en la atmósfera, donde al elevarse se enfría y condensa, formando nubes y luego precipitándose de regreso a la superficie terrestre como lluvia.

Este circuito es fundamental en el mantenimiento de la estabilidad del medio ambiente, ya que permite la circulación del agua y de otros elementos arrastrados por ella, pero también enfría y limpia la atmósfera, permitiendo cierto margen de estabilidad climática.

Más en: Hidrósfera

4. Los suelos

Lo que llamamos suelo no es más que la capa más superficial de la corteza terrestre, es decir, la “piel” de nuestro planeta. En esta región superficial se hallan todos los ecosistemas de la Tierra y hacemos vida los seres humanos, quienes ni en nuestras más profundas excavaciones hemos logrado traspasarla. Allí se hallan también las rocas, los minerales y los materiales que extraemos para transformarlos a través de procesos industriales.

Los suelos juegan un rol vital en la alimentación de las plantas y en la posibilidad de la agricultura. A través de las raíces, las plantas extraen de los suelos los nutrientes esenciales para su crecimiento y reproducción, además del agua que los suelos retienen. Existen diferentes tipos de suelo, dependiendo de los materiales que predominan en ellos: arcillosos, ricos en materia orgánica, rocosos, arenosos, calizos y sedimentarios.

La superficie terrestre, además, varía según el relieve, presentando numerosos accidentes geográficos como depresiones, montañas, mesetas y llanuras.

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5. La luz solar

La principal fuente de energía del medio ambiente se halla, paradójicamente, fuera de nuestro planeta. Nos referimos a la radiación solar, que proviene del Sol y permea a través de la atmósfera, calentando e iluminando todo el medio ambiente en distintas proporciones, dependiendo de la ubicación geográfica y del relieve.

Buena parte de la energía así recibida es almacenada en la propia atmósfera o capturada por la flora del mundo. Es justamente esa energía la que da el chispazo inicial para todos los circuitos que sostienen la vida.

Más en: Luz solar

Referencias