Corteza terrestre
Te explicamos qué es la corteza terrestre, cómo se formó, sus capas y otras características. Además, corteza oceánica y continental.
¿Qué es la corteza terrestre?
La corteza terrestre es la capa más superficial del planeta Tierra. Es la más externa, delgada y reciente de las capas de la Tierra. Es la capa sobre la cual habitamos los seres vivos, incluso aquellos que se adentran en las más profundas capas del suelo.
La corteza terrestre forma parte, junto al manto terrestre y el núcleo terrestre, de la llamada geósfera, que es la parte sólida del planeta. La corteza se extiende desde la superficie hasta los 35 kilómetros promedio de profundidad. La profundidad se toma en promedio ya que varía dependiendo de si se trata de:
- Corteza oceánica. Cubre el 55% de la superficie del planeta, ubicada a miles de metros de profundidad bajo el océano, y es más delgada que la continental (con un espesor de 5 km en el fondo oceánico).
- Corteza continental. De naturaleza heterogénea, dado que está formada por rocas de distintos orígenes, siendo los minerales más abundantes el cuarzo, los feldespatos y las micas. Su grosor es mucho mayor, alcanzando en zonas montañosas los 70 km.
La Tierra es el único planeta rocoso conocido que posee una corteza heterogénea desde un punto de vista químico y físico, dado que se produjeron mediante procesos geológicos distintos.
Ver además: Geomorfología
Características de la corteza terrestre
La corteza terrestre representa menos de 1% del volumen total del planeta. Sin embargo es todo lo que conocemos directamente, ya que se extiende hasta 35 kilómetros hacia el núcleo, de los cuales apenas 12,2 km fueron excavados con el pozo más profundo de la historia, el Pozo Superprofundo de Kola (KSDB), obra de la antigua Unión Soviética.
La corteza es la parte superior de la litósfera, junto con la parte superior del manto, por encima de la discontinuidad de Mohorovicic. Dado que es mucho menos densa que el manto, la corteza “flota” por encima.
A medida que aumenta la profundidad también asciende la temperatura, oscilando entre los 200 y 400 °C, a un ritmo de 30 °C por kilómetro de profundidad.
Los elementos químicos más abundantes en la composición de la corteza son: oxígeno (46,6%), silicio (27,7%), aluminio (8,1%), hierro (5,0%), calcio (3,6%), sodio (2,8%), potasio (2,6%) y magnesio (1,5%). El resto del volumen de la corteza lo representan agua y otros elementos escasos, sumando menos del 1% de su composición.
Formación de la corteza terrestre
En la historia geológica del planeta, la primera corteza terrestre se formó hace 4400 a 4550 millones de años. Desde entonces sus volúmenes han ido aumentando con el tiempo.
A medida que las condiciones terrestres se estabilizaban y el planeta se enfriaba, nuevas capas de corteza fueron emergiendo hasta ocupar un volumen considerable hace 2500 millones de años, en gran medida gracias a dos eventos geológicos mayores: uno hace 2500-2700 millones de años atrás, y otro 1700-1900 millones de años atrás.
Sin embargo, la corteza terrestre se está formando constantemente. Para ello, porciones de ella se hunden en el manto (subducción) para fundirse en el magma líquido subterráneo, mientras que otras porciones nuevas emergen en los centros de expansión de la corteza oceánica.
La corteza continental tiene una edad promedio de 2 millones de años, lo que la hace mucho más antigua que la corteza oceánica.
Movimiento y dinámica de la corteza terrestre
La corteza terrestre dista de ser estática. Las placas que la componen se hallan flotando sobre el manto, compuesto por materiales pastosos sometidos a enormes presiones. Por lo tanto, se produce un desplazamiento lento de la corteza, lo cual es conocido como la dinámica tectónica.
Así, las distintas porciones de la corteza se rozan y chocan, ejerciendo presión la una sobre la otra y dando pie a la orogénesis o creación de las montañas, a medida que la corteza se pliega y abulta. De esta manera el relieve depende en gran parte del movimiento de la corteza.
Similarmente, pueden también generarse depresiones o fallas tectónicas, cuando una placa se sumerge por debajo de la otra, licuificándose y aumentando la presión interna del magma por salir. Así es como surgen los volcanes.
Dichos movimientos de la corteza terrestre dan origen, además, a los sismos y temblores, ya que el roce entre las placas tectónicas produce ondas sísmicas que se transmiten hacia la superficie, a veces con efectos devastadores.
Del mismo modo, originan la deriva continental, que es el movimiento de las masas continentales a lo largo del tiempo, desde los supercontinentes primitivos (como Pangea) hasta la configuración actual.
Capas de la corteza terrestre
La corteza terrestre es una capa relativamente homogénea, es decir que no tiene capas ni subdivisiones. La única forma de diferenciarla es entre la corteza continental, más gruesa, antigua y robusta, y la corteza oceánica, más joven, delgada y móvil.
Importancia de la corteza terrestre
La corteza terrestre es un área vital del planeta. Para empezar, allí es donde tiene lugar la vida (biosfera), fenómeno único de nuestro planeta en el Sistema Solar.
Además en este punto las rocas secas y cálidas pueden reaccionar con el agua y el oxígeno que abundan en la superficie. En la corteza surgen nuevas formas de rocas y minerales que componen la riqueza y abundancia mineral de nuestro entorno.
Además, la orogénesis no sería posible sin los movimientos de la corteza, ni la compleja dinámica de cambios geológicos que ello implica, y por lo tanto tampoco se podrían dar ciclos químicos como el del agua, que requiere de las montañas para fluir en ríos hacia el mar.
Referencias
- “Corteza terrestre” en Wikipedia.
- “Corteza terrestre” en Enciclopedia.us.
- “Crust” en National Geographic.
- “Earth’s crust” en The Encyclopaedia Britannica.