20 poemas para enamorar a un hombre (originales)
Si estás enamorada o te atrae un hombre estarás buscando formas de despertar también su interés hacia ti. Además de demostrarle que te importa y de que eres una buena opción para él, darle una sorpresa despertará su atención y se sentirá agradecido.
Los poemas para enamorar a un hombre que encontrarás a continuación están pensados para dedicar en un día especial o en cualquiera en el que quieras expresar lo que sientas a esa persona. Puedes enviarlos como texto, como mensaje de voz o también como video.
“Gracias por estar” (Juan Ortiz)
Tiempo,
¿qué ha sido el tiempo?,
a tu lado:
un mar, una montaña, aire que pasa y da sueño,
y una se va tranquila al descanso,
porque te sé allí,
cuidando todo,
cercano,
tan real, tan humano,
sin cruces ni prejuicios,
un puente ante el precipicio,
por eso y más:
gracias por estar.
- Reflexión: un poema que agradece la cercanía y la protección del ser amado.
“Me siento cuidada” (Juan Ortiz)
Hoy escribo de lo seguro,
del cuido, la fortaleza,
de tu mano y su firmeza
para alzar mil muros
que protejan de los oscuros,
de los rancios peligros
que asechan allá afuera.
Y aquí estás, alegría plena,
consciente, conmigo,
cuidada estoy contigo,
innegable gracia, gema,
está aquí, o en la acera,
pues la casa eres tú,
gracias amor, mar, luz,
por habitar junto a mí la tierra.
- Reflexión: el poema expresa un profundo agradecimiento por sentirse cuidada.
“Otro año, otra vida” (Juan Ortiz)
Cada año aquí es así,
como una nueva vida,
cada día un existir
donde me siento querida.
He vivido, pues, contigo,
existencias mil, en paz,
y hoy llega una más
como un vino envejecido.
Rica y dulce ella nos llama
a desandar sus caminos,
y como antes, sorprendidos,
vamos a su encuentro en flama.
Otro año, amado, sí,
otra vida, otro comienzo,
y yo vuelo, no te miento,
por saberte al lado aquí.
- Reflexión: en el poema se manifiesta la felicidad por celebrar un aniversario nuevo en pareja. Cada nuevo año es visto como una nueva vida, una nueva oportunidad.
“Otro día a tu lado” (Juan Ortiz)
Parece simple, lo sé,
veinticuatro horas más
con la certeza de que estás
dando razón a cada “por qué”.
Pero no es tan simple, verás bien,
nos vamos sin avisar,
se queda el sol, se queda el mar,
y nosotros no volvemos,
por eso, mientras puedo,
celebro otro día de poderte amar.
- Reflexión: un breve poema que celebra cada simple día de cercanía con la persona amada.
“Al hombre más trabajador” (Juan Ortiz)
Abro la nevera, y estás,
en el baño, en la sala,
en la alacena, en la cama,
no hay espacio sin tu faz.
En cada espacio, tu voluntad,
hay comida, jabón, mesa,
servilletas, almohadas, fresas,
abrigo y tranquilidad.
Por tu trabajo hay todo eso,
te dedicas sin descanso
para que en casa sea un remanso,
gracias, amor, por tu esfuerzo.
- Reflexión: los versos expresan un agradecimiento a la pareja por el trabajo y el esfuerzo para proveer en la casa.
“Vida es esto a tu lado” (Juan Ortiz)
Previo a ti, el silencio,
la rutina de andar los lugares,
ver el calendario y ser un día de tantos
que acaba sin saber,
perecer en cada sueño,
levantarse al quehacer,
como si se fuese el rayo de sol que recorre la casa,
pasa y se va con la noche,
mudo,
habitual.
Previo a ti, era eso,
la camisa recién lavada y tendida para secarse,
costumbre, no más;
pero llegaste, no hay memoria más certera,
lo recuerdo,
caminando lento,
callado,
cruzamos miradas y todo fue sellado,
“¿Qué es la vida?”, me preguntan,
y ahora sé:
vida es esto a tu lado.
- Reflexión: el poema expresa cómo por medio del amor una mujer logra dar sentido verdadero a su vida.
“Descansando en ti” (Juan Ortiz)
El trabajo agobia,
agobia la calle,
la gente, la vida,
en cada esquina una espina se levanta,
cansa, sí que cansa,
alejarme de ti,
pero el reloj hace lo suyo,
marca el tiempo perdido,
lo miro y cobra sentido de nuevo el día,
sonrío agradecida y voy a tu encuentro,
el cuerpo se me acomoda,
los dientes decoran en sonrisa el rostro,
brilla, brilla algo en mí
porque se aproxima el descanso en ti.
- Reflexión: una prosa que expresa cómo luego de un día agobiante, el encuentro con el ser amado da calma y descanso.
“Una casa funcional” (Juan Ortiz)
Lo mejor que pude hacer
fue fijarme justo en ti,
tantos dotes, sí que sí,
que acumulas en tu ser,
la casa agradece el quehacer
de tus manos milagrosas,
tu inteligencia prodigiosa
permite todo arreglar,
si algo se llega a dañar,
vienes tú y lo acomodas,
la lavadora no se afloja,
ni el refrigerador,
qué bueno me vino el amor,
todo en casa funcionando,
no en vano te sigo amando
mi súper reparador.
- Reflexión: un poema que muestra el agradecimiento de una mujer a su pareja por ayudar a mantener los artefactos de la casa funcionando. Se reconoce la inteligencia y el esfuerzo.
“Mi querido Superman” (Juan Ortiz)
No recuerdo cuántas veces
me has salvado a mí del mal,
llegas como Superman
y alejas lo que oscurece.
Sin disfraces, sin antifaz,
pura entrega, amor y cuido,
atento a cualquier descuido
que aproveche la maldad.
Contra todo malhechor,
allí estás tú, combatiente,
con tus manos, con tus dientes,
me proteges, ¡súper amor!
El cielo guarde ante el malvado
tus pasos, nuestra casa,
que sigan llenas nuestras tazas
de amor, paz y cuidados.
- Reflexión: el poema compara al ser amado con un súper héroe por sus acciones, y pide porque siga la buena fortuna entre ellos.
“Gracias por haber insistido” (Juan Ortiz)
Menos mal que insististe
en que yo me enamorara,
aunque yo te rechazara
tantas veces, no te fuiste.
Persististe y persististe,
te quedaste allí, paciente,
y hoy una casa latiente
alberga un hermoso amor,
tranquilo el resplandor
del sol viene y nos levanta,
y un ave azul nos canta
cada abrazo mañanero,
al mejor compañero
quiero yo celebrar,
y otra vez recordar:
gracias por insistir, caballero.
- Reflexión: el poema agradece al ser amado por insistir en la conquista, pues gracias a ellos hoy tienen un hogar, una familia.
“Retrato de matrimonio” (Juan Ortiz)
Viendo el retrato de matrimonio
rememoro tantas cosas,
los adornos, las rosas,
tu amor y su testimonio.
Tú, allí, el idóneo,
galante, sencillo,
como un grillo,
mas por dentro, un león,
refinado corazón,
qué recuerdos,
qué vivencias,
siga en flama la querencia,
que los años no la apaguen,
seguimos siendo los que valen
por lo que son,
no por lo que tienen,
por los días que nos vienen:
salud, paz y bendición.
- Reflexión: un poema que rememora mediante un retrato el día de la boda y agradece todo lo vivido durante el tiempo de casados.
“Perdón por descuidarte” (Juan Ortiz)
Estos días me he perdido
entre tantas labores, cosas,
se secaron hasta las rosas,
y el arbusto del frente,
no te he dado tu beso en la frente
antes de ir a trabajar,
eso sí que ha estado mal,
debo organizarme correctamente.
Ni hablar de los quehaceres,
los oficios compartidos,
tú has cumplido,
has seguido,
y no me has dicho nada,
gracias, noble camarada,
sé que entiendes,
mas me apena,
volveré a la faena
como la misma de antes,
agradezco tu aguante,
tu amor y comprensión
ante esta situación,
perdóname el descuido,
desde el alma lo digo,
mi canción en do mayor.
- Reflexión: un poema en el cual se piden disculpas por descuidar las labores y se agradece la compresión.
“Felicidades por el ascenso” (Juan Ortiz)
Felicidades por tu ascenso,
amor, compañero mío,
sé de tu entrega, tu brío,
y esfuerzo, siempre intenso.
Trabajas como en su lienzo
Da Vinci, el genio, pintaba,
no escatimas en nada,
es merecido que sucediera
tú, ébano puro, fina madera,
bloque fundacional,
tu jefe sabe que en ti no hay mal,
y que estarás allí cual firme piedra.
- Reflexión: un poema en el cual se felicita al ser amado por el ascenso en el trabajo, y además resalta sus dotes, su empeño.
“Suegros, gracias” (Juan Ortiz)
Por su unión está en mi mundo
mi querido y noble esposo,
gracias, suegros bondadosos,
los bendigo a lo sumo.
Su educación y valores
los aprecio cada día,
su hijo es una sinfonía
de modales buenos, flores
del alma, resplandores
que hacen de la convivencia
un incienso en dulce esencia,
camino de jazmín, refresco,
les bendigo, suegros, esto
es gracias a su prudencia.
- Reflexión: un poema donde se resalta la labor de unos suegros dedicados de buena manera a la crianza, lo que permitió que su hijo fuese un excelente compañero y esposo.
“A una suegra sola” (Juan Ortiz)
Suegra, usted me ha cedido
su amor más abnegado,
su luz de vida, su legado,
y por eso la bendigo.
Sé lo que estima a su hijo,
su sacrificio, el hambre pasada,
cómo llegaba cansada
de la calle, del oficio,
comiendo usted desperdicios
para que a él no le faltara nada.
Le cuidaré, yo, con todo,
le amaré como su persona,
y a usted no la dejaré sola,
iremos unidas, codo a codo.
- Reflexión: un poema en donde se aplaude la entrega de una suegra, madre sola, por la crianza de su hijo. Este esfuerzo conllevó a que el niño creciera con valores y hoy sea un esposo ejemplar.
“A un suegro abnegado” (Juan Ortiz)
Mi suegrito abnegado,
cuánto esfuerzo, querido,
pa levantar a tu hijo,
eso vale, es sagrado.
Lo dedicaste consagrado
al servicio, a la bondad,
su bandera: la verdad;
creció sin envidiar nada,
lobo guía de la manada,
ejemplo de humanidad.
Gracias suegro, hombre de bien,
roble firme, sin engaños,
Dios te sobreabunde en años,
salud a mil en tu vejez.
- Reflexión: un poema que resalta el valor de un suegro abnegado en la crianza de su hijo.
“De verdad” (Juan Ortiz)
Recuerdo la ciudad sola,
con su gente gris,
conmigo,
sin un árbol de testigo,
sin un ave, sin un hola.
El tren iba despacio,
bombeando la vida en las calles,
los vendedores, sus detalles,
eran luces en la acera,
no recuerdo bien quién era,
antes de tu prefacio.
Cambió todo en tu llegada:
de rama pasé a árbol,
mirarnos fue un descalabro,
vi todo romperse,
volverse añicos,
renací después,
como un mito,
al rozarse nuestros labios.
El pueblo sigue en soledad,
pero avanzó yo contigo,
con tu promesa en un anillo,
una historia de verdad.
- Reflexión: un poema que ahonda en torno a la soledad de la ciudad y sus habitantes cuando el amor no ha tocado a la puerta. Luego se puede ver el cambio que se da cuando la persona amada aparece en la vida.
“Feliz aniversario” (Juan Ortiz)
Otra vuelta,
asombra el vuelo,
del tiempo, de la vida,
otro ciclo, consentida,
cuidada bajo tu cielo.
Celebro tu estancia,
el crecimiento, de ambos,
las caídas y desaciertos,
todo suma, es lo cierto,
lo importante es seguir andando.
Otra vuelta, un sonreír,
al verte al lado de la cama,
feliz aniversario, quien te ama
lo dice en real sentir.
- Reflexión: un poema en el que se agradece por un año más de relación, por lo bueno, lo malo y por seguir juntos.
“No es una fiebre, es la vida” (Juan Ortiz)
No es una fiebre, es la vida
lo que has cuidado esta semana,
cada acción de ti declara
que tu entrega es sentida.
No todos saben entender
“En la salud, la enfermedad”,
y se alejan cuando en el mal
cae el otro, sin querer.
Mas tú me has hecho sentir querida
con tu actuar de hombre, esposo, amigo,
por eso agradezco y te digo:
no fue una fiebre, era la vida.
- Reflexión: los versos dejan ver un profundo agradecimiento a la persona amada por los cuidados durante una enfermedad.
“Por la alegría de estos años” (Juan Ortiz)
Por la alegría de estos años
agradezco, real, sincera,
por tu actitud en las pruebas
y ante los externos daños.
Pintas de azul los grises,
siempre ves con otros ojos,
vas y borras los escombros,
sonríes y apartas lo triste.
Eres un campo de siembra
donde brota solo lo bueno,
no en vano te escogí,
no en vano a ti te quiero.
- Reflexión: un poema que agradece, simplemente, el encuentro, las alegrías, la constancia en el andar en pareja.