Lengua y literatura

Novela bizantina: características, representantes y obras


La novela bizantina corresponde a un género literario que se desarrolló principalmente en España durante el siglo XVI y el siglo XVII, que surgió como una búsqueda por imitar a un grupo de autores helenísticos redescubiertos en aquella época, como muchos otros tesoros griegos que fueron hallados en algunas expediciones del Renacimiento.

Los dos autores griegos que más fueron imitados por los españoles (quienes se encargaron de traducir y de versionar estas obras) se llamaban Heliodoro de Émesa y Aquiles Tacio; estos helénicos crearon un estilo en prosa que constituye una serie de aventuras peregrinas, realizadas por una pareja de amantes que no lograban consumar su amor.

Por esta razón, lo que caracteriza a las novelas bizantinas es la realización de un viaje llevado a cabo por los amantes, que sustenta toda la estructura de las obras.

Para ser felices juntos los jóvenes deben cumplir con una serie de desafíos y de obstáculos que ponen a prueba la lealtad y la fuerza de su amor. Finalmente, ambos logran vencer las vicisitudes y se unen mediante el matrimonio. En estos textos abundan los mensajes morales y las virtudes, por lo que encajó perfectamente en los ideales renacentistas.

La novela bizantina floreció a la par de las novelas de caballería; no obstante, la primera fue opacada por el fulgor del otro género, que además es considerado dentro de la crítica literaria como un género superior por ser más completo y maduro.

A pesar de esto, ambos géneros comparten algunos rasgos característicos, como el ánimo por las aventuras y la reiteración de los amores castos (es decir, no consumados). No obstante, la novela bizantina es de carácter erótico-sentimental, pues se le da más importancia al amor que al esfuerzo heroico; no por esto faltan batallas, armas y bizarrías.

Aunque la novela bizantina tuvo su mayor apogeo en España, también se escribieron varios textos en otros países europeos como Francia e Italia; de hecho, en Francia se publicaron una serie de obras consideradas como los antecedentes de este género, como Flores y Blancaflor y Pierres y Magalona. Estas novelas de aventuras son de corte sencillo y tierno.

Índice del artículo

Contexto histórico

El Siglo de Oro español

La novela bizantina como género surgió durante el Siglo de Oro español, cuando grandes artistas y escritores se vieron influenciados por los nuevos conocimientos que se habían adquirido sobre el mundo helenístico. Este periodo también representó un período de bonanzas para la península ibérica.

Se conoce como el Siglo de Oro español a un período histórico en España en el que hubo un florecimiento contundente en el arte y la literatura mientras que, a la par, ocurría un auge político que posteriormente terminó con el declive de la dinastía de los Habsburgo.

No se puede establecer una fecha precisa de este fenómeno; sin embargo, la mayoría de los historiadores concuerdan en que duró más de un siglo.

Según algunos conocedores, este período se inició a partir del año 1492, cuando Cristóbal Colón descubrió las tierras americanas; en paralelo, se difundió la Gramática castellana escrita por Antonio de Nebrija, una obra de notable importancia dentro de la élite letrada.

Algunos consideran que el Siglo de Oro terminó en el año 1659, cuando se llevó a cabo el Tratado de los Pirineos. En cambio, ciertos historiadores han establecido que el último gran escritor y artista de este período fue Calderón de la Barca quien le dio fin a este movimiento artístico con su muerte, en 1681.

La novela bizantina dentro del Siglo de Oro

La novela bizantina como género literario fue mal recibida por los críticos en su momento, a pesar de que se leía por muchas personas y que el público se mostró encantando con estas aventuras.

Para muchos autores la novela bizantina fue considerada como literatura de baja calidad, que tenía como finalidad entretener a las clases menos educadas.

Opinión de los autores del siglo de Oro sobre la novela bizantina

Miguel de Cervantes, conocido por haber realizado la obra más importante de la lengua castellana (Don Quijote), tomó la decisión de escribir una obra que estuviese estructurada según los parámetros de la novela bizantina; el mismo autor estableció que ese texto sería el mejor de entre sus obras o la peor de sus creaciones.

No obstante, la crítica no fue tan dura con su texto titulado Los trabajos de Persiles y Sigismunda; por el contrario, esta obra fue ignorada por un largo período de tiempo, al igual que otros libros de Cervantes que quedaron marginados gracias al rotundo éxito que generó el Quijote.

Otros autores españoles importantes también se mostraron interesados por este género; por ejemplo, se tienen conocimientos sobre la aprobación que mostró el renombrado poeta y dramaturgo Lope de Vega, quien elogió a los escritores Heliodoro y a Aquiles Tacio en su obra Las fortunas de Diana.

Sin embargo, otros escritores como Tirso de Molina, entre otros, se refirieron a estos textos de forma irónica y burlesca. En el caso de Tirso, mostró su descontento con las obras bizantinas en uno de sus versos, en el que hace burla tanto de los “autores traducidos” como de los traductores, quienes eran contemporáneos a él.

En la actualidad, los críticos buscan la reivindicación de todas estas novelas bizantinas que fueron ignoradas o mal recibidas, pues en estas permanece guardada una parte importante de la idiosincrasia española y europea.

Esto es así porque en dichos textos se pueden encontrar un conjunto de ideales y de valores con los que se identificaba un gran número de personas en el siglo XVI.

Características

El viaje y los amores contrariados

Las novelas bizantinas, también llamadas aventuras peregrinas, se caracterizan principalmente por la realización de un viaje, tanto físico como psicológico, que debe ser emprendido por los dos amantes antes de poder estar juntos y consagrar sus nupcias. Este viaje es el que estructura la historia y le proporciona cohesión al texto.

En este viaje puede ocurrir una serie de eventos desafortunados que alejen a los jóvenes, aunque estos eventualmente se vuelvan a encontrar. En estos textos resulta común la presencia de los naufragios, así como los piratas, bandoleros, monarcas y princesas que, por lo general, desean separar a los amantes.

En la mayoría de los casos este amor se ve contrariado por la influencia de un tercero, el cual imposibilita el bienestar de los amantes. Por ejemplo, en la obra Las aventuras de Leucipa y Clitofonte el joven debe contraer matrimonio con su hermanastra Caligone, a pesar de estar profundamente enamorado de Leucipa.

La castidad de los protagonistas: una visión moralizante

Una de las principales características de estas historias consiste en la pureza del amor que se profesan los amantes, inspirado en el amor ideal que defendía Platón, quien no se deja seducir por las apetencias sexuales porque se trata de un sentimiento mucho más sublime.

A pesar de la distancia que los pueda separar, los amantes se suelen prometer fidelidad eterna y deciden guardar la virginidad hasta el momento en el que puedan contraer matrimonio.

Por esta razón, la novela bizantina está constituida por una visión moralizadora, ya que defiende los valores de la pureza y de la fidelidad, siendo estos más fuertes que cualquier tentación carnal.

Estructura de la obra: in medias res y final feliz

Como suele ocurrir en las obras helénicas —como por ejemplo en La Ilíada o La Odisea—, la novela bizantina comienza in medias res, lo que quiere decir que la historia no es narrada desde el comienzo del conflicto.

Por el contrario, la historia puede iniciarse desde otro punto de la trama, permitiendo el retroceso narrativo de ser necesaria una explicación sobre un hecho en específico.

Así mismo, las aventuras peregrinas se caracterizan por cerrar la historia con un final feliz; esto quiere decir que el autor permite la solución del conflicto mediante la satisfacción de ambos amantes, quienes logran encontrarse a pesar de todas las cuitas que tuvieron que atravesar y pueden finalmente contraer matrimonio.

Representantes y obras principales

Historia de los amores de Clareo y Florisea

Esta novela bizantina fue escrita por Alonso Núñez de Reinoso en 1552. Como la mayoría de estos textos, se encuentra inspirada (o resulta más bien, una imitación) en la novela griega Los amores de Leucipe y Clitofonte, de Aquiles Tacio.

Los trabajos de Persiles y Sigismunda

Como se mencionó anteriormente, esta obra fue escrita por Miguel de Cervantes en 1633 y fue el último texto que redactó este famoso escritor. Como toda novela bizantina, narra el conjunto de peripecias que tuvieron que realizar dos amantes para poder estar juntos.

Como solía ocurrir con las obras de Cervantes, este texto tuvo varias versiones realizadas posteriormente por otros autores. Este texto estuvo influenciado por la Historia etiópica de Teágenes y Cariclea del escritor helénico Heliodoro.

Historia de Hipólito y Aminta

Este texto fue escrito por Francisco de Quintana en 1627. Tuvo mucho éxito entre los lectores españoles, por lo que alcanzó a tener hasta cuatro ediciones; su última reimpresión se llevó a cabo en el siglo XIX.

Esta obra resulta más compleja que las anteriores, ya que el autor decidió escribir el texto mediante un entramado de planos compuestos por una historia principal y varias historias interpoladas. A pesar del carácter bizantino de Historia de Hipólito y Aminta, esta obra también consta de otros elementos que llenan al texto de hibridaciones genéricas.

Referencias

  1. Arellano, V. (2009) ¿Novela bizantina o novela helenizante? A propósito de un término consagrado. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de Academia: academia.edu
  2. Carilla, E. (1966) La novela bizantina en España. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de Revista de Filología Española: revistadefilologiaespañola.revistas.csic.es
  3. Casado, A. (s.f.) Exilio y peregrinación en el Clareo y Florisea de Alonso Núñez de Reinoso. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de Cervantes virtual: cervantesvirtual.com
  4. Jouanno, C. (2000) The Byzantine Novel. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de Ancient Narrative: ancientnarrative.com
  5. Lepe, R. (s.f.) La historia de Hipólito y Aminta de Francisco de Quintana: Fuentes y modelos genéricos. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de Dspace: rabida.uhu.es
  6. Rovira, J. (1996) La Novela bizantina de la Edad de Oro. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de ResearchGate: researchgate.net