Poesía social: origen, características, representantes y obras
La poesía social fue una corriente intelectual surgida en España durante las décadas de 1950 y 1960. En esa época el contexto de la nación ibérica estaba marcado por la férrea dictadura del “Generalísimo” Francisco Franco.
El régimen comenzaba una etapa de apertura después de una cruenta Guerra Civil (1936 – 1939) y el aislamiento posterior a la II Guerra Mundial. La poesía social tuvo en Miguel Hernández, Gabriel Celaya, Blas de Otero, Ángela Figuera Aymerich y Gloria Fuertes, sus representantes más conocidos.
Igualmente, se pueden mencionar a poetas como José Hierro y Vicente Aleixandre, este último también integrante de la llamada Generación del 27. Como precedente histórico, contó con la influencia de autores como César Vallejo y Carlos Edmundo de Ory.
Fue un movimiento literario caracterizado por la denuncia de las injusticias llevadas a cabo por Franco tras finalizar la Guerra Civil. Se criticaba la supresión de la libertad de expresión y el favorecimiento de las élites de adeptos al dictador. Además de la escritura, esta tendencia abarcó al teatro y la música, llegando a inspirar a artistas a nivel internacional.
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Origen
Con la caída de sus aliados fascistas, Adolf Hitler y Benito Mussolini, el franquismo quedó enclaustrado diplomáticamente después del año 1945. Estos eventos fortalecieron a los opositores al régimen, quienes vieron en la poesía un medio para expresarse.
La poesía social, también conocida como “Literatura Comprometida” o “Engagée”, irrumpió, pues, como protesta artística sociopolítica en tiempos de represión. Franco, para ese entonces, dominaba España con puño de hierro y autoritarismo incuestionable.
Antecedentes
La revista Espadaña (1944-1951) marca un antecedente relevante para el movimiento. En ella publicaron poetas de gran renombre como Blas de Otero, César Vallejo y Pablo Neruda. Su objetivo principal fue la reivindicación de los valores artísticos españoles previos a la Guerra Civil, cuya máxima expresión se denota en la Generación del 27.
Entre 1940 y 1950 hubo mucha composición dentro de un estilo conocido como el Postismo. Fue creado por un grupo de poetas vanguardistas muy elogiados por la crítica, entre ellos Carlos Edmundo de Ory.
El Postismo se distinguió por sus claras tendencias hacia el expresionismo y el surrealismo.
Alcance
En palabras de varios de sus propios autores, la literatura comprometida fracasó en concretar su propósito. Al igual que otras expresiones artísticas de la época, como el cine y el teatro, el objetivo era impulsar un cambio político y social.
Se pretendió motivar a la población, reclamar derechos fundamentales y no conformarse con el statu quo de la dictadura.
Sin embargo, ¿qué tanto se podía cambiar el mundo o España a través de la poesía? Las personas no leían poesía para inspirarse hacia un cambio socio político ni mejorar su entorno.
En consecuencia, este movimiento fue, en términos artísticos, de muy corta duración. Con el paso del tiempo, sus poetas fueron cambiando hacia otros estilos de expresión.
Características
Una propuesta arriesgada
Fue una manera muy arriesgada de manifestarse; el gobierno franquista no tenía contemplaciones al momento de hacer desaparecer todo aquello que se le opusiera. Por ende, los exponentes de la poesía social pusieron en peligro sus vidas por la reivindicación de la libertad en medio de la opresión.
Un medio de denuncia
Para estos escritores, “el poeta debe mostrar la realidad del país, denunciar a los problemas de la Nación y apoyar a los más desfavorecidos. La poesía es vista como un instrumento para cambiar al mundo” (López Asenjo, 2013).
Una forma comunicativa alternativa ante la censura
Es importante recordar, la Ley de Censura estuvo vigente en España desde 1938 hasta 1966. Es decir, la poesía social fue una valiente propuesta intelectual en medio normas de prensa muy restrictivas. Para muchos historiadores, fue uno de los puntos de referencia de otros movimientos de protesta mundial como la Revolución del 68.
Estilo
El estilo de la poesía social se aleja de la propuesta personal sentimental íntima o la lírica común. Emplea un lenguaje coloquial, directo, claro, de fácil entendimiento para cualquier tipo de público lector, pues el objetivo es llegar a la mayor cantidad de personas posible. El contenido es el centro de la composición, más relevante que la estética.
Lo importante es reflejar solidaridad con las afecciones y los padecimientos de los demás, especialmente con los pobres y marginados.
No prescinde de metáforas, imágenes y otros recursos estilísticos de redacción literaria. No obstante, el entendimiento nunca se ve comprometido, las palabras seleccionadas suelen ser muy concisas para reducir el margen de interpretación.
Representantes y obras
Representantes
Los escritores más destacados fueron:
– Miguel Hernández (1910-1942).
– Gabriel Celaya (1911-1991).
– Ángela Figuera Aymerich (1902-1984).
– José Hierro (1922-2002).
– Gloria Fuertes (1917-1998).
– Vicente Aleixandre (1898-1984).
– Blas de Otero (1916-1979), este último fue el poeta más emblemático del movimiento con su verso libre, sus llamados constantes a la paz y la denuncia.
Obras
El rasgo distintivo de la poesía social o “comprometida” fue retratar el orden socio político de España. Esto se transmite claramente en poemas como Viento del Pueblo (1937) y El Hombre que Acecha (inédito, publicado en 1981), de Miguel Hernández, a quien se le considera uno de los pioneros del movimiento.
Es de acotar que Miguel Hernández también formó parte de los movimientos vanguardistas del 27 y del 36.
Vicente Aleixandre, por su parte, se integró dentro de distintas tendencias artísticas como la mencionada del 27’ y el post franquismo (década de 1970), y aportó libros como La Sombra del Paraíso (1944) y Poemas de Consumación (1968), entre otros trabajos. Sin embargo, Aleixandre fue mucho más conocido por sus tendencias surrealistas y su fluidez.
Tierra sin nosotros y Alegría, ambos libros publicados en 1947, fueron escritos por José Hierro y describen la desolación de las guerras. La corriente hacia la solidaridad es plasmada también en Quinta del 42’ (1958).
De forma similar, la tendencia vivencial antibelicista, en ocasiones autobiográfica, de Gloria Fuertes fue destacada en sus colaboraciones con la revista Cerbatana. Fuertes supo, como ninguna, llegar a las masas debido a su estilo directo y genuino, su trabajo muchas veces fue censurado por el régimen.
Blas de Otero también fue un perseguido intelectual; publicó sus obras de poesía social más importantes fuera de España: Pido la Paz y la Palabra (1952), Ancia (1958), Esto no es un libro (1962) y Que trata de España (1964).
Lo demás es silencio (1952) y Cantos Íberos (1954), de Gabriel Celaya, constituyen el reflejo más directo de la poesía no elitista, focalizada en mostrar la realidad de la España franquista.
Igualmente, en Soria pura (1952) y Belleza cruel (1958), de Ángela Figuera Aymerich, se hace evidente el sentimiento disidente. Esta última fue publicada en México para evitar la censura.
Referencias
- Ponte, J. (2012). Poesía Comprometida. España: Revista Digital La Voz de Galicia. Recuperado de: lavozdegalicia.es
- López A., M. (2013). Poesía Social de la Posguerra. (N/A): Master Lengua. Recuperado de: masterlengua.com
- Un Memoriam: Centenario de Blas de Otero: Poeta Social y Comprometido (2016). (N/A): Algún día en alguna parte. Recuperado de: algundiaenalgunaparte.com.
- Poemas de Contenido Social. (2016). (N/A): El Almanaque. Recuperado de: com.
- La poesía social (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: wikipedia.org.