Karl Marx: biografía, filosofía, aportes y obras
Karl Marx (1818-1883) fue un filósofo y pensador enfocado en los temas sociales y económicos. Defendió el materialismo filosófico, porque sostenía que la realidad sufría un proceso de interpretación o traducción en el cerebro del individuo; los materialistas anteponían la naturaleza al espíritu.
Los problemas en Alemania de carácter político y social lo pusieron en contacto directo con nuevas ideas que le dieron un vuelco definitivo a su pensamiento. Marx creó un método innovador para el conocimiento de la realidad que lo llevó a cuestionar las teorías de su maestro, Hegel.
El pensamiento y la naturaleza han sido temas esenciales de estudio dentro de la problemática filosófica. Descubrir cuál era la idea primigenia —existir para pensar o pensar y luego existir— generó durante años grupos que se contraponían en sus creencias: unos, los idealistas; y otros, los materialistas.
Karl Marx militó en las huestes comunistas y llegó a ser líder de organizaciones obreras que marcaron un momento histórico importante en la Francia de 1864.
Las ideas anteriores al marxismo carecían de sustento científico, dado que proponían una visión abstracta del hecho humano, en lugar de concebirlo como un sistema de relaciones basadas en un proceso dialéctico con un devenir histórico evolutivo.
Marx fue el precursor de la sociología moderna y acuñó conceptos y teorías importantes que aún hoy en día sirven para explicar modelos económicos, políticos y sociales. Ejemplos de estos conceptos son la alienación, el materialismo dialéctico, el materialismo histórico y la lucha de clases, entre otras teorías.
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Karl Heinrich Marx nació en Trier, una provincia de Prusia (ahora Alemania), el 5 de mayo de 1818. Era el hijo mayor y, siendo un niño, vio a varios de sus hermanos morir. Su madre fue la holandesa Henrietta Pressburg.
Fue hijo del abogado Henrich Marx, profesional exitoso, defensor de la Ilustración, kantiano y seguidor de Voltaire. Henrich hizo aportes en las luchas para lograr crear una Constitución política en la antigua Prusia.
Karl Marx provenía de una familia de rabinos, pero su padre se convirtió al cristianismo antes de que él naciera. A los 6 años Karl fue bautizado dentro de los preceptos de la religión cristiana.
Su formación académica transcurrió en la escuela secundaria de Trier, en la provincia de Rin, desde 1830 hasta 1835. En esta institución convivían profesores y alumnos que defendían las ideas liberales; por ello era fuertemente custodiada por la policía.
El espíritu cristiano de Marx lo impulsó a redactar textos cuyo contenido expresaba su devoción religiosa y su voluntad de sacrificio por la humanidad.
Su siguiente nivel de estudios lo realizó en las universidades de Bonn y Berlín. En 1835 inició estudios en Bonn y tomó las materias humanísticas Mitología e Historia del arte. En esta casa de estudios vivió la captura de estudiantes rebeldes y políticos, así como la expulsión de otros.
En 1836 ingresó en la Universidad de Berlín y cursó las carreras de Derecho y Filosofía. Allí comenzó su contacto con las ideas y teorías de Hegel, que predominaban dentro de esa institución.
En un principio sus preceptos cristianos lo confrontaron contra la filosofía hegeliana, a la cual se sumó incorporándose a un grupo denominado el “Club doctor”, que promovió la filosofía y la literatura.
El líder de este grupo, el teólogo Bruno Bauer, se dedicó al desarrollo de ideas que definían a los cánticos cristianos como un asiento de la fantasía del hombre producto de su emocionalidad.
En 1839 Bauer renunció a la casa de estudios bajo la amenaza de que el gobierno de Prusia los expulsaría ante cualquier atisbo de sublevación.
Marx culminó sus estudios en 1841 con una tesis que versaba sobre las discrepancias entre las filosofías de Demócrito y de Epicuro, dentro de un tono hegeliano. También creó su modelo filosófico según el materialismo de Feuerbach y la dialéctica de Hegel.
En 1842 Karl Marx trabajó en el Rheinische Zeitung, nuevo periódico en la ciudad cuya sede estaba ubicada en un destacado centro de industrias en Prusia.
Atacó la censura de prensa, ya que sostenía que esto manipulaba a las personas débiles. Terminó convertido en el editor principal de este medio de información.
Sus redacciones giraban en torno al comunismo como nuevo fenómeno, la problemática de la vivienda en Berlín, y aspectos económicos y sociales como la pobreza. El tono directo de las publicaciones hizo que el gobierno cerrara el periódico.
En 1843 Marx contrajo nupcias con Jenny von Westphalen, y al cuarto mes de casados se mudaron a París, ciudad de Francia extremista y de pensamiento socialista.
Ahí comenzó a relacionarse con trabajadores franceses y alemanes de sectores comunistas. Estos eran individuos de escasa inteligencia y crudos pero muy nobles.
París le ofreció un ambiente propicio para realizar algunas publicaciones importantes, como el Manuscrito económico y filosófico. A través de sus escritos pudo establecer contacto con Friedrich Engels, para posteriormente publicar juntos una crítica a Hegel y su línea de pensamiento.
En 1845 renunció a su nacionalidad al ser expulsado de Francia por el gobierno prusiano. Se mudó entonces a Bruselas y ahí comenzó a trabajar con Engels, seguidor de Hegel, junto a quien criticó fuertemente la ideología alemana y la perspectiva de Hegel. Redactaron varias obras pero no todas se publicaron.
Su relación y conversaciones con la clase trabajadora forjaron su visión política. Criticó categóricamente las ideas de la burguesía y su posición opresiva sobre la clase trabajadora.
En 1847 Marx y Engels redactaron El manifiesto comunista, que sirvió de guía a la llamada Liga comunista, organización que tenía entre sus objetivos acabar con la división de clases.
Finalmente se residenció en Londres, donde tuvo una prolífica actividad intelectual. En 1849 trabajó con la liga socialista de ese país.
La crisis económica a la que se enfrentaba Europa durante esa época debilitó la revolución comunista de Marx y sus seguidores. Los poderes militares del momento se burlaron de sus discursos políticos y económicos, ya que les parecía inútil luchar por una causa a través de ellos.
Sufrió un exilio político durante 12 años. En 1867 publicó su obra más emblemática, El capital, en la que criticaba de manera implacable la economía política de su época. En este texto expuso la relación de control entre la burguesía y el proletariado.
Su esposa e hija fallecieron antes que él y Marx se sumió en una profunda depresión, como consecuencia de la que se retiró de forma definitiva de la vida pública.
Tras sufrir una penosa enfermedad pulmonar, Karl Marx falleció en 1883 en la ciudad de Londres, en un estado de fuerte pobreza y abandono.
Los contenidos de la obra de Karl Marx están sustentados tanto en el área del pensamiento reflexivo como en la naturaleza activa, a pesar de ser conceptos contrapuestos. Como consecuencia, estas nociones se han manipulado según el campo de interés en el que se cite su obra.
Por ejemplo, por ello es posible que un jurista, un economista, un revolucionario y un filósofo hagan uso arbitrario de estos contenidos adecuándolos a sus conveniencias.
La obra lograda por Marx fue el resultado de la convergencia de varias corrientes del pensamiento europeo. Entre estas corrientes destaca la de Hegel en sus primeros años de formación superior en Berlín, de la cual se sirvió para ensamblar sus ideas sobre la importancia de la dialéctica y la historia en la consecución de objetivos sociales.
El estudio de la política económica en Inglaterra tras su exilio en París, a la par de las ideas del socialismo francés o socialismo utópico, le dieron las nociones para el análisis de la economía en función del valor del trabajo como fuente de la actividad productiva y la base de sus ideas sobre la lucha de clases.
Sin duda alguna, estas teorías tuvieron una notable influencia en el pensamiento político, social y económico del siglo XIX, y trascendieron con mucha fuerza al siglo XX.
Según Marx, el fenómeno de la alienación en el entorno social se desarrolla en función de un sistema que supone un ejercicio de poder, que le impide al sujeto social pensar libremente con relación a ese poder.
Esta prohibición condena el ejercicio del raciocinio y la auto reflexión, lo que deriva en un distanciamiento del hombre de sí mismo, convirtiéndolo en un autómata.
La característica humana por excelencia es su capacidad de transformar su propia naturaleza en una manera de expresarse a través de lo que produce. De esta forma, el trabajo ejercido libremente surge como un concepto que explica la naturaleza humana.
Esta teoría cambia su sentido cuando la sociedad industrial establece que el trabajador ya no controla el resultado de su trabajo. Así, el individuo se enfrenta al hecho de que otro aproveche el producto de su trabajo, al cual él mismo no tiene acceso ni derecho.
Este proceso alcanza un nivel de despersonalización al punto de que, una vez que el producto pasa a ser mercancía, esta condición se traslada al trabajo y finalmente al sujeto que produce cosas, que ya no es más en sí mismo sino que se cosifica para tener algún valor de existencia.
A esta alienación económica se le suman la política, que marca una distancia entre el Estado y la sociedad civil; y la social, representada en la división de clases.
De ahí se desprende la alienación ideológica sustentada en lo religioso y lo filosófico, que busca crear una realidad falsa para confundir a la mayoría y desviar su atención de la miseria en la que realmente vive.
Este concepto se encuentra fundamentalmente en las obras de Engels, con varias contribuciones de Karl Marx.
Ofrece una interpretación de la realidad, que es tomada en cuenta como un proceso material en el que se suceden una infinita variedad de fenómenos que determinan su evolución, afectando tanto el devenir natural como el humano.
Según Marx, la historia es el resultado del modo en el que los seres humanos organizan la producción social de su existencia. Es decir, es la explicación materialista de la formación y desarrollo de la sociedad.
Marx indica que esto necesariamente condiciona los procesos sociales, políticos y hasta espirituales de la vida.
Entonces, de lo anterior se arroja el hecho de que el modo de producción resulta de la interrelación de tres elementos que son estructurales: la superestructura ideológica, la superestructura jurídico-política y la estructura económica.
Superestructura ideológica
Esta estructura es aquella que está constituida por las ideas, las costumbres, las creencias que conforman la cultura que justifican y legitiman los modos de producción, y la realidad social.
Superestructura jurídico-política
Está conformada por las normas, las leyes, las instituciones y las formas de poder en el ámbito político.
Estas se encuentran sujetas a la estructura de producción y, a partir de este contexto, controlan la forma en la que funciona la actividad de producción de las personas que conforman una sociedad.
Estructura económica
La estructura económica está compuesta por las fuerzas productivas y las relaciones de producción.
Las fuerzas productivas incluyen la materia prima u objeto de transformación, la capacidad o fuerza de trabajo del empleado u obrero (según sus habilidades técnicas, intelectuales o físicas), y los medios para realizar el trabajo (equipos, herramientas, maquinarias) necesarios para obtener los productos requeridos.
Para Marx, tanto la superestructura jurídico-política como la ideológica están condicionadas por la estructura económica, dejando sin efecto alguna posible acción de las superestructuras sobre la estructura.
Esto quiere decir que el modo de producción es el elemento determinante y diferenciador de cada proceso evolutivo. Por ende, este constituye el eje central de las organizaciones sociales, sus luchas de clases y sus procesos tanto políticos como existenciales.
En este sentido, Marx utilizó el concepto de ideología como un término de “falsa conciencia” en los sistemas jurídicos, políticos, religiosos y filosóficos.
Este pensador asumió que las ideologías no solo desvirtúan la realidad, sino que se presentan como sistemas que justifican esa misma realidad desvirtuada, generando consecuencias nefastas para las sociedades.
Karl Marx consideraba que la sociedad humana estaba determinada por sus condiciones materiales o por las relaciones personales. Descubrió la ley de la evolución de la historia humana.
El materialismo histórico indica que para el desarrollo de una sociedad, la producción de bienes materiales es fundamental. El progreso de la sociedad depende de ir perfeccionado dicha producción material.
El cambio económico-social se basa en la sustitución de las relaciones de producción. Lo más importante en la teoría del materialismo histórico de Marx está en haber fijado su atención en la producción de material y en las leyes económicas de la sociedad.
Su teoría dejó por primera vez al descubierto cçpmo una sociedad evoluciona al hacer crecer sus producciones materiales. Esto dio lugar a entender, por primera vez, el gran poder que tienen las masas populares y obreras. Se comprendió así la historia de la evolución social.
En la historia de la humanidad siempre ha existido la lucha entre los pueblos y las sociedades, seguido de períodos de revolución y guerras.
Toda sociedad se divide en dos grandes grupos enemigos entre sí, que se enfrentan directamente: los capitalistas/burgueses y la clase obrera. De todas las clases que se enfrentan con la clase capitalista, únicamente la clase obrera es la revolucionaria.
Marx distingue en las mercancías su valor de uso y su valor de cambio. En una sociedad basada en el capitalismo, el peso de la misma recae en las mercancías, siendo estas la parte fundamental del sistema.
A este fenómeno Marx lo denominó como fetichismo, donde los objetos pasan a ser mercancías. En los sistemas capitalistas, las relaciones sociales son sustituidas por acuerdos monetarios.
El capital son los recursos, valores y bienes que posee una empresa o persona. La persona capitalista es la que dispone de mucho capital para crear productos, empresas, servicios y contratar personas.
Su concepción filosófica relacionada con la lógica dialéctica se basó fundamentalmente en la historia de las sociedades, con un enfoque absolutamente hegeliano. La sociedad era entendida por Marx como un todo lleno de contradicciones en su desarrollo histórico.
Siendo un pensador de altura, desarrolló la conocida crítica marxista al capitalismo, la cual se sustenta en que este modo de producción contiene contradicciones inherentes que provocan reiteradas crisis en la sociedad.
Las relaciones de competencia a las que está sujeto el dueño de estos medios capitalistas le obligan a implementar de manera constante y creciente nuevas y mejores maquinarias que incrementen la productividad del trabajo, y así poder vender sus mercancías a mejores precios que sus competidores.
Esto produce una disminución en la contratación de fuerza laboral, originando un incremento en el desempleo y, por ende, un aumento posterior de la masa pobre, así como la imposibilidad de aumento en el salario.
Es considerado como uno de los pilares de la sociología moderna. La creación de nuevas concepciones acerca de la sociedad humana definida por las condiciones materiales o por las relaciones económicas y personales, lo hicieron descubrir la llamada ley de la evolución de la historia humana.
La teoría de la alienación propone una profunda reflexión acerca de la esencia del hombre, que se pierde en el proceso de producción material y en el trabajo constante de crear productos y consumirlos, sin mirar dentro de su alma y el mundo natural que lo rodea.
Esta es la máxima crítica al sistema capitalista, que es considerado por Marx como un creador de fetiches que trasforman al individuo en un ser que se encuentra ampliamente alejado de sí mismo.
Por otro lado, el eje central de su aporte con relación al materialismo histórico se basa en la producción material y en las leyes económicas de la sociedad.
De esta forma Marx dejó ideas relevantes acerca del cambio económico y social mediante el perfeccionamiento de la producción de bienes y servicios y, por ende, de la evolución de las sociedades a partir del poder de las masas populares y obreras.
La obra El manifiesto comunista, que escribió junto con su esposa Jenny y que fue publicado en 1848, generó un cambio social en el modo de pensar de la clase obrera de la época, y este nuevo enfoque trascendió a futuras generaciones.
En sus líneas plasma esencialmente una exhortación sobre el papel de la clase trabajadora y la explotación efectuada por la clase capitalista, dueña de los medios de producción.
Las interpretaciones sobre el ámbito económico que hizo Karl Marx han sido de mucha importancia, aun en nuestros días. Esto es así debido a que sirven para explicar procesos históricos y recientes desde sus ideas y conceptos, tanto en el ámbito de lo político como en las áreas económica y social.
Ejemplo de esto es la teoría del valor, cuyo basamento indica que el valor de un servicio o producto está determinado por las horas-hombre que se requieren para elaborarlo.
Por otro lado, también destaca como ejemplo la teoría de la plusvalía, que propone que el valor pagado por un producto no corresponde con el esfuerzo pagado al obrero que lo produce, aumentando la riqueza del capitalista y explotando a la clase obrera, a la que se le paga solo lo necesario para que pueda sobrevivir.
La primera vez que Marx expuso su teoría de la alineación lo hizo en los Manuscritos económicos y filosóficos (1844). Marx afirmaba que la alineación no es más que el resultado sistemático del capitalismo.
En el capitalismo, los resultados de la producción pertenecen a las personas que crean el trabajo, expropiando el producto creado por los demás.
Esta organización fue fundada el 28 de septiembre de 1864 para agrupar a los obreros de los países europeos. Su fin era acabar con la explotación que recibían los obreros por parte de la burguesía. Karl Marx se convirtió en su líder intelectual.
La ceremonia inaugural, el propio Marx la acabó al grito de “¡Proletarios de todos los países, uníos!” al igual que ya lo hizo en el Manifiesto Comunista.
La sociología es el estudio de la sociedad y la acción social que ejercen las personas en ella. A Marx se le considera uno de los principales pilares en este ámbito, ya que sus conceptos sobre el materialismo histórico, los modos de producción y la relación entre capital y trabajo son consideradas las claves de la sociología moderna.
Entre las muchas obras que publicó Marx, las más relevantes son las siguientes:
Es su obra más trascendental. Recoge en tres volúmenes sus ideas sobre la relación de la burguesía y el proletariado dentro del marco de un esquema de dominio de clases.
Hace una portentosa crítica a la política económica del momento y, a su vez, plasma las características de la sociedad moderna desde un punto de vista histórico.
En esta obra establece que el ámbito económico es determinante en lo que se refiere a cómo funciona la sociedad moderna.
Esta obra se sustenta en el cruce de dos ideas específicas. La primera es que todo individuo —y por ende, la sociedad en donde se desarrolla— posee una ideología que lo caracteriza.
Su pensamiento, su idea de los conceptos, su forma de concebir la vida, los valores sociales y morales y la aplicación de todo esto, están signados de manera determinante por la estructura productiva y económica de cada sociedad.
Por esta razón, Marx estima que la estructura económico-productiva es el elemento diferenciador entre las distintas sociedades que existen.
La otra idea de este manifiesto está basada en la relación de poder y usufructo de la fuerza de trabajo, representada por el individuo a quien el capitalista explota para obtener beneficios económicos y plusvalías que estén por encima de lo que inicialmente le cuesta contratarlo.
Esta obra tiene como finalidad entender de qué se trata el capitalismo y cuál es su impacto en la sociedad del momento. Su idea de justicia pretende transformar a una sociedad en la que el hombre es explotado por el hombre.
Sostiene que la única manera de entender la sociedad del momento es identificar a través de qué acciones el hombre llega a la situación en la que se encuentra. Esto solo se logra mediante la comprensión de su devenir histórico; esa es la fuente de la cual se nutre el materialismo histórico.
Esta obra surge en contraposición de las ideas expuestas por Hegel y defiende el hecho de que solo las acciones concretas, de intercambio y relación entre el ser humano con la naturaleza y otros hombres, permiten entender la historia de sus sociedades y no así el pensamiento o imagen que estas tienen de sí mismas.
– Salario, precio y ganancia.
– Crítica de la filosofía del derecho de Hegel.
– Tesis sobre Feuerbach.
– Diferencia entre la filosofía de Demócrito y la de Epicuro.
– La burguesía y la contrarrevolución. Artículo publicado en el periódico Rheinische Zeitung.
– La miseria de la filosofía.
– Futuros resultados de la dominación británica de la India.
– Discurso sobre el libre cambio.
– La España revolucionaria.
– Manifiesto inaugural de la Asociación Internacional de los Trabajadores.
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