Cultura general

Burguesía: concepto, surgimiento, fortalecimiento, Renacimiento


¿Qué es la burguesía?

La burguesía es una clase social que ha sido muchas veces identificada con la clase media, propietaria y capitalista. Sin embargo, la definición del término y su asociación con un grupo social concreto difiere dependiendo de la época y de quien lo utilice.

El origen de burguesía se sitúa en la Edad Media. En esa época comenzó a utilizarse ese término para denominar a los habitantes de los burgos (ciudades). En sus barrios había aparecido una nueva clase social compuesta por los comerciantes y algunos artesanos. Aunque no eran nobles, su creciente riqueza les concedió cada vez más poder.

La incipiente burguesía jugó un papel muy importante en el paso del sistema feudal al capitalismo. Los burgueses no estaban ligados a ningún señor feudal, por lo que no les debían obediencia. A pesar de su prosperidad económica, estaban englobados en el tercer estado, sin poder acceder al poder político.

La búsqueda de ese protagonismo, además de ser una clase social que pudo acceder a una educación de calidad, hizo que los burgueses protagonizaran buena parte de las revoluciones del siglo XVIII. Con el tiempo, la burguesía se convirtió en un grupo muy poderoso, aunque con importantes diferencias en su seno.

Surgimiento de la burguesía

El término burguesía es de origen francés y comenzó a utilizarse en la Edad Media para denominar a la población urbana que trabajaba en el comercio o en la artesanía.

Esas tareas eran propias de las ciudades, que en algunos países eran también llamadas burgos. Además, eran trabajos totalmente diferentes de las labores agrícolas y ganaderas.

Aparición de una nueva clase social

La burguesía apareció durante la Baja Edad Media, entre los siglos XI y XII. En esos momentos, el nombre se utilizó para denominar a una nueva clase social dentro del grupo de los no privilegiados.

La Edad Media se había caracterizado hasta esos momentos por el completo predominio de la agricultura como actividad económica. Se trataba de una sociedad muy rural y que solo era capaz de producir para su propio autoconsumo. La falta de excedentes hacia que el comercio, mediante el trueque, fuera muy reducido.

En el siglo XI aparecieron algunos avances técnicos en la agricultura. Elementos como el arado con caballos, los sistemas de rotación o el molino de agua provocaron un aumento de la producción. Al mismo tiempo, la población comenzó a crecer y, por lo tanto, a necesitar más alimentos.

Los excedentes que se obtuvieron se dedicaron al comercio. Los mercaderes, junto con los artesanos independientes, se asentaron en las ciudades, dando lugar al nacimiento de la burguesía.

Comercio en la Baja Edad Media

Las ciudades, gracias al auge del comercio, comenzaron a crecer. Las más importantes estaban localizadas cerca de los puertos marítimos, lo que favorecía las actividades mercantiles.

Con el tiempo, estas localidades urbanas sustituyeron al campo como centro económico de los países. Los burgueses, tanto comerciantes como artesanos, empezaron a agruparse en las mismas zonas. Al no estar ligados a ningún señor feudal, lograron obtener un cierto autogobierno.

El siguiente paso en la evolución de la burguesía se produjo cuando comenzó a enriquecerse. Gracias a eso, pudieron convertirse en dueños de los medios de producción y contratar mano de obra, la mayoría de las veces campesinos empobrecidos.

Fortalecimiento de la burguesía

El siglo XIV en Europa estuvo caracterizado por una grave crisis económica. Una serie de malas cosechas y epidemias provocaron grandes hambrunas y un importante descenso de la población.

Muchos campesinos, ante la mala situación, buscaron mejor suerte en las ciudades. Ante esto, los señores feudales intentaron retenerlos ofreciendo un salario a cambio de su trabajo, pero la emigración desde el campo continuó. La burguesía, a la que se habían unido los primeros banqueros, fue quien se favoreció de ese éxodo.

A pesar del creciente poder económico de la burguesía, legalmente aún pertenecían a las clases no privilegiadas. Así, socialmente se encontraban englobados dentro del tercer estado, con menos derechos que nobles y miembros del clero. Los burgueses, además, eran los únicos que pagaban impuestos.

Derrota de los señores feudales

Tanto a los reyes, que veían su poder limitado, como a los burgueses, les interesaban que los señores feudales perdieran su influencia política. Por ese motivo se produjo una alianza para debilitar a los nobles: el rey ponía el ejército y la burguesía el dinero.

La alianza tuvo el efecto de fortalecer a la monarquía. Los reyes pudieron unir ciudades y feudos bajo su mando, con lo que aparecieron los primeros Estados-nación. Por su parte, la burguesía se convirtió definitivamente en el poder económico de esos países.

Burguesía en el Renacimiento

La aparición de nuevas ideas filosóficas, como el humanismo o el iluminismo, fueron fundamentales para la llegada del Renacimiento. La burguesía, que también se estaba convirtiendo en un concepto cultural, estuvo en el centro de todas las transformaciones.

Actitud renovadora

Ya a finales del siglo XIV, como parte de su lucha contra el mundo feudal, la burguesía había adoptado un sistema de pensamiento alejado del cristianismo férreo de la Edad Media. Además, su avance tanto económico como social la convirtió en la principal impulsora de un cambio en el pensamiento europeo.

El número de miembros de la burguesía había ido creciendo, así como las actividades que desarrollaban. En este periodo, los burgueses se convirtieron en la fuerza más vigorosa dentro de los estados europeos.

En ocasiones, la nobleza intentaba recuperar parte de sus privilegios, aunque su actitud anquilosada lo dificultaba. Tan solo la monarquía se mantenía claramente por encima de la burguesía.

Poder local

El Renacimiento vio como, por primera vez, los burgueses obtenían auténtico poder político, aunque de carácter local. En algunas ciudades, como Venecia, Siena o Florencia (Italia), los burgueses se mezclaron con la nobleza para conformar una especie de patriciado urbano.

Frente a este ascenso al poder local, las monarquías absolutistas estaban fortaleciendo su poder en países como Francia o Inglaterra. En estas naciones, la burguesía aún debía conformarse con pertenecer al tercer estado, el pueblo llano.

Burguesía en la Revolución Industrial

El siguiente paso importante en la evolución de la burguesía se produjo con la Revolución Industrial. Esta comenzó en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII y se fue extendiendo por Europa, Estados Unidos y otras zonas del planeta.

Las transformaciones económicas y tecnológicas que se produjeron impulsaron el papel de la burguesía, convertida en el máximo exponente del capitalismo.

La burguesía industrial

Dentro de la burguesía apareció un nuevo grupo muy ligado a la posesión de los medios de producción: la burguesía industrial. En líneas generales, eran antiguos comerciantes que pasaron a ser dueños de las fábricas que aparecieron en las grandes ciudades. Londres, como capital inglesa, concentró buena parte de los negocios.

El dinero que los burgueses habían ido acumulando les permitió financiar las nuevas fábricas, además de comprar materias primas, máquinas y contratar obreros. Los beneficios fueron enormes, algo a lo que contribuyó la explotación de los territorios coloniales.

Como consecuencia, la burguesía industrial pudo ejercer cada vez mayor fuerza, especialmente en Inglaterra. En otros países, como en Francia, la persistencia de una monarquía absolutista llevó a los burgueses a aliarse con el pueblo llano para buscar mayor poder.

La Revolución francesa, las de 1820 o las de 1848 han sido llamadas revoluciones burguesas, ya que fue esta clase la que las lideró.

Burguesía en la actualidad

Con la consolidación del capitalismo, la burguesía pasó a ser definida como la clase compuesta por empresarios, comerciantes o dueños de bienes y capitales. Marx añadía otra condición para definirla: la burguesía era la que empleaba a la clase obrera para que trabajara en las empresas que poseía.

Sin embargo, en las últimas décadas, estas definiciones han sido objeto de un gran debate. Muchos expertos consideran que, aparte de una burguesía que si se ajusta a lo anterior, existen otros grupos de clase media que presentan características diferentes.

Evolución social

La pérdida de poder de la nobleza y de gran parte de las monarquías continuó durante el siglo XIX y principios del XX. La burguesía, junto con su opuesto, el proletariado, se convirtieron en dos actores fundamentales en la política, en la economía y en la sociedad.

La burguesía, además, no es un grupo homogéneo. En su interior se encuentra tanto la llamada gran burguesía, compuesta por los dueños de los grandes capitales, como la baja, que se suele confundir con la clase media.

Problemas de definición

A partir de la segunda mitad del siglo XX, la identificación entre burguesía y clase media comenzó a ser cada vez más complicada. Dentro de la clase media se encuentran profesionales que sí son dueños de sus negocios, pero también obreros bien pagados, rentistas o, incluso, pensionistas con buen nivel adquisitivo.

La definición clásica de la burguesía, por otra parte, incluiría en su seno a los trabajadores por cuenta propia. Sin embargo, en muchas ocasiones, el nivel económico de estos los colocan más cerca de la clase baja que de la media.

La crisis y sus consecuencias

La última gran crisis económica, a principios del siglo XXI, ha hecho más complicado aún definir el papel de la burguesía en la actualidad. Una de las consecuencias de dicha crisis en muchos países ha sido la pérdida de poder económico de la clase media, mientras que la clase alta ha logrado mantener su estatus.

Un estudio realizado en Inglaterra por Mike Savage, de la London School of Economics, ha intentado redefinir cómo se divide hoy en día la sociedad. Dentro de este trabajo, aparecen cuatro nuevas clases sociales que podrían corresponderse a la burguesía: la élite; la clase media establecida; la clase media técnica; y los nuevos trabajadores prósperos.