Historia

Francisco I. Madero: Biografía


Francisco I. Madero (1873-1913) fue el político que inició la Revolución Mexicana en 1910. Nacido en el estado de Coahuila, llegó a alcanzar el cargo de Presidente de la República después de derrocar a Porfirio Díaz, quien había permanecido más de 30 años en el poder.

Madero comenzó su andadura política fundando el Partido Antirreeleccionista. La larga dictadura de Díaz había empezado a mostrar signos de debilidad e, incluso, el propio Porfirio declaró que estaba dispuesto a presentarse a unas elecciones libres.

Sin embargo, poco antes de las votaciones, Díaz cambió de opinión y ordenó arrestar a Madero, quien había sido nombrado candidato para el puesto presidencial. Esto provocó que, una vez libre, proclamara el Plan de San Luís. El llamamiento a la insurrección contra el Porfiriato fue todo un éxito y, en pocos meses, se produjo el cambio de gobierno.

Las elecciones celebradas vieron el triunfo de Madero. No obstante, el nuevo presidente se encontró con la oposición de sus antiguos aliados revolucionarios, que lo tachaban de moderado, y del sector conservador de la política mexicana. Estos últimos acabaron dando un golpe de estado, que culminó con el asesinato de Madero y de su vicepresidente.

Índice del artículo

Biografía

Francisco Ignacio Madero vino al mundo el 30 de octubre de 1873 en la hacienda “El Rosario”, en Parras de la Fuente (Coahuila). Pertenecía a una familia acomodada, que poseía varias haciendas, minas y otros negocios.

Estudios y primer trabajo

Como era habitual en muchas familias de buena posición, Francisco comenzó su formación con profesores particulares. Más adelante, continuó sus estudios en Saltillo, en el centro San Juan de Nepomuceno, un colegio jesuita.

Al terminar esa etapa, viajó a los Estados Unidos para realizar estudios de agricultura. Después, se trasladó a Francia, donde se graduó en peritaje mercantil por la École des Hautes Études Commerciales (HEC) en Jouy-en-Josas.

Por último, regresó a los Estados Unidos para completar su formación en agricultura en la Universidad de Berkeley, California.

En 1892 volvió a México para hacerse cargo de la hacienda que poseía su familia en San Pedro de las Colonias. Sus biógrafos destacan que ya en esos años dio muestras de sus ideas progresistas y trató de mejorar las condiciones de los trabajadores

En cuanto a su vida privada, empezó su noviazgo con Sara Pérez Romero en 1897, casándose con ella en 1903.

El Porfiriato

La vida política en el México de esa época estaba marcada por el Porfiriato, nombre dado a la dictadura de Porfirio Díaz. Este había llegado al poder en 1876 con el lema de mantener el orden en el país y potenciar su crecimiento económico.

Para ello se valió del apoyo de los sectores más privilegiados de la sociedad: la iglesia, el ejército y los dueños de las haciendas.

Porfirio logró estabilizar la nación, así como una mejora de la economía en cuanto a las grandes cifras. Sin embargo, lo primero lo hizo a costa de acabar con la democracia y reprimir a cualquier atisbo de oposición.

Lo segundo, por su parte, solo alcanzó a las clases altas de la sociedad, mientras que las desigualdades iban en aumento y gran parte de la población vivía en la pobreza.

Ya en los últimos años de su presidencia, cuando Madero alcanzó la madurez, el régimen estaba empezando a debilitarse. Las quejas no llegaban ya solo de los sectores desfavorecidos, sino que parte de las élites empezó a rebelarse.

Entrada en la política

Madero tardó bastante en entrar en política. Antes, fundó la Escuela Comercial de San Pedro, lo que le dio cierta influencia en algunos círculos.

Fue en 1905, como reacción a los abusos de poder del gobernador de Coahuila, cuando dio el paso y fundó su propio partido: el Partido Democrático Independiente. Al mismo tiempo, empezó a difundir sus ideas en el periódico El Demócrata. El principal objetivo de su formación política era acabar con el reeleccionismo.

De esa fecha data también su participación en el rotativo Regeneración. Igualmente, tomó contacto con la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. Sus desacuerdo con Flores Magón hizo que retirara su apoyo a ese movimiento.

Publicación de La sucesión presidencial de 1910

El panorama político en el país parecía estar cambiando. El propio Porfirio Díaz pareció dispuesto a democratizar México cuando, en 1908, declaró en una entrevista que en las siguientes elecciones podrían participar otros competidores.

Después de esa entrevista, Madero aprovechó para publicar un libro titulado La sucesión presidencial de 1910. En esta obra, explicaba sus ideas para mejorar el país y democratizarlo. Aunque tuvo un alcance moderado, si llegó a muchos sectores influyentes de la sociedad.

La buena acogida de su libro lo animó a fundar en 1909 el Partido Nacional Antirreeleccionista. Madero fue proclamado candidato y empezó a preparar las elecciones de 1910.

Sin embargo, Díaz había cambiado de opinión. No solo iba a volver a presentarse, sino que comenzó una campaña de acoso contra el aspirante a sucederlo.

Arresto de Madero

La creciente popularidad de Madero hizo que Díaz ordenara su arresto. Así, acusado de rebelión y ultraje, el político fue detenido en 7 de junio y trasladado a San Luis Potosí.

Sin poder estar presente, Madero contempló como Díaz era de nuevo proclamado presidente. Según algunas fuentes, el futuro revolucionario intentó negociar con el dictador una salida pacífica a la situación, pero Díaz no aceptó ninguna posible solución dialogada.

En octubre de 1910, Madero logra escapar de la cárcel y se marcha a los Estados Unidos.

Plan de San Luis

El documento conocido como Plan de San Luis está, efectivamente, fechado en esa localidad. Concretamente, el 5 de octubre de 1910, el último día que Madero pasó en prisión. Sin embargo, muchos historiadores consideran que fue realmente redactado durante su exilio en los EE.UU.

En resumen, en este llamamiento Madero denunció los abusos cometidos por la dictadura, llamando a derrocar a Porfirio Díaz. Además, desglosó algunos de sus proyectos, como su intención de ayudar a los campesinos haciendo una reforma agraria.

Madero estableció una fecha para comenzar el levantamiento contra Díaz: el 20 de noviembre de 1910, el inicio de la Revolución Mexicana.

Derrocamiento de Porfirio Díaz

La llamada a las armas de Madero encontró apoyos en buena parte de la sociedad mexicana. En varios estados del país estallaron rebeliones en el día señalado en el Plan.

Entre los que apoyaron la insurrección se encontraban algunos de los líderes que se convertirían en parte de la historia de México. Entre ellos, Pascual Orozco, Emiliano Zapata y Pancho Villa.

Al principio, la rebelión sufrió varias derrotas. Sin embargo, el Porfiriato se encontraba muy debilitado y el ejército estaba muy poco preparado. En pocos meses, la Revolución se extendió por todos los rincones del país.

Solo seis meses después del inicio del levantamiento, en mayo, los rebeldes tomaron Ciudad Juárez. El día 25 del mismo mes, lograron sitiar Ciudad de México. Ante la inminente derrota, Porfirio Díaz renunció a su cargo y marchó al exilio.

Presidencia de Madero

Los revolucionarios formaron un gobierno interino tras la marcha de Porfirio Díaz. Pronto empezaros a surgir discrepancias entre ellos y las elecciones de octubre de 1911 no consiguieron tranquilizar la situación. En dichas elecciones, Madero consiguió ser elegido presidente de la república.

El programa de su formación, el recién creado Partido Constitucional Progresista prestaba atención a los problemas sociales, pero era más moderado que los planteamientos de, por ejemplo, Emiliano Zapata.

Durante los meses en los que estuvo en el poder, Francisco I. Madero trató de reconciliar el país. Sin embargo, desde el principio se encontró atrapado entre sus antiguos aliados revolucionarios y los conservadores, incluida la poderosa iglesia católica.

Una de las medidas aprobadas fue una ley para redistribuir la tierra, aunque a los campesinos y a Zapata les pareció insuficiente. Por otra parte, los trabajadores de la minería comenzaron una serie de huelgas para pedir mejoras laborales. Madero disminuyó la jornada laboral de 12 a 10 horas diarias.

Oposición

El bloque conservador estaba unido en contra del gobierno, algo que todos esperaban. Lo que, según los historiadores, más perjudicó a Madero fue la gran desunión entre los liberales y progresistas.

Los agraristas de Zapata se levantaron en armas, promulgando en Plan de Ayala el 25 de noviembre de 1911. Además de criticar al presidente, llamándolo traidor, proponía a Orozco como sustituto. En el documento, Zapata esbozó los planteamientos de una reforma agraria ambiciosa y que tendría una gran influencia en las décadas posteriores.

Durante un año, zapatistas y maderistas se enfrentaron militarmente, sin que ninguno de los bandos saliera vencedor. No obstante, esto provocó un debilitamiento del gobierno.

Mientras, los conservadores también protagonizaron algunos alzamientos. El primero, el del General Bernardo Reyes, ex-ministro de Porfirio Díaz.

Comienzo de la Decena Trágica

Estas insurrecciones provocaron que un militar, que al principio era de confianza de Madero, ganara mucho prestigio por sus actuaciones: Victoriano Huerta.

Sin embargo, Huerta ambicionaba mucho más y, al final, acabó traicionando a Madero. Fue el protagonista de la Decena Trágica, diez violentos días de golpe de estado que comenzaron el 9 de febrero de 1913.

Huerta, a pesar de haber luchado a favor del gobierno, mantenía muy buenas relaciones con Bernardo Reyes y Félix Díaz, sobrino de Porfirio. Las reuniones entre ellos, y con el embajador estadounidense Henry Wilson, fueron continuas. El objetivo era derribar el gobierno constitucional de Madero.

El líder de la insurrección, jefe militar, dejó desguarnecida la Ciudad de México con el fin de que Madero no pudiera defenderse y para que su levantamiento fuera más sencillo.

Traición de Huerta

Cuando el levantamiento comenzó, Madero estaba en el Castillo de Chapultepec. Al enterarse, reunió a las pocas tropas leales que encontró y se dirigió hacia el Palacio Nacional, en lo que se conoce como la Marcha de la Lealtad.

El Presidente, ya el día 12, se encontró con varios embajadores extranjeros, entre ellos el estadounidense. Este, que apoyaba el golpe, le informó mediante terceros que la única salida para salvar la vida era su renuncia.

Lo mismo le dijeron algunos senadores, convocados por Pedro Lascuráin. Madero, a pesar de las advertencias, declaró que «sólo muerto o por mandato del pueblo abandonaré el Palacio Nacional».

No fue hasta el día 17 cuando los partidarios del presidente descubrieron que Huerta era el líder de la insurrección. El hermano de Madero decidió arrestar al militar, que negó su participación en los hechos. El Presidente lo creyó y lo liberó, dándole 24 horas para demostrar su lealtad.

Al día siguiente, Huerta y Félix Díaz firmaron el Pacto de la Ciudadela. Con este, desconocían a Madero y daban un plazo de 72 horas para su destitución. Tras esto, informaron a algunos gobernadores de que Maduro estaba preso y de que Huertas era el nuevo presidente.

Detención de Madero

El arresto de Madero sucedió el mismo 18 de febrero. Huerta y otros generales le aseguraron que seguían siendo leales y le aconsejaron trasladarse a un lugar más seguro. González Garza, este si leal al Presidente, se dio cuenta de las intenciones de los golpistas y grito: “Vienen a aprehender al presidente Madero!”.

En el Palacio solo había un pequeño grupo de soldados fieles a Madero y no pudieron enfrentarse al batallón enviado por los golpistas para arrestarlo. Madero no tuvo más remedio que rendirse. Junto al vicepresidente, Pino Suárez, su hermanos y otros partidarios, pasó la noche prisionero en el mismo Palacio Nacional.

Cuando la noticia se difundió, varios embajadores extranjeros pidieron que se respetara la vida de Madero y sus seguidores- El de Cuba le ofreció asilo político. Lascuráin, quien según la Constitución debía sustituir Madero, pidió al presidente que renunciara para salvar su vida.

Tras horas de tensión, Francisco Madero firmó su renuncia al cargo. Lascuráin ocupó su lugar, pero solo durante 45 minutos. Su única medida fue nombrar a Huerta secretario de Gobierno y dimitir para que este ocupara la presidencia. Una de las primeras decisiones de Huerta como mandatario fue ordenar la muerte de Madero.

Muerte

Según relatan las crónicas, Madero y Pino Suárez creyeron las promesas de Huerta acerca de dejarlos con vida y permitirles salir al exilio. Lo que no sabían es que, para ese momento, el hermano de Madero ya había sido asesinado.

El 22 de febrero, los dos políticos fueron informado de que iban a ser trasladados la penitenciaria. Las palabras de Madero, despidiéndose de Garza con un “adiós mi general, nunca volveré a velo”, parecen indicar que, finalmente, se había dado cuenta de que Huertas no iba a dejarlos partir.

Ambos fueron llevados al Palacio de Lecumberri y conducidos a la parte de atrás. Allí, el mayor Francisco Cárdenas disparó a Francisco I. Madero, causándole la muerte en el acto. A continuación, Pino Suárez también fue ajusticiado.

Las nuevas autoridades dijeron que Madero y Pino habían sido víctimas de una emboscada mientras eran trasladados. Aún pasaron unos años para que la verdad saliera a la luz.

Los asesinos enterraron los cuerpos en la zona trasera de la penitenciaría y, al día siguiente, difundieron la versión oficial.

Reacciones a la muerte

La muerte de Francisco Madero provocó reacciones en todo el mundo. El New York Times, el 23 de febrero, ya publicó el dato de que había sido asesinado de dos disparos en la cabeza. Finalmente, el gobierno estadounidense se negó a reconocer al gobierno de Huerta por haber llegado al poder mediante la violencia.

En el resto del continente se produjeron también reacciones en contra de la ejecución y en el interior de México se iniciaron pequeñas revueltas. Carranza, opositor a Madero pero más cercano políticamente que a Huerta, acusó al nuevo gobierno de la muerte.

Referencias

  1. Biografías y Vidas. Francisco I. Madero. Obtenido de biografiasyvidas.com
  2. Bicentenario.gob.mx. Francisco I. Madero 1873-1913. Obtenido de gob.mx
  3. México 2010. Don Francisco I. Madero “El Apóstol de la Democracia”. Obtenido de archivohistorico2010.sedena.gob.mx
  4. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Francisco Madero. Obtenido de britannica.com
  5. A&E Television Networks. Francisco Madero Biography. Obtenido de biography.com
  6. Minster, Christopher. Biography of Francisco Madero. Obtenido de thoughtco.com
  7. Library of Congress. The Presidency of Madero to his Assassination. Obtenido de loc.gov