¿Cómo se distinguen los organismos vivos de nuestro entorno?
Los organismos vivos se distinguen del resto de nuestro entorno debido principalmente a sus características, que los identifican como seres con vida. Estos, conjuntamente con los elementos no vivientes o inertes, forman el medio ambiente.
Para que un ser vivo sea considerado como tal, es necesario que realice funciones vitales, como respirar y nutrirse, entre otras. Estas permiten que el ciclo biológico de la vida se realice.
Así, los organismos podrán crecer y alcanzar un grado de desarrollo tal que les permita reproducirse, perpetuando de esta manera su especie. Existe una gran diversidad de seres vivos, divididos en 5 reinos: plantae, animal, monera (bacterias), protista y fungi (hongos comunes).
Cada uno de estos grupos tiene características propias; sin embargo, todos poseen propiedades relacionadas entre sí, como el movimiento y las respuestas ante los estímulos.
Los elementos inertes carecen de vida; no tienen células ni órganos sistemas orgánicos que le permitan cumplir las funciones vitales propias de los seres vivientes.
Los seres que carecen de vida están clasificados en dos grupos: los fabricados por el hombre y los naturales, donde se encuentran los provenientes de la naturaleza, como el aire y el agua, entre otros.
Diferencias entre organismos vivos y el resto de nuestro entorno
Respiración
Esta función es propia de los seres vivos. El objeto inerte no tiene vida, por lo que carece de estructuras orgánicas relacionadas con el mantenimiento de la vida.
Un organismo vivo respira para que el proceso de obtención de energía pueda realizarse. De esta manera garantiza el óptimo mantenimiento y desempeño de todos sus sistemas corporales. El proceso respiratorio de los seres vivos está clasificado en dos grandes grupos:
-Aeróbica. Es un tipo de respiración donde el organismo toma el oxígeno del exterior para obtener energía, partiendo de la oxidación de moléculas proveedoras de energía, como por ejemplo la glucosa.
-Anaeróbica. Esta ocurre en ausencia de oxígeno externo, siendo empleada en algunos tipos de bacterias y hongos, como el de la levadura de cerveza. Los productos de la respiración anaeróbica son el anhídrido carbónico y el alcohol etílico.
Niveles de organización
Todos los organismos vivos están formados por células, que constituyen la unidad anatómico funcional de los sistemas que conforman sus organismos. Es a nivel celular donde se realizan todas las funciones vitales, como la respiración, la excreción y la reproducción.
Además, tienen una estructura llamada ADN, donde se encuentra almacenada toda la información genética que identifica a cada especie.
Dentro de los niveles básicos de organización, pueden encontrarse seres vivientes formados por una sola célula, como las bacterias y los hongos. También existen los multicelulares, que tienen un mayor nivel de complejidad. En estos, las células se agrupan en tejidos y órganos, formando sistemas orgánicos que funcionan de manera articulada.
Los seres inertes están formados por átomos, que se agrupan dando origen a moléculas. La materia sin vida puede encontrarse en estado sólido, líquido o gaseoso, característica que la diferencia de los seres vivos.
Movimiento
Este es un aspecto característico de los organismos vivientes, que utilizan métodos muy particulares para moverse. Las plantas pueden mover sus ramas, hojas y tallo, en búsqueda de la luz del sol.
Algunos animales se desplazan utilizando sus patas, pudiendo ser bípedos, cuando caminan en dos patas, o cuadrúpedos, como el elefante.
Otros, los que viven en el agua, utilizan sus aletas para nadar. Los pájaros además de tener patas, poseen alas, que les permiten volar largas distancias, en el caso de aquellas aves migratorias.
Los seres vivos permanecen inmóviles; solo la acción de agentes externos como el viento, el agua o los animales pueden moverlos hacia otro lugar.
Reproducción
Este proceso biológico es el que permite que nuevos seres vivos sean creados, partiendo de organismos antecesores. De esta manera, las características propias de la especie podrán ser transmitidas a la descendencia.
La capacidad de reproducirse es propia de todas las formas de vida que habitan en el planeta, siendo la vía para asegurar la perpetuación de la vida en el planeta. Básicamente se distinguen dos tipos de reproducción: sexual y asexual.
En la reproducción sexual intervienen órganos y gametos propios de cada sexo. En esta, la información contenida en el genoma de la descendencia está conformada por el aporte de ambos padres, originando la variabilidad genética de la especie.
La de tipo asexual está relacionada con la división mitótica, donde un único progenitor se divide de manera parcial o total, originando individuos con la misma información genética.
Respuestas ante estímulos
Los seres vivos tienen la capacidad de responder, de manera voluntaria o involuntaria, ante estímulos. Al contrario, los seres no vivos carecen de sensibilidad para responder ante una variación brusca de temperatura, por ejemplo.
Esta facultad de reaccionar ante estímulos permite a los organismos vivientes poder adaptarse a las diferentes condiciones ambientales, y de esta manera garantizar su subsistencia.
Para recibir estas señales externas, los organismos tienen estructuras especializadas. En los unicelulares, la membrana citoplasmática tiene proteínas receptoras. En los pluricelulares, además de los receptores que existen a nivel celular, poseen órganos sensoriales.
El camaleón puede cambiar el color de su piel para adaptarse al entorno y pasar desapercibido. De esta manera evita ser visto por los depredadores. Las plantas pueden orientar sus tallos y hojas en búsqueda de la luz solar, lo que se conoce como fototropismo positivo.
Nutrición
Los organismos vivos necesitan de este proceso, en el cual obtienen energía a partir de los alimentos. De esta manera podrán desarrollarse plenamente y cumplir sus funciones de manera eficiente.
Las plantas y algunas bacterias son los únicos seres vivos autótrofos que tienen la capacidad de sintetizar las sustancias que necesitan a partir de elementos inorgánicos. En las plantas este proceso de obtención de energía se llama fotosíntesis.
El resto de los organismos vivientes necesitan consumir y procesar, por medio del sistema digestivo, los alimentos que toman del medio ambiente.
Desarrollo y crecimiento
El crecimiento es uno de los rasgos básicos que tienen los seres vivos. Estos nacen, luego se inicia un proceso de desarrollo. En dicha etapa, el organismo alcanza el estado de madurez que le permite reproducirse. El ciclo de vida culmina con la muerte.
Gracias a la multiplicación de la especie, producto de su autorreplicación celular, el ciclo se inicia de nuevo. De esta manera la existencia de los seres vivos se ha mantenido durante parte de la historia del planeta.
Por el contrario, los seres que no tienen vida no se desarrollan. Aunque algunos de estos poseen sus propios ciclos, como el del agua, tienen principios de acciones completamente diferentes. En estos no existe la reproducción ni se genera diversidad, como ocurre en los seres vivos.
Referencias
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