Filosofía

Los 30 Filósofos de la Edad Antigua Más Importantes


Los filósofos de la Edad Antigua principales como Platón, Aristóteles, Sócrates o Pitágoras centraron las bases del pensamiento filosófico de hoy en día. El cinismo y el estoicismo son las principales corrientes y conceptos filosóficos que marcaron esta época e influyeron en el mundo con saberes que todavía perduran.

La Edad Antigua en la humanidad fue el comienzo de la vida en ciudades y con ello el orden político, social y religioso. Los filósofos intentaron analizar el Universo y descubrir principios que ordenaran los principales temas sociales como la libertad, el amor, las ciencias, entre otros tópicos.

filósofos de la Edad Antigua

Hubo un momento histórico donde la humanidad pasó de vivir dispersa o en pequeños grupos a conformar las primeras civilizaciones, con la aparición de las ciudades y un modo de vida urbano.

Ese momento histórico, que cambió para siempre la configuración social del planeta, se conoce como Edad Antigua, que comienza en el año 4.000 a.C y culmina con el surgimiento del imperio romano en el año 476.

Hay dos cambios centrales que caracterizan esta etapa histórica: la aparición de la escritura y el sedentarismo, gracias al desarrollo tecnológico de la agricultura.

La Edad Antigua fue el comienzo de la vida urbana y con ella la aparición del poder político, la conformación de los estados, el desarrollo social y las religiones organizadas.

Considerada como un deseo del saber, la filosofía antigua basaba sus análisis en el origen del Universo (Cosmogonía), los principios ordenadores y problemas del Cosmos (Cosmología) y el origen de la naturaleza (Física), pero también en el amor, la libertad, la matemática, la geometría, astronomía y teología.

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Los más importantes filósofos de la Edad Antigua

Tales de Mileto (625 a.C – 547 a.C, Grecia)

Podría considerarse a Tales como el iniciador de la Escuela de Mileto, una de las primeras corrientes filosóficas de la Edad Antigua.

Matemático, geómetra, físico y legislador, además de filósofo, sus principales aportes fueron el desarrollo de la especulación científica, el pensamiento deductivo y la filosofía griega.

Dos teoremas geométricos de enseñanza en todas las escuelas del mundo llevan su nombre. Pero fundamentalmente Tales es el primer filósofo occidental del que se tiene registro en su intento por explicar de manera racional algunos fenómenos planetarios.

Anaximandro de Mileto (610 a.C – 547 a.C, Grecia)

Junto a su mentor Tales, Anaximandro fue uno de los iniciadores de la Escuela de Mileto y además de filósofo era geógrafo, disciplina con la cual obtuvo gran reconocimiento al ser el primero en decir que la Tierra era cilíndrica y configurar uno de los primeros mapas.

Sus principales ideas están asociada al principio de todas las cosas y a lo ilimitado. Además, fue uno de los primeros filósofos en hablar sobre la evolución de las especies, al considerar que el agua era el origen de todo.

Anaxímenes de Mileto (590 a.C – 524 a.C, Grecia)

Discípulo de Tales y compañero de Anaximandro, Anaxímenes es el tercer eslabón de la Escuela de Mileto. Su aporte se centra en la concepción del aire como un elemento central del origen de todo, basándose en un método cuantitativo de observación sobre la respiración humana.

Parménides de Elea (530 a.C – 470 a.C, Italia)

“Nada en el mundo puede contradecir lo que es necesario desde el punto de vista del pensamiento”, esa podría decir una de las premisas de su único poema en el cual analiza el ser y el ente. Con estos conceptos Parménides dio inicio a la escuela eleática.

Zenón de Elea (495 a.C. – 430 a.C, Italia)

Discípulo y continuador del pensamiento de Parménides, su pensamiento cambió tras un encuentro con Sócrates. Murió queriendo liberar su patria de Nearco.

Sus principales aportes fueron el pensamiento paradójico, y los conceptos sobre movilidad (con el ejemplo a Aquiles y la tortuga) y la pluralidad.

Meliso de Samos (471 a. C – 431 a. C, Grecia)

Defensor de la tesis de la unidad de lo existente, fue el autor del precepto de que para llegar a ser algo hay que tener un origen, por lo que considera que no existía el vacío, justamente porque no llega a ser.

Además, fue uno de los iniciadores de la teoría de que los sentidos sólo puedan dar opiniones, lo que no permite entender la verdad de las cosas.

Empédocles de Agrigento (495 a.C – 435 a.C, Grecia)

La noción de los cuatro elementos (agua, aire, tierra y fuego) es la evolución de las ideas de Empédocles sobre la cuatro raíces, unidas por el amor y separadas por el odio.

Estas raíces constituyen al hombre y están sometidas a dos fuerzas: verdad y corrupción. Por su originalidad y la conservación de sus escritos, Empédocles fue uno de los filósofos más discutidos sobre la Edad Antigua.

Aristóteles (384 a.C – 322 a.C, Grecia)

Discípulo de Platón, Aristóteles fue uno de los tres grandes maestro de la filosofía occidental y debe su reconocimiento a su rigor metodológico y a un vasto campo de análisis e influencias.

Podría decirse que es el configurador del pensamiento europeo teológico, que sirvió como organizador de la sociedad. Empirista, metafísico y crítico, es el iniciador de la lógica, por sus teorías sobre los silogismos, y la ética.

Platón (427 a.C – 347 a.C, Grecia)

Otro de los grandes maestros, Platón es el eslabón entre Sócrates (su maestro) y Aristóteles (su discípulo). Fue el fundador de la Academia, la gran institución filosófica de la antigüedad. Platón es una de las figuras más importantes del pensamiento filosófico moderno.

A diferencia de sus contemporáneos, no escribía en forma de poema sino que lo hacía con formato de diálogo. Su trabajo son 22 obras, que se conservan hasta hoy.

Podría dividirse su filosofía en dos análisis: el conocimiento, con sus estudios sobre la naturaleza del conocimiento; y la moral, a la que le atribuía un rol fundamental en la vida y la felicidad humana.

Sócrates (470 a.C – 399 a.C, Grecia)

¿Será el gran maestro de la filosofía universal? La respuesta es una discusión que perdurará siempre, de hecho se divide el pensamiento filosófico en presocrático y postsocrático.

Sócrates es uno de los grandes maestros y es el que inició toda una manera de pensamiento que continuaron Platón y Aristóteles en la Edad Antigua.

Fue condenado a muerte por despreciar a los dioses y murió envenenado con cicuta. No dejó ninguna obra escrita por lo que sus saberes se desprenden del relato de sus continuadores.

El argumento inductivo, el pensamiento sobre la moral y la definición general, son sus grandes aportes. Su método principal era el diálogo con cualquier ser humano en lugares públicos.

Pitágoras (569 a.C – 475 a.C, Grecia)

Entre los aportes de Pitágoras encontramos la escuela pitogárica

Considerado el primer matemático de la historia, Pitágoras fundó toda una escuela de pensamiento (de orientación religiosa) que lleva su nombre y ha influido a filósofos hasta la actualidad.

Sus conceptos fueron centrales para el desarrollo de la matemática, la filosofía racional y la música, donde sus ideas sobre la armonización aún se mantiene vigentes.

Pero también influyó en la cosmovisión y astronomía. Siempre será recordado por el Teorema de Pitágoras, que reza: “En todo triángulo rectángulo el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos”.

Leucipo de Mileto (sin datos, Grecia)

La figura de Leucipo es centro de innumerables discusiones, sobre todo por la falta de datos fehacientes sobre su vida, lo que pone en duda su existencia y se le nombra como una invención de Demócrito.

Pero de todas maneras se lo considera el fundador del atomismo, teoría que sostiene que la realidad está formada por partículas infinitas, indefinibles y variadas.

Demócrito (460 a.C – 370 a.C, Grecia)

Conocido como “el filósofo que ríe”, Demócrito era definido con un carácter extravagante, que se le atribuye a su estudio con magos. Negaba la existencia de Dios y creía en la autocreación de la materia.

Se destacó por sus aportes a la geometría y la astronomía, además de su colaboración con el nacimiento del atomismo.

Zenón de Citio (333 a.C – 264 a. C, Chipre)

Zenón de Citio fue el iniciador del estoicismo, corriente filosófica que irrumpió con su teoría de que el hombre puede alcanzar la libertad y la tranquilidad rechazando las comodidades materiales.

Hípaso de Metaponto (500 a.C – sin datos, Grecia)

Uno de los filósofos pitagóricos, la historia de Hípaso es una tragedia. Fue lanzado fuera del barco en que cruzaba el Mediterráneo con sus compañeros por contradecir la teoría de los números naturales.

Su demostración de que la diagonal de un cuadrado de lado era un número irracional, fue también su condena de muerte.

Euclides de Mégara (435 a.C – 365 a.C, Grecia)

También fue discípulo de Sócrates y la eleástica, fue el fundador de la Escuela megárica, centrada en la idea de Dios como ser supremo.

Sus principales aportes fueron sobre la dialéctica, la manera de reinar y los argumentos engañosos.

Protágoras de Abdera (485 a.C – 411 a.C, Grecia)

Viajero y experto en retórica, Protágoras es uno de los sofistas, doctrina que se basaba en la enseñanza de la sabiduría.

Se considera a este filósofo como el primero en recibir dádivas por impartir conocimiento. Su premisa central fue: “El hombre es la medida de todas las cosas”.

Aristógenes de Tarento (354 a.C – 300 a.C, Grecia)

Además de ser filósofo y uno de los fundadores de la Escuela peripatética, se destacó como músico, función en la cual se le conceden propiedades curativas.

Enfrentado con Teofrasto, era un fiel seguidor de las ideas de Aristóteles y basaba su pensamiento en un método empírico. Sus principales aportes fueron en la teoría musical.

Teofrasto (371 a.C – 287 a.C, Griego)

Su nombre era Tirtamo pero se lo conoce por su apodo, fue designado como director del Liceo tras la muerte de Aristóteles, lo que le valió el enojo de Aristógenes.

Se destacó por su divulgación científica, su pasión por la botánica y su explicación sobre el carácter y los tipos morales. También era parte de la Escuela peripatética.

Estratón de Lámpsaco (340 a.C – 268 a.C, Grecia)

Miembro de la escuela peripatética, sucedió a Teofrasto en el Liceo y se destacó por su ingenio particular, que lo llevó a demostrar que el aire estaba formado por partículas materiales, uno de los avances más importantes de su época.

Eudemo de Rodas (370 a.C – 300 a.C, Grecia)

Fue uno de los grandes alumnos de Aristóteles y el primer historiador científico de la historia. Fue miembro de la escuela peripatética y su más destacado aporte a la filosofía fue la sistematización de las ideas de su maestro.

Epicuro de Samos (341 a.C – 270 a. C, Grecia)

Gran estudioso del hedonismo racional y el atomismo, este filósofo fue el creador de su propia escuela que influyó en toda una generación de pensadores posteriores.

Sus ideas sobre la búsqueda del placer, motivadas por la prudencia, y el azar, lo destacaron. Dejó un enorme legado de obras, que podría dividirse en tres etapas: la Gnoseología (distinción de lo verdadero y lo falso), el estudio de la naturaleza a través de la física, y la Ética.

Polemón (sin datos – 315 a. C, Grecia)

Dueño de un carácter severo y agresivo, su gran aporte fue la influencia sobre un grupo de discípulos que tomaron otro enfoque filosófico y dieron vida a la escuela del estoicismo.

“El objeto de la filosofía debe ser ejercitar al hombre en cosas y actos, no en especulaciones dialécticas”, fue uno de sus frases célebres.

Antístenes (444 a. C – 365 a.C, Grecia)

Este filósofo fue pupilo de Sócrates y se ganó su lugar entre los genios de Edad Antigua por ser el fundador de la escuela cínica, que basó su experiencia en la observación del comportamiento de los perros. Rechazaba la ciencia, las normas y convenciones.

Diógenes de Sinope (412 a.C – 323 a.C, Grieco)

El otro genio de la escuela cínica, destacaba las virtudes de los perros por lo que de allí se desprende la figura retórica de Diógenes y los perros. Despreciaba los usos sociales, los placeres mundanos y definió el amor como el negocio de los ociosos.

Arístipo (435 a.C – 350 a.C, Grecia)

Otro discípulo de Sócrates, fue el fundador de la Escuela cirenaica, conocido como Hedonismo, que se destacó por asociar el placer con la felicidad, y ésta como la finalidad de la vida, combinaba con la libertad espiritual.

Teodoro, el Ateo (340 a.C – 250 a.C, Grecia)

Filósofo de la Escuela cirenaica, afirmaba que todo el mundo era su patria como manera de oponerse a los nacionalismos, destacó por su ateísmo y la negación de la existencia de los dioses griegos.

Buda (563 a.C – 483 a.C, Sakia, hoy India)

Siddharta Gautama, más conocido como Buda, cuya significado es “el iluminado”, fue un sabio oriental que dio origen al pensamiento, la filosofía y la religión budista, la cuarta más importante del mundo.

A diferencia del pensamiento occidental, el budismo no está organizado de manera vertical y se basa en tres preceptos: insustancialidad, impermanencia y sufrimiento.

El interés de esta filosofía se basa en la renuncia a los lujos materiales y en la búsqueda del sentido espiritual de la existencia, basado principalmente en la meditación. El punto cumbre era el Nirvana. 

Plotino (204 – 270, Egipto)

Seguidor y continuador de las ideas de Platón, Plotino fue el creador de la escuela denominada platonismo. Su concepto de lo Uno, como fuente de la creación indivisible del todo, fue lo que más tarde lo lleva a formular la teoría de la inmortalidad del alma.

Porfirio (232 – 304, Grecia)

Discípulo de Plotino y gran divulgador de sus obras, gozó del reconocimiento y el afecto de sus contemporáneos por su especulación metafísica.

Se lo considera un nexo entre dos etapas evolutivas del pensamiento platónico y se destaca su originalidad, valentía intelectual y su importancia en la filosofía cristiana.