Parménides: quién fue, biografía, pensamiento, aportes, obras
Parménides de Elea (ca. 514-ca. 470 a.C.) fue un filósofo presocrático fundador de la escuela eleática y considerado el padre de la metafísica. Sus enseñanzas y aportes se han reconstruido a partir de fragmentos de su obra principal, Sobre la naturaleza. Además, influyó en el pensamiento de Platón y Aristóteles.
Parménides pensaba que el movimiento, el cambio y la variedad de las cosas existentes eran solo algo aparente y que únicamente existía una realidad eterna (“el Ser”). Se trata del principio de que “todo es uno”.
Biografía de Parménides
No existen registros del todo confiables que den fe del día en el que nació Parménides, aunque se cree que este filósofo griego nació hacia el año 515 a.C., aunque existen otras interpretaciones que indican que Parménides nació más bien hacia el 530.
Estos datos tienen relación directa con la fecha de fundación de Elea, pues las fechas asociadas a estos personajes antiguos estaban a su vez vinculadas con las de la creación de las ciudades. En cuanto a Elea en específico, se cree que esta ciudad se fundó entre los años 540 y 530 a.C.
En cualquier caso, puede afirmarse que Parménides nació en Elea, lugar ubicado en la costa de Campania, al sur de lo que actualmente es Italia.
Se sabe que su familia era adinerada, y que vivía en una situación privilegiada; algunos registros indican que el nombre de su padre era Pires. Sus familiares tenían cargos de la nobleza, así que desde muy joven se vio vinculado con varios aspectos en el ámbito político.
Parménides fue discípulo de Jenófanes, filósofo que es considerado en la historia como el primer pensador en plantearse la incógnita de Dios y su significado; por esto se le ha considerado el primer teólogo de la historia.
Vida política
Como discípulo de Jenófanes, Parménides estuvo en contacto directo con el manejo de situaciones políticas de la ciudad de Elea, y formó parte activa de varios cambios y propuestas.
Llegó a realizar propuestas concretas en el ámbito de la legislación de su natal Elea, incluso algunas fuentes indican que fue él quien escribió las leyes de esta ciudad. Esto tiene sentido debido a que Parménides provenía de una familia poderosa e influyente, por lo que pudo tener acceso a esas posiciones de poder.
Muy pronto, los habitantes de esta ciudad vieron con buenos ojos las proposiciones de Parménides, dado que consideraban que era él quien había creado la atmósfera de abundancia, prosperidad y armonía que existía en Elea en aquel entonces.
Su visión en este sentido tuvo tan buena repercusión en los ciudadanos, que incluso se generó un término asociado al estilo de vida de Parménides: “vida parmenidiana”. Este concepto se convirtió en un ideal que deseaban alcanzar los ciudadanos de Elea.
Influencias
A pesar de no haber mucha información fidedigna sobre este personaje, hay registros que indican que Parménides pudo haber sido discípulo de Anaximandro de Mileto, geógrafo y filósofo griego que quedó como sustituto de Tales y siguió sus enseñanzas.
Asimismo, es posible que Parménides haya seguido las enseñanzas de Aminias, un pitagórico. Incluso hay informaciones que señalan que Parménides construyó un altar para Aminias una vez este murió.
Este filósofo griego también tuvo discípulos; entre ellos destacan Empédocles de Agrigento, que fue médico y filósofo, así como Zenón, apenas menor que Parménides y que también había nacido en Elea.
Con Zenón, Parménides viajó a Atenas cuando tenía 65 años, y hay ciertos registros que indican que, estando allí, Sócrates le escuchó hablar.
Según narra el historiador griego Plutarco, el político Pericles también iba a sus lecciones de forma constante, y se mostraba muy interesado en sus enseñanzas. Se estima que Parménides murió en el año 470 a.C., pero no se sabe con certeza.
Pensamiento de Parménides (filosofía)
La filosofía de Parménides tiene un enfoque bastante racional, lo que le convirtió en uno de los primeros filósofos en aproximarse al pensamiento basado en la razón.
Uno de los principales pilares del pensamiento de Parménides es que el ser real podía percibirse solo a través de la razón y no por los sentidos. Es decir, que solo podía accederse de forma efectiva y verídica al conocimiento verdadero a través de la racionalidad, no por medio de las sensaciones.
Gracias a esta concepción se considera que Parménides fue el filósofo que dio origen al idealismo propuesto por Platón. Según Parménides, el ser es permanente y único, e indica que la contradicción interna impide el pensamiento direccionado hacia la búsqueda del ser.
Vías para llegar al conocimiento
El pensamiento de Parménides subraya que existen dos formas de llegar al conocimiento; la vía de la verdad, denominada alétheia; y la vía de la opinión, denominada dóxa.
Para Parménides, la forma válida de llegar al conocimiento es a través de la primera vía, e indica que la segunda está repleta de contradicciones y de conocimiento que no es real, sino que solo aparenta serlo.
La vía de la opinión tiene su punto de partida en el no-ser; es decir, en elementos no reales, no verídicos, que no existen. Según Parménides, tomar la vía de la opinión implica aceptar el no-ser, lo que considera fuera de lugar.
En cambio, la vía de la verdad busca constantemente hacer referencia al ser, nombrarlo y darle toda la importancia necesaria. Debido a esto, Parménides indica que esta es la única vía para aproximarse al conocimiento real.
De esta forma, el filósofo establece que el pensamiento y la realidad deben coexistir armónicamente, sin ninguna contradicción u objeción.
La razón como base de la percepción
Para Parménides, solo deben considerarse las percepciones basadas en la razón, que son las que permiten acercarse al conocimiento de manera más fructífera.
Parménides indicó que cuando las percepciones responden a los sentidos, solo será posible conseguir elementos desestabilizadores, porque estos solo hacen eco de un contexto que está en constante transformación.
Entonces, la realidad que se muestra como resultado de la percepción a través de los sentidos realmente no existe, es una ilusión. Es solo una apariencia de la realidad, pero no se trata de la realidad como tal.
El ser como algo eterno
Parménides también establece que el concepto de ser está asociado necesariamente al concepto de eternidad. El argumento para explicar esto es que si el ser se transforma en otra cosa, entonces ya no es, deja de ser, por lo que se convierte en un no-ser, y esto es imposible.
Entonces, según Parménides, el ser no cambia ni se transforma de ninguna manera, sino que simplemente es, siempre es igual en toda su extensión y constitución.
Con relación al nacimiento del ser, Parménides reflexiona sobre esto estableciendo que el ser no pudo haber sido creado, porque ello implica que hubo un tiempo en el que no existía, y si algo no existe, no es.
Por el contrario, Parménides brinda al ser un carácter eterno, imperecedero, perdurable, que no puede nacer ni morir, porque ello implicaría que dejaría de ser.
Indivisibilidad
Asimismo, según Parménides el ser es indivisible. Para este filósofo, la división implica la existencia del vacío; es decir, del no-ser. Por ello, es imposible que el ser sea divisible, debe considerársele una sola unidad.
Para explicar este concepto, Parménides define al ser como una esfera en la que todos los espacios están conformados por lo mismo, tienen el mismo tamaño y los mismos elementos constitutivos.
Así, puede apreciarse como algo que no puede separarse y que es igual a sí mismo en todas sus áreas.
Otro elemento importante de esta esfera es su limitación. Parménides establece que existen unos límites que engloban al ser, como consecuencia de la noción de que el ser no está sujeto a cambios y transformaciones, sino que corresponde a una unidad.
Concepto de arjé
Desde hacía muchos años, los filósofos griegos habían estado reflexionando sobre el origen de todas las cosas, y a ese elemento originario lo llamaron arjé. Cada filósofo asociaba este arjé con un elemento en particular: para algunos se trataba de un único activador y para otros se trataba de una conjunción de elementos.
Para Parménides, el arjé no era un elemento externo, sino la misma capacidad de ser, de existir, que era una característica común de todos los seres.
Esta aproximación fue novedosa, dado que las otras interpretaciones del arjé estaban supeditadas a elementos exteriores, provenientes de la naturaleza.
En cambio, lo que propuso Parménides fue ubicar ese origen de las cosas, que es igual en todos los seres, desde una visión mucho más racional, dejando de lado la visión naturalista tradicional de aquella época.
Parménides indicó entonces que todo lo que existe, es; en cambio, lo que no existe (como la oscuridad o el silencio) no es. Según Parménides, aquello que existe resulta eterno e inagotable, y no puede provenir del no-ser, debido básicamente a que este no existe.
El hecho de “ser” implica que todas las unidades del ser son iguales; Parménides argumentó que solo el no-ser puede ser diferente entre sí, porque es el que crea discontinuidad e interrupciones dentro de sí mismo.
El ser no puede crear estas discontinuidades, porque entonces se convertiría en no-ser. Además, Parménides estableció que el ser, en esencia, no puede moverse ni cambiarse, porque de hacerlo se trataría entonces de un no-ser. Por ello, este filósofo considera que el ser es inmutable.
Obras de Parménides
Sobre la naturaleza
La única obra conocida de Parménides fue su poema filosófico titulado Sobre la naturaleza. En este poema, Parménides trata diversos temas como el ser, la verdad, el origen de los dioses y la naturaleza misma.
La mayor novedad del poema fue la metodología de su argumentación, la cual Parménides desarrolló con rigor. En su argumentación, realizó una discusión de principios que sientan axiomas específicos y persiguen sus implicaciones.
Aportes de Parménides
Desarrollo de la escuela eleática
Entre sus aportes estuvo el desarrollo de la escuela eleática. Allí, Parménides se involucró en una actividad filosófica que pretendía dar razones que explicaran la forma en que se catalogaba al ser desde las ideas de esta escuela.
Mientras algunos autores afirman que Parménides fue el fundador de la escuela eleática, otros sostienen que fue Jenófanes el verdadero fundador. A pesar de ello, hay consenso en que Parménides es el filósofo más representativo de dicha escuela.
Discusiones filosóficas
Entre las contribuciones de Parménides, puede contarse sus críticas a Heráclito, el cual expresaba los principios de transformación e ilustraba que no existía un ser inmóvil que permaneciera siendo el mismo.
Según Parménides, Heráclito hacía todo imposible cuando hablaba de que todo fluía y nada permanecía. Esta discusión entre presocráticos ha sido uno de los pilares del desarrollo de la filosofía y muchos autores aún trabajan sobre estas ideas.
Materialismo
En su obra, Parménides desarrolla ideas cercanas al materialismo, que propiciaron el desarrollo de esta corriente de pensamiento.
Las consideraciones de Parménides sobre el movimiento y la permanencia del ser son catalogadas por algunos como ideas del materialismo. Esto basado en que dichas ideas niegan un mundo ilusorio de cambio y movimiento y se centran en lo material, existente e inamovible.
Influencia sobre la filosofía de la negación
Algunos filósofos han basado su trabajo en lo que consideran como la negación del mundo sensible por parte de Parménides. Dicha consideración ha llevado al desarrollo de la filosofía idealista, a pesar de que esta negación no se encuentra expresada literalmente en la obra de Parménides.
Diversas interpretaciones de la forma en que escribió su poema Sobre la naturaleza, aseguran que Parménides no solo negaba la existencia del vacío como un vacío físico, sino que negaba la existencia del mundo sensible como tal.
Referencias
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