Filosofía

Empédocles: quién fue, biografía, filosofía, aportes


Empédocles de Agrigento (490-430 a.C.) fue un filósofo, poeta, político y médico griego, célebre por sus postulados que fluían entre la racionalidad y el misticismo. Los aportes de Empédocles más destacados son la idea de los cuatro elementos que forman al ser humano, el ciclo cósmico y una teoría sobre el origen de los seres vivos.

Nacido de una familia influyente, logró obtener altos grados de educación en diversas áreas, siendo prolífico en la filosofía, el estudio de la naturaleza y el quehacer político. Llegó a tener fama de mago, sanador y revelador de verdades. 

A lo largo de su vida ocupó diferentes cargos públicos y viajó para transmitir sus ideas. Logró derrocar la oligarquía que imperaba en su natal Agrigento y buscó reestablecer la democracia.

Escribió muchas de sus obras (casi totalmente perdidas) en versos, lo que establece aún más el misticismo que le rodeó siempre. A él se le atribuyen muchas ideas tempranas sobre la dualidad razón-sentido, el eclecticismo, la selección natural y la lucha por la democracia.

Biografía de Empédocles

No hay muchos datos sobre su vida. A este filósofo griego se le conoció como Empédocles de Agrigento, dado que esa fue su ciudad natal. Además de filósofo, Empédocles también se desempeñó en la Antigua Grecia como político y poeta.

Tal como en el caso de otros personajes de la época, no se tiene certeza de en qué fecha nació. Sin embargo, Diógenes Laercio asegura que durante la 84a Olimpíada (444-440 a.C.), Empédocles tenía 40 años. 

En cuanto a su historia familiar, se sabe que su familia era de origen noble, por lo que se trataba de personas privilegiadas y bien acomodadas en la sociedad del momento.

Se sabe que el padre de Empédocles fue Metón, personaje que en el año 470 a.C. participó activamente en el proceso político que tuvo como objetivo vencer y derrocar a Trasideo, un tirano que gobernaba la ciudad de Agrigento.

El abuelo de Empédocles, que tenía el mismo nombre, también tuvo protagonismo en su época, pues se dedicaba a criar caballos y se convirtió en el ganador indiscutible en las competencias que se produjeron en las 71a Olimpíadas, en Olimpia.

Los datos anteriores dan fe de que la familia de Empédocles tenía importante presencia en la sociedad. Gracias a esta situación favorable, tuvo la posibilidad de acceder a estudios de alta calidad.

Primeros años

Cuando Empédocles era pequeño, la ciudad en donde vivía, Agrigento, se consideraba uno de los asentamientos más poderosos e influyentes de Grecia.

Esto ocurrió mientras gobernaba Terón, cuya característica emblemática como gobernante era que daba énfasis claro y prioritario a la religión y al arte, aspectos de vital importancia para los habitantes de Agrigento. Por esto esta ciudad se convirtió en centro artístico y de referencia para toda la región.

Acción política

El gobernante Terón murió y su hijo Trasideo tomó el control. Más tarde fue derrocado por un movimiento en el que el padre de Empédocles estuvo involucrado.

El derrocamiento de Trasideo generó el escenario para la instauración de una democracia, y el filósofo Empédocles participó en la creación de este contexto.

Por ejemplo, una de las acciones en las que participó Empédocles fue ayudar a destituir a la llamada Asamblea de los Mil, una organización de carácter oligárquico que cumplía funciones legislativas dentro de la sociedad.

Empédocles fue amante de la democracia y todas sus acciones estuvieron enfocadas en conseguirla y defenderla, tanto que parte de sus acciones se dirigieron a convencer a los habitantes de Agrigento de dejar de enfrentarse en nombre de distintos partidos, y concebir una unidad política para buscar la igualdad entre los ciudadanos.

Según distintos registros históricos, el compromiso de Empédocles fue tal que rechazó de forma sistemática todo cargo que los miembros de la sociedad del momento quisieran ofrecerle.

Esta actitud respondía a su visión de la democracia, y sus señalamientos e interpretaciones le hicieron ganar adversos a su causa, que eventualmente actuaron en su contra y lo desterraron de su tierra natal.

Faceta de médico

Empédocles también se caracterizó por ser un médico ejemplar. Incluso hay referencias que indican que pudo haber sido el creador de la escuela siciliana de medicina, aunque aún no se le atribuya del todo por ser Acrón, amigo de Empédocles, otro posible filósofo fundador.

En cualquier caso, según los registros hallados, Empédocles ejerció la medicina de forma muy eficiente, y aunque hay muchas historias que magnifiquen su actuación médica, puede afirmarse que fue un buen practicante de la medicina.

Fallecimiento

Sobre las características de la muerte de Empédocles existen muchas historias. Hay algunas que establecen que se lanzó al volcán Etna con la finalidad de asegurarse de la relación existente entre él y la naturaleza, aunque esta versión en particular se desmintió.

Otra versión da cuenta sobre la supuesta divinidad del personaje, pues narra el hecho de que tras una fiesta, un sirviente escuchó una voz que llamaba a Empédocles, y luego vio una luz muy brillante. Después de estos acontecimientos, el filósofo no volvió a aparecer.

Sin embargo, la versión que se considera como la más aceptada fue que Empédocles simplemente murió en Peloponeso, sitio en el que vivió después de haber sido desterrado de Agrigento.

Filosofía (pensamiento)

La filosofía de Empédocles se diferenció de la de otros filósofos de la época por varias razones. La primera, porque concibió al ente que da origen a las cosas como un conjunto de elementos esenciales, en lugar de como uno solo. Esta noción está vinculada con el concepto de arjé.

En el marco de esta concepción, Empédocles se caracterizó por percibir el ser como una fusión de los elementos esenciales, por lo que su concepción y muerte era simplemente una estructuración diferente de sus elementos esenciales.

Por ende, al momento de morir no había una destrucción como tal, sino solamente un cambio en el orden de los elementos que conforman el ser.

Dos términos principales

Por otro lado, Empédocles introdujo dos conceptos: amor y discordia. La noción de amor está vinculada con la atracción entre lo que no es igual, y el concepto de discordia tiene que ver con la atracción entre lo que es igual.

Según Empédocles, estos dos elementos existen aparte de los cuatro elementos esenciales (tierra, agua, fuego y aire) y están en constante enfrentamiento.

Indicó que ninguna de las dos nociones pueden ser absolutas: no puede haber solo amor ni tampoco puede existir solo discordia; si alguno de estos fuera el caso, el ser no podría vivir en la Tierra.

Al contrario, la tensión constante que existe entre estos dos términos es lo que ha permitido la creación del mundo con la complejidad que lo caracteriza.

Empédocles explicó que el amor participa activamente en el azar a través del cual se han generado las sustancias de origen orgánico. Según él, el amor es lo que mantiene a los elementos unidos y en armonía, por lo que el azar termina siendo concebido como parte importante de la razón del ser.

Concepto de arjé

En la Antigua Grecia, el concepto de arjé está referido a aquello que corresponde al inicio y origen de todas las cosas que se encuentran dentro del Universo.

Cada filósofo le atribuyó características y condiciones específicas, y en el caso de Empédocles, el arjé no se trataba solo de una cosa, sino más bien de un conjunto de elementos esenciales.

Es decir, Empédocles consideraba que todo está en movimiento constante y perenne, y que en este contexto se relacionan las características eternas y temporales de los seres.

Según Empédocles, los seres son temporales y transitorios, dado que todo está en constante cambio, y especialmente porque nacen y mueren. Al mismo tiempo, consideraba los seres como eternos, dado que la conformación misma de estos está estructurada por elementos esenciales y perennes.

Los elementos primordiales según Empédocles son los mismos que han considerado anteriormente otros filósofos contemporáneos a él: el fuego, el aire, el agua y la tierra.

Para Empédocles, ninguno de estos elementos era más importante que el otro, todos tenían la misma relevancia en el proceso de creación y concepción de las cosas.

Obras de Empédocles

Dada la poca información que se tiene sobre Empédocles, no existe certeza absoluta sobre cuáles fueron las obras que escribió. Sin embargo, puede confirmarse que fue autor de dos libros, aunque estudios recientes han estimado que lo más probable es que se haya tratado de una sola obra.

Los títulos asociados a la obra de Empédocles son Sobre la naturaleza de los seres y Purificaciones.

Sobre la naturaleza de los seres

En esta obra se expresa de forma concreta el concepto de arjé de Empédocles. En el texto afirma que el origen de las cosas no está en un elemento único, sino en un conjunto de elementos.

Además, indica que estos elementos tienen movilidad, y unos pueden tomar la posición de los otros, razón por la cual es posible que los seres no mueran, sino que solo se transformen.

Purificaciones

Este es un poema en el cual Empédocles hace referencia a la reencarnación de las almas. Según este filósofo, es necesario un conjunto de purificaciones para resarcirse por algún mal cometido en contra de la llamada ley de Dios; en este caso, normalmente se hacía referencia a asesinatos o a profanaciones hechas a sitios considerados como sagrados.

Empédocles consideraba que las almas eran entes aprisionados en cuerpos humanos, que habían llegado allí como consecuencia de seguir las acciones dictadas por la discordia (que ya explicamos antes). En la medida en que esta alma actuara en nombre del amor, iba a poder resarcirse de sus faltas.

Aportes de Empédocles

La naturaleza dual del Ser y los cuatro elementos

Fue quizás uno de los más multifacéticos filósofos de la Antigua Grecia. Nietzsche incluso se refirió a él como “el personaje más colorido de esta etapa”.

A diferencia de otros pensadores, Empédocles es único en su característica dual. Es decir, mientras que algunos filósofos desarrollaban ideas totalmente místicas-espirituales y otros se enfocaban en la descripción de la realidad y la razón, Empédocles retomó con seguridad ambos caminos en su pensamiento.

Por estas razones, a Empédocles se le reconoce como un ecléctico. El eclecticismo o pensamiento ecléctico es aquel que no toma posturas extremas, sino que trata de conciliar y unir las diferentes vertientes, valores o ideas presentadas.

En esta posición, Empédocles retoma los estatutos e ideas de sus antepasados, como Tales de Mileto, Anaxímenes, Heráclito y Jenófanes; ellos propusieron la existencia de diferentes elementos: fuego, agua, aire y tierra.

Empédocles propone, retomándolos, que el Ser en su totalidad se compone de estos cuatro elementos en conjunto. Como se nota en la flexibilidad de sus ideas, argumenta que el Ser es unidad y dualidad.

Antes que él, el filósofo Parménides habló sobre el Ser, y de cómo nada puede emerger de la nada, pero a la vez, todo lo que existe no puede simplemente desaparecer.

Empédocles está de acuerdo con esta tesis, sin embargo, se muestra reacio ante esta idea rígida del Ser como un “es o no es”. Para el filósofo, todo Ser tiene una doble faceta, todo Ser es transitorio.

Sobre el nacimiento y la muerte, Empédocles retoma la idea de los cuatro elementos y propone que estos nunca se convierten o cambian su forma, sino que entran en armonía con el resto de los elementos, creando así la vida de las cosas.

Según él, la vida entonces comienza con la interacción de estos elementos. Cuando estos se reacomodan, el Ser crece y se desarrolla. De esa misma manera, la muerte ocurre cuando los elementos vitales se separan y vuelven a retomar su camino.

El amor y la discordia: ciclo cósmico

Para el filósofo, existen dos fuerzas principales que rigen el cosmos: el amor y la discordia. La unión o separación de los elementos depende de la lucha de estas dos fuerzas: cuando hay amor, los elementos entran en armonía y se unen; la discordia, en cambio, causa separación y diferencia.

Estas fuerzas que rigen el cosmos se encontraban inicialmente separadas. El planeta era una esfera donde solo habitaba el amor, y la discordia se encontraba en las partes más recónditas.

Con estas raíces, el cosmos se encontraba en su estado más divino y puro, sin embargo, esta esfera que solo contenía amor era inmóvil e inactiva.

Fue hasta que la discordia comenzó a tener influencia en los elementos de la esfera que se creó la vida y el cosmos ahora se componía de cosas diferentes.

Entre más había discordia, más se separaban los elementos, y al llegar a su separación máxima se crearon cuerpos exclusivos de un solo elemento, como los océanos, el cielo y las montañas.

En cambio, entre más amor, más comunión había entre los elementos y las criaturas como el humano y los animales cobraban vida.

Empédocles se refiere a esto como el ciclo cósmico y asegura que en él se encuentran cuatro etapas:

  1. La esfera llena de amor, la discordia alejada en lo recóndito
  2. La discordia se aproxima a la esfera
  3. La esfera llena de discordia, el amor alejado en lo recóndito
  4. El amor se aproxima a la esfera

En su época, Empédocles decía que la humanidad se encontraba en la segunda etapa, donde la discordia, cada vez más cerca de la tierra, se notaba en los oscuros sucesos que afligían a la humanidad; en el pasado, en la primera etapa, la humanidad vivía en armonía con la vida. Este, según dice, es un ciclo que se repite por toda la eternidad.

El origen de los seres vivos

Teniendo una idea de la composición de las cosas, el filósofo dedicaba su tiempo a la observación de la naturaleza, las plantas, los animales y el ser humano.

Llegó incluso a proponer una muy temprana concepción de la selección natural y la evolución, estableciendo que los seres vivos con elementos en armonía serían aquellos que avanzaran más en la vida.

Según él, el balance es necesario, por lo que un humano con patas de cordero –por ejemplo– estaba destinado a desaparecer. Además, estableció que el pensamiento se genera en el corazón, y esta propuesta fue aceptada por mucho tiempo en la medicina.

Finalmente, Empédocles hablaba de estos ciclos por los que pasaban los seres vivos, indicando que cada uno de nosotros tiene que atravesar por 10.000 “reencarnaciones” para volver a nuestro estado puro y ascender con los dioses. Incluso pregonaba de sí mismo haber sido varón, hembra, pájaro y pez en el mar anteriormente.

Hay varias historias sobre su muerte, sin embargo, la más popular narra que al estar convencido de su pureza, haber sido sometido a expiación y haber vivido ya los ciclos necesarios, decidió arrojarse al volcán Etna.

Empédocles sostenía que tras su muerte sería ungido como un dios, cmentando así la imagen mística y espiritual del filósofo.

Referencias

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  4. Nietzsche, Friedrich (2003). “Empédocles”. Los filósofos preplatónicos. Madrid: Trotta.
  5. Spaemann, R. (2004) Ensayos Filosóficos: Teología natural y acción. Cristianidad : Madrid.