Helmintos: características, enfermedades, reproducción
¿Qué son los helmintos?
Los helmintos están conformados por animales pertenecientes a dos filos: platelmintos y nematodos. Se caracterizan por ser gusanos, aunque algunos son planos y otros cilíndricos. El término “helminto” significa gusano parásito, y nada más adecuado que esta definición, ya que la gran mayoría de los helmintos constituyen especies parásitas, tanto de vertebrados como el hombre, como de plantas.
Estos parásitos se encuentran ampliamente distribuidos por todo el mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo, donde las condiciones de higiene y salubridad son deficientes.
Debido a esto, son responsables de causar en sus huéspedes patologías como las teniasis, cisticercosis, la anquilostomiasis y la filariasis linfática. Muchas de estas enfermedades graves y pueden acarrear consecuencias fatales si no son tratadas oportunamente.
Características de los helmintos
Los helmintos son un grupo de gusanos que pertenecen a los organismos denominados eucariotas. La característica principal de estos es que todas sus células presentan un núcleo celular. Esta es una estructura dentro de la cual se encuentra el material genético (ADN) formando a los cromosomas.
Igualmente, estos organismos se consideran triblásticos, ya que durante su desarrollo embrionario presentan las tres capas germinativas: mesodermo, endodermo y ectodermo. Estas capas son de gran importancia, ya que es a partir de ellas que se forman los diferentes tejidos que conforman a los individuos adultos.
En lo referente a la presencia de celoma, los platelmintos son acelomados, es decir, no presentan cavidad interna. Por otra parte, los nematodos son pseudocelomados, ya que presentan una cavidad interna que se denomina pseudocele. Cabe destacar que esta no tiene su origen en el mesodermo.
Este es un grupo de animales bastante variados, pudiendo observarse especies dioicas y especies hermafroditas. Así mismo, están aquellos que se reproducen de forma sexual con fecundación interna, y aquellos que se reproducen de forma asexual. Pueden ser ovíparos y vivíparos.
En lo que respecta al estilo de vida, si bien es cierto que la gran mayoría son parásitos, también hay unas cuantas especies que son de vida libre, limitadas preferentemente a los hábitats acuáticos.
Taxonomía
La clasificación taxonómica de los helmintos es la siguiente:
-Dominio: Eukarya
-Reino: Animalia
-Filo: Platyelminthes y Nematoda
Clase: El filo platyhelminthes incluye tres clases: Trematoda, Cestoda, Monogenea y Turbellaria. El filo nemátoda está conformado por dos clases: Adenophorea y Secernentea.
Morfología
Tomando en cuenta que el grupo de los helmintos se encuentra conformado por organismos de dos filos distintos, a continuación se especificará la morfología de cada uno por separado.
Nematodos
Los nematodos, también conocidos como gusanos redondos, presentan un cuerpo de forma cilíndrica, que no está dividido en segmentos, sino que presentan una superficie lisa, cuya capa externa es una cutícula de contextura resistente.
En estos animales se observa un marcado dimorfismo sexual, siendo las hembras mucho más grandes que los machos. Igualmente, el cuerpo de las hembras termina de forma puntiaguda, en tanto que el de los machos lo hace en una curvatura característica.
Así mismo, el macho tiene en su extremo posterior unas estructuras similares a espinas que se denominan espículas. Estas son usadas durante la copulación.
Platelmintos
Contrario a los nematodos, los platelmintos son conocidos como gusanos planos. De manera general, su cuerpo no se encuentra segmentado, a excepción de los parásitos de la clase Cestoda (como las tenias) que si tienen un cuerpo dividido en segmentos o proglótides.
La longitud de los platelmintos es variable y esta determina la forma que puede tener el animal. En el caso de los que son de corta longitud, adoptan una forma foliciacea o de hoja, en tanto que en los gusanos que son de gran longitud, adquieren forma de cinta.
En los platelmintos no hay dimorfismo sexual porque la mayoría de las especies que se encuentran en este grupo son hermafroditas, es decir, presentan ambos tipos de órganos reproductores, femeninos y masculinos.
Clasificación de los helmintos
Nemátodos
Los nematodos están conformados por dos clases: Adenophorea y Secernentea.
Adenophorea
Son nematodos que se encuentran exclusivamente en ambientes acuáticos, ya sean de agua dulce o marinos. La mayoría de las especies que se incluyen aquí son de vida libre y por lo tanto no revisten ningún tipo de peligro o amenaza hacia el hombre o ningún otro vertebrado.
Secernentea
Está conformada principalmente por gusanos de hábitats terrestres y de hábitos parásitos. La mayoría parasitan el tracto intestinal de vertebrados como el ser humano. Los miembros de esta clase son gusanos en los que se evidencia notablemente el dimorfismo sexual que ya se ha mencionado.
Platelmintos
Los platelmintos son un grupo muy amplio de seres vivos, que se clasifica principalmente en cuatro clases: turbellaria, cestoda, trematoda y monogenea.
Clase Turbellaria
Aquí se encuentran ubicados los platelmintos de vida libre, es decir, aquellos que no llevan un estilo de vida parásito, por lo que no requiere de vivir en el interior de otros seres vivos para alimentarse de ellos.
Se caracterizan porque son de reducido tamaño (entre 1 y 4 cm de longitud aproximadamente), aplanados en sentido dorsoventral y encontrarse tanto en hábitats de agua dulce como en hábitats de agua salada.
En ocasiones, los turbelarios exhiben, a nivel físico, una serie de patrones coloridos muy llamativos.
Clase Cestoda
Esta clase incluye aproximadamente a más de 3500 especies. Está conformada principalmente por endoparásitos del tracto intestinal de ciertos mamíferos como el ser humano, perros y gatos.
Su cuerpo se encuentra cubierto por una cutícula protectora y además se encuentra dividido en proglótides, cada cual con órganos reproductores tanto femeninos como masculinos. Presentan desarrollo indirecto y no tienen órganos digestivos.
Clase Trematoda
Son las famosas “duelas”. Son parásitos de reducido tamaño, en comparación con otros platelmintos. Su cuerpo también está cubierto por una cutícula que le da protección. Así mismo, el cuerpo no está dividido en segmentos ni zonas.
Además presentan dos ventosas, una a nivel ventral y la otra en el área oral. Entre las especies más representativas de esta clase se encuentran: Fasciola hepática, Schistosoma mansoni y Schistosoma mekongi, entre otros conocidos patógenos del ser humano.
Clase monogenea
Comprende un total de 1000 especies aproximadamente. Está constituido por ectoparásitos que normalmente se fijan al cuerpo de vertebrados como peces, reptiles y anfibios.
Son parásitos muy pequeños, pues apenas alcanzan los 2 cm de longitud. Su cuerpo, cubierto de cutícula protectora, no se encuentra dividido. Igualmente presentan órganos de fijación, principalmente ventosas, aunque también pueden presentar ganchos. A través de estos se fijan y mantienen unidos al cuerpo de sus hospedadores. Los monogéneos no parasitan al ser humano.
Reproducción
Platelmintos
En el grupo de los platelmintos se pueden apreciar los dos tipos de reproducción que existen: asexual y sexual.
Reproducción asexual
En este tipo de reproducción, no es necesaria la unión o fusión de gametos, así como tampoco la interacción de dos individuos de sexos distintos. Aquí, a partir de un único individuo, se pueden originar otros descendientes, los cuales van a ser genética y fenotípicamente idénticos al progenitor.
Los platelmintos se reproducen de forma asexual a través de un proceso que se conoce como fragmentación. Este consiste en que, a partir de un fragmento de un organismo, es posible que se regenere un individuo completo. Esto siempre y cuando las condiciones ambientales sean las ideales para propiciarlo.
Este proceso de fragmentación ocurre gracias a que algunas de las células de los platelmintos conservan una propiedad denominada totipotencia. Esta se define como la capacidad que tienen ciertas células de transformarse en cualquier tipo de células, para formar diversos tejidos.
Pues bien, cuando algún platelminto sufre un traumatismo, las células del fragmento libre comienzan a experimentar un proceso de división celular y diferenciación, el cual permite que se formen nuevamente los diferentes tejidos que constituyen a un individuo, hasta que se desarrolla un individuo adulto completo.
Reproducción sexual
La reproducción sexual es el tipo de reproducción más frecuente entre estos animales. A pesar de que son hermafroditas, la autofecundación no es vista con mucha frecuencia.
Durante el proceso de reproducción, siempre va a haber un animal que va a ejercer el papel de macho y otro que va a ejercer el papel de hembra. En el caso de este último, los óvulos que han sido producidos por su útero, son llevados hacia una cámara denominada ootipo.
Aquí también convergen las células vitelinas, las cuales tienen una gran cantidad de nutrientes que van a contribuir en el desarrollo exitoso de los nuevos individuos.
Posteriormente son conducidos al útero, que es en donde se van a encontrar con los espermatozoides. Debido a que la fecundación en estos animales es interna, se hace necesario que el animal que actúa como macho introduzca su órgano copulador o pene, conocido también como cirro, con la finalidad de liberar allí los espermatozoides.
Una vez ocurre esto, los espermatozoides fecundan a los óvulos, formándose de esta manera los huevos. Cada individuo es capaz de producir una cantidad impresionante de huevos.
Ahora bien, dependiendo de la clase, hay algunos que tienen desarrollo directo, como los turbelarios y monogéneos. En tanto que hay otros, como los tremátodos y cestodos que presentan un desarrollo indirecto, es decir, atraviesan uno o varios estadios larvarios.
Nemátodos
En el grupo de los nemátodos, también se presentan ambos tipos de reproducción: asexual y sexual.
Reproducción asexual
A pesar de que es la forma menos común de reproducción, está presente en algunas especies. De entre todos los tipos de reproducción asexual que existen, en los nematodos se presenta la partenogénesis.
En este tipo de reproducción lo que ocurre es que los óvulos no fecundados experimentan diversas divisiones de tipo mitótico hasta convertirse en un individuo adulto.
Reproducción sexual
Es el tipo de reproducción más común entre los nematodos. La fecundación es interna. Para que esta ocurra, el macho hace uso de las espículas que tiene en el extremo posterior de su cuerpo para poder introducir el esperma en su interior.
Una vez ocurre la fecundación, cada hembra está en la capacidad de poner un aproximado de miles de huevos, los cuales son liberados al exterior del huésped en sus heces.
Alimentación
La alimentación de estos animales depende de la clase y del estilo de vida que tienen. En el caso de aquellos que llevan vida libre, es decir, que no son parásitos, son carnívoros. Estos se alimentan de pequeños animales como crustáceos o moluscos. Unas pocas especies son herbívoras y se alimentan de restos de algas que se encuentran adheridos a las rocas de su hábitat.
Por otra parte, hay otro grupo de helmintos que son parásitos de vertebrados como el ser humano. Estos parásitos, en ocasiones, no tienen un tracto digestivo con el que asimilar propiamente el alimento. Es por esto que se alimentan a través de un proceso de difusión en el que absorben los nutrientes que son ingeridos por su huésped.
Finalmente, hay unos helmintos que se fijan directamente en la pared intestinal del huésped y se alimentan de la sangre que absorben allí, por lo que se les considera hematófagos.
Enfermedades transmitidas por los helmintos
Teniasis
Es una de las parasitosis más comunes en el ser humano. Es causada por cestodos del género Taenia, especialmente Taenia solium y Taenia saginata. El ser humano ingiere los huevos del parásito, ya sea en agua contaminada o en alimentos lavados con esta agua.
Debido a que el parásito se fija en el intestino del ser humano, los síntomas tienen que ver con el tracto digestivo. Entre estos se pueden mencionar: dolor abdominal, malestar estomacal, pérdida de peso (ocasionada porque el parásito absorbe los nutrientes que ingiere el huésped), pérdida del apetito y malestar general.
Elefantiasis
También se conoce con el nombre de filariasis linfática. Se origina por la obstrucción de los vasos linfáticos por un parásito nematodo conocido como Wuchereria bancrofti. Este parásito requiere, en su ciclo de vida de un huésped definitivo (ser humano) y de un vector, que es quien los inocula en el huésped. Entre los vectores más frecuentes están los mosquitos de los géneros Aedes y Anopheles.
Los síntomas más frecuentes de esta patología son: fiebre e hinchazón o edema de algunas partes del cuerpo como miembros superiores e inferiores, mamas o genitales. La piel que recubre los sitios hinchados se engrosa y pierde su elasticidad natural. Así mismo, el dolor intenso es otro de sus síntomas característicos.
Tricuriasis
Es una patología ocasionada por el helminto Trichuris trichiuria. La infección se adquiere por la ingestión de alimentos contaminados por el parásito o por agua contaminada. Este parásito se aloja en el intestino del huésped, ocasionando graves daños allí.
Entre los síntomas más destacados se pueden mencionar: fiebre elevada, diarrea de aspecto mucoso o sanguinolento, disminución del apetito, déficit nutricional y la consiguiente anemia.
La tricuriasis es una infección muy común que se encuentra ampliamente expandida por todo el mundo, especialmente en aquellos lugares en los que las condiciones de salubridad son deficientes.
Cisticercosis
Esta es una infección que también es causada por platelmintos del género Taenia, específicamente por la llamada tenia porcina. El ser humano ingiere los huevos del parásito al comer carne de cerdo mal cocinada. Esos huevos forman quistes que se fijan en diferentes tejidos como el cerebro y los músculos.
Los síntomas de esta infección dependen del sitio en el que se hayan alojado los quistes. Sin embargo, se pueden mencionar: síntomas semejantes a los que se presentan cuando hay un tumor cerebral, pérdida de la visión, insuficiencia cardiaca y debilidad general, entre otros.
Esquistosomiasis
Es una infección ocasionada por parásitos de la clase Trematoda, específicamente los del género Schistosoma. Durante su ciclo de vida, requiere de un hospedador intermedio, un caracol, el cual libera los huevos del parásito al suelo.
El ser humano se contamina cuando las larvas que están presentes en el suelo atraviesan la barrera de la piel y se incorporan al torrente sanguíneo. En los vasos sanguíneos se convierten en adultos y comienzan a producir huevos.
Entre los síntomas que presenta una persona infectada por este parásito, se pueden destacar: diarrea sanguinolenta, sangre en la orina y malestar abdominal. Si la infección progresa sin tratamiento, se puede producir agrandamiento del hígado o del bazo.
Fascioliasis
Esta es una infección cuyo agente causal son parásitos tremátodos del género Fasciola, siendo con frecuencia Fasciola hepática el principal agente causal.
Los parásitos se alojan principalmente en el interior de los conductos biliares. Los síntomas de esta infección son: fiebre muy elevada, diarrea, náuseas, anorexia, anemia, acumulación de líquido en el abdomen (ascitis), incremento del tamaño del hígado (hepatomegalia) y del bazo (esplenomegalia), así como también ictericia.
Anquilostomiasis
Es una infección ocasionada por los nematodos Ancylostoma duodenale y Necator americanus. El ser humano la adquiere cuando las larvas de algunos de estos parásitos penetran la piel y entran al torrente sanguíneo. Estos parásitos pueden causar múltiples daños en diversos tejidos del ser humano, por los cuales circula.
Entre los síntomas más característicos de esta patología están: problemas cutáneos (prurito, erupciones, edema, diarrea, náuseas, mareos frecuentes, anemia, palidez y pérdida del apetito, entre otros.
Referencias
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