Botánica

Cocos nucifera: características, hábitat, usos, cuidados


Cocos nucifera es una especie de palmera monotípica de tronco solitario, perteneciente al orden Arecales de la familia Arecaceae. Conocido comúnmente como coco, cocotero, palma de coco o coconut palm, es una de las especies más reconocidas en el trópico por su alto valor económico, social y cultural.

El cocotero es una palma erecta de porte alto o medio, de tronco delgado ensanchado en la base con la corteza ligeramente fisurada de color gris-parda. Esta especie crece a lo largo de las zonas costeras y arenosas tropicales y subtropicales en ambiente cálidos y húmedos.

El cultivo del cocotero constituye una de las explotaciones agrícolas de más larga tradición desde tiempos ancestrales. Así, su gran adaptabilidad a diferencias ecosistemas, utilidad y la habilidad del fruto de migrar a través del mar han favorecido su amplia distribución.

El cocotero se comercializa por las diversas propiedades de su fruto o como planta ornamental, siendo fuente de alimento, bebida, fibra y aceite. Se emplea así mismo como material de construcción y materia prima para cosmetología, farmacología, carpintería, jardinería y medio de combustión.

Índice del artículo

Características generales

Morfología

El cocotero es una palmera monoica de tallo firme y solitario, recto o ligeramente inclinado, de 10-20 m de altura y 40-50 cm de diámetro. El tronco posee anillos espaciados y fisuras verticales, siendo más grueso en la base y estrecho hacia la parte superior.

Las hojas pinnadas de 2-4 m de longitud presentan foliolos coriáceos de 55-75 cm de largo de color verde amarillento. Las inflorescencias protegidas inicialmente por una espata de 70 cm de longitud, se ubican en posición axial en las hojas inferiores.

El fruto es una nuez ovoide u obovada cubierta de fibras, de 20-30 cm de largo y de 1,5-2,5 kg de peso. El endocarpio es de apariencia leñosa de color marrón oscuro con tres poros germinativos (hoyos, ojos) a nivel de la base.

El albumen o pulpa de color blanco es comestible, así como el líquido, rico en metabolitos y sales minerales. El fruto tarda de 5-6 meses para alcanzar su máximo tamaño y logra la madurez fisiológica a los 10-12 meses.

Taxonomía

– Reino: Plantae.

– División: Magnoliophyta.

– Clase: Liliopsida.

– Orden: Arecales.

– Familia: Arecaceae.

– Subfamilia: Arecoideae.

– Tribu: Cocoeae.

– Subtribu: Butiinae.

– Género: Cocos.

– Especie: Cocos nucifera L.

Sinonimia

– Coccus Mill. (1754).

– Calappa Steck (1757).

– Coccos Gaertn. (1788), orth. var.

Etimología

– Cocos: el nombre del género proviene de vocablo portugués “coco” por la apariencia a una máscara con los dos ojos y la boca abierta.

– nucifera: el adjetivo especifico deriva del latín “nucifer-a-um” que significa “que produce nueces”.

Hábitat y distribución

El origen del cocotero es incierto, aun cuando se ha establecido en la región tropical indo-malaya del pacífico oriental. Esta afirmación se sustenta en el alto grado de diversidad genética en esta región asiática-pacífica.

En efecto, el coco se encuentra distribuido a lo amplio de las regiones pantropicales desde tiempos remotos. De hecho, existen evidencias de la presencia de plantaciones de coco a lo largo de la costa pacífica de Centroamérica, Brasil, Venezuela, Mozambique, India, Indonesia, Malasia, Filipinas y Tanzania.

El hábitat natural del Cocos nucifera se ubica en las playas arenosas de las regiones tropicales de los océanos Pacifico e Índico, y el mar Caribe. Las plantaciones se pueden establecer en regiones de clima caliente desde el ecuador hasta los paralelos 28º-32º en ambos hemisferios.

Cocos nucifera es una especie que se adapta a las condiciones agroclimáticas características de las regiones costeras intertropicales. De hecho, crece en suelos arenosos y sueltos en ambientes cálidos, de alta humedad ambiental, fotoperiodos estables y precipitaciones promedio de 750 mm anuales.

El cocotero tolera altos niveles de salinidad del suelo, lo que favorece su crecimiento y desarrollo donde otras plantas no se pueden establecer. Así mismo, los vientos fuertes no lo afectan: más bien contribuyen con la polinización, fecundación de las flores y dispersión del fruto.

Es susceptible a las bajas temperaturas, los suelos compactos o arcillosos, la altitud y la baja humedad ambiental. Debido a ello, no se localiza en zonas secas como las costas mediterráneas y las zonas costeras al sur de Perú y norte de Chile.

Al respecto, es común su presencia en zonas intertropicales con alta humedad relativa y temperaturas promedio superiores a 13-15º C. Ambientes propios son el sur de Florida, Hawái, las Islas Canarias y el norte de Argentina.

Usos

La planta del cocotero es ampliamente usada por el hombre debido a sus múltiples aplicaciones. La madera del tronco es empleada para la construcción, y las hojas secas son adecuadas como cobertura o mampara de techos rústicos.

La pulpa seca o copra contiene 60-70% de aceites (lípidos), 15-20% de carbohidratos y 5-6% de proteínas. El aceite de coco se utiliza para la elaboración de manteca de cacao, margarinas, jabones, lociones, cremas y diversos productos cosméticos.

En algunas zonas se consume directamente la savia de las inflorescencias, pero a través de fermentación se obtiene una bebida alcohólica denominada “vino de coco”. El agua del fruto es altamente nutritiva y refrescante, y contiene vitaminas y minerales, siendo consumida de forma directa como bebida.

Las fibras que rodean el coco son usadas como sustrato en jardinería, y para la fabricación de cuerdas, esteras, cepillos, cestas y alfombras. Así, el polvo resultante de la fibra de coco se utiliza como material aislante en contrachapado, como material de empaque o suplemente alimenticio para el ganado.

La cascara o concha del coco es materia prima para la elaboración de utensilios de cocina, como cucharas, cucharones, tazas, tazones, cajas o juguetes. Así mismo, la concha molida se emplea como aditivo en la elaboración de plásticos para proporcionar lustre y resistencia a la humedad.

Como planta medicinal, el cocotero y sus frutos son utilizados por sus propiedades antihemorrágicas, antisépticas, astringentes, bactericidas, diuréticas, emolientes, laxantes y vermífugas. El cocimiento de la concha fibrosa es usado como purgante y antihelmíntico; la pulpa es empleada para elaborar un jarabe de propiedades pectorales; y el humo de la cáscara se usa como sahumerio para aliviar el dolor de muelas.

Cuidados

El establecimiento de una plantación de cocoteros se realiza a partir de plantillas obtenidas de semillas sanas libres de daños mecánicos, plagas o enfermedades. La plantilla ideal debe tener más de cuatro meses de germinada, tamaño superior a un metro de altura y una hoja pinnada.

Es recomendable seleccionar plantillas de la misma edad y tamaño para lograr una plantación uniforme en cuanto a tamaño y producción. La siembra se realiza en terrenos libres y desmalezados, libres de árboles o arbustos, ya que el cocotero requiere plena exposición solar.

La preparación del suelo requiere mecanización como el pase de rastra. En suelos muy mecanizados es necesario un pase de subsolador para romper el piso de arado. La siembra se realiza según la variedad, siendo común el arreglo triangular (8x8x8 m) o cuadrado (8×8 m), alineando la plantación en dirección este-oeste.

Al momento de la siembra en campo, se aplica una solución fungicida a las plantillas para evitar el desarrollo de hongos. También se añade materia orgánica a base de compost en el hoyo de siembra (2-5 kg/hoyo).

Durante la siembra es necesario compactar el suelo para evitar bolsas de aire que favorezcan la pudrición de las raíces. Así mismo, se debe mantener un montículo de tierra alrededor de la plantilla para que el agua de riego drene y no ocasione encharcamientos.

Como medida de prevención durante el establecimiento del cultivo o primeros cinco años, se debe mantener un control estricto de malezas. Lo ideal es mantener limpio un radio de un metro alrededor de la plantilla para evitar la competencia por luz y agua.

Prácticas culturales

Riego

El cocotero tolera largos periodos secos, pero en cultivos comerciales es necesario la aplicación de riegos frecuentes durante el establecimiento del cultivo. Para ello se deben tener en cuenta la edad de la planta, las condiciones climáticas y el tipo de suelo.

Fertilización

La fertilización es primordial para lograr plantas productivas, siendo determinada por la edad, análisis de suelo, variedad, densidad de siembra y riego. El cocotero requiere altos niveles de nitrógeno durante el establecimiento y potasio durante la producción, así como niveles medios de fosforo, magnesio y azufre.

Plagas y enfermedades

Las plagas más comunes del cocotero incluyen el picudo del cocotero (Rhynchophrus palmatum) y los ácaros (Eriophyes gerreronis). Así como la chicharrita pálida (Myndus crudus), vector de la enfermedad amarillamiento letal del cocotero.

La enfermedad de mayor incidencia en vivero es la mancha de la hoja causada por el hongo Helminthosporium sp. En plantaciones se presenta el amarillamiento letal del cocotero (ALC), enfermedad causada por un micoplasma y la pudrición del cogollo causada por el hongo Phytophthora palmivora.

Además, es frecuente el sangrado del tallo o mal hemorrágico causado por Thielaviopsis ethaceticus y el tizón de la hoja por Pestalotia palmarum. La enfermedad denominada anillo rojo del cocotero es causado por el nemátodo Rhadinaphelenchus cocophilus, que afecta la zona central del tallo, raíces, y peciolo hasta el fruto.

El manejo de las plagas y enfermedades en el cultivo del cocotero se realiza de manera integral. Las prácticas culturales como el control de malezas, distancia de siembra, eliminación de hojas secas o mejoras del drenaje evitan la presencia de patógenos.

El control biológico permite regular el umbral de daño económico de ciertas plagas. No obstante, cuando las plagas o enfermedades han alcanzado una gran incidencia se requiere la aplicación de pesticidas.

Referencias

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