Flora y fauna de la Antártida: especies representativas
La flora y fauna de la Antártida es la menos diversa de todos los continentes, debido a las condiciones climáticas extremas de este territorio. La Antártida está cubierta en un 98% por una capa de hielo de hasta 2.500 metros de espesor, con temperaturas que alcanzan los -90 °C y precipitaciones de 200 mm anuales en forma de nieve.
Además, los seres vivos deben resistir constantes vientos que superan los 100 Km/h. En esas condiciones es imposible el desarrollo de una cubierta vegetal y por tanto la existencia de una fauna diversa.
Sin embargo, en zonas costeras limitadas del lado occidental, se dan condiciones algo adecuadas para la vida. Por tanto, es allí y en el océano circundante donde habita la mayor parte de la flora y fauna de la Antártida.
La flora se limita a tres especies de plantas con flores, una de las cuales es introducida, además hay unas 750 especies de hongos. En tanto de líquenes hay 400 especies y los musgos y hepáticas suman 125 especies.
Por su parte, la fauna observable en el medio terrestre es limitada y estrechamente vinculada al medio marino. Salvo algunos insectos, el resto de la fauna es considerada bajo la calificación de fauna marina, incluidas las aves.
Índice del artículo
- 1 Fauna de la Antártida
- 1.1 Focas (familia Phocidae)
- 1.2 Lobos marinos (familia Otariidae)
- 1.3 Delfines y orcas (familia Delphinidae)
- 1.4 Ballena azul (Balaenoptera musculus subespecie intermedia)
- 1.5 Pingüinos (familia Spheniscidae)
- 1.6 Petrel gigante del sur (Macronectes giganteus)
- 1.7 Peces hielo (suborden Notothenioidei)
- 1.8 Krill antártico (Euphausia superba)
- 2 Flora de la Antártida
- 3 Referencias
Las llamadas focas verdaderas se caracterizan por no tener orejas, quedando los oídos reducidos a aberturas sin pabellón. Se trata de mamíferos marinos con cabeza pequeña redondeada y bigotes parecidos a los de los felinos, con patas de extremos aplanados que funcionan como aletas para el nado.
Entre las especies que se encuentran en la Antártida están la foca de Weddell (Leptonychotes weddellii) y la foca cangrejera (Lobodon carcinophagus). Al igual que la foca leopardo (Hydrurga leptonyx) y la foca de Ross (Ommatophoca rossii).
Los lobos marinos poseen un cuerpo similar a las focas, pero a diferencia de estas si poseen orejas visibles, aunque muy pequeñas. Por otra parte, se desplazan mejor en tierra que las focas, debido a que poseen músculos pectorales y aletas delanteras más desarrollados.
De hecho son capaces de erguir el pecho y cabeza del suelo. En la Antártida habitan el lobo marino antártico o lobo fino antártico (Arctocephalus gazella) y el lobo marino (Mirounga leonina).
Los delfines son mamíferos acuáticos dentados que cazan por ecolocalización (emiten sonidos agudos que impactan en los obstáculos y rebotan, siendo captados en un órgano que les permite localizar dicho objeto). Estos cetáceos poseen una gran aleta dorsal, aletas pectorales y una cola en forma de aleta horizontal, son muy inteligentes y se comunican con una gran variedad de sonidos y movimientos.
Entre las especies de delfines que habitan la Antártida está el delfín austral o antártico (Lagenorhynchus australis). Así como el delfín cruzado (Lagenorhynchus cruciger) con su color negro con bandas blancas característico y en el estrecho de Magallanes habita el delfín pío o tonina overa (Cephalorhynchus commersonii).
También habitan estas aguas otras especies de la familia que normalmente no se reconocen como delfines, sino como ballenas. Estas son la orca (Orcinus orca) y la ballena piloto de aleta larga (Globicephala melas).
Este cetáceo pertenece al grupo de las ballenas barbadas, es decir aquellas que en lugar de dientes tienen barbas. Estas son una serie de filamentos que permiten filtrar el agua marina y retener el alimento, fundamentalmente el krill.
La ballena azul es el animal más grande existente, alcanzando las 190 toneladas de peso y más de 30 m de longitud. Por tanto, tiene al menos 10 veces la longitud de un elefante y más de 30 veces su peso.
En la Antártida se encuentra la mayor diversidad de estas aves no voladoras que se alimentan pescando en las frías aguas. Para esto tienen adaptaciones especiales, como el aire que acumulan entre sus plumas para proteger del frío y favorecer la flotación, y sus alas, que se han convertido en aletas para poder impulsarse en el nado.
Entre las especies localizadas en la Antártida la más abundante es el pingüino Adelia (Pygoscelis adeliae). Además, se encuentra la especie de mayor tamaño, el pingüino emperador (Aptenodytes forsteri).
Otros son el pingüino penacho amarillo (Eudyptes chrysocome) y el pingüino de barbijo (Pygoscelis antarcticus). Así como el pingüino gentoo (Pygoscelis papua) y el pingüino macaroni (Eudyptes chrysolophus).
Es un ave de cerca de 100 cm de largo con algo más de 2 m de envergadura, llegando a pesar hasta casi 6 Kg. Es de color castaño con pintas blancas a casi negro, cabeza y pecho más claros, así como los extremos de las alas.
En tanto que el pico grande de color amarillo naranja claro con punta verdosa y patas castaño grisáceo, se alimentan de peces, krill, calamares y de otras aves marinas.
Las poblaciones de peces de este grupo representan el 90% de la masa de peces que habitan las aguas marinas de la Antártida. Se caracterizan por la ausencia de vejiga natatoria, fosas nasales a los lados de la cabeza así como la aleta dorsal y caudal muy alargadas.
Asimismo, presentan tres líneas sensibles laterales, que son órganos para captar variaciones de presión o movimiento del agua. Por otra parte, muchas de sus especies poseen proteínas anticongelantes en su sangre para adaptarse a las aguas frías.
Un ejemplo de esto es la austromerluza antártica (Dissostichus mawsoni), pez que puede alcanzar hasta 1,7 m de longitud y 135 Kg de peso.
Este diminuto crustáceo es similar a un camarón, forma parte del zooplancton y constituye una parte importante de la cadena alimenticia. Viven en cardúmenes de miles de animales por metro cúbico y se alimentan de fitoplancton.
El krill constituye el alimento fundamental de las ballenas barbadas o filtradoras como la ballena azul y de muchos otros animales.
Esta hierba habita en las islas Orcadas del Sur y las Shetland del Sur, así como en las costas de la Península Antártica. Aunque debido al calentamiento global, esta gramínea está aumentando el número de individuos y avanzando al sur de la península.
Igualmente se localiza en áreas de la Patagonia en el cono sur Sudamericano y en las islas Malvinas. Es una hierba perenne que forma extensos céspedes mediante rizomas y estolones.
Se trata de una cariofilácea perenne que crece en forma de cojín entre las rocas protegida de los vientos. Tiene hojas verde claro, simples y algo triangulares de color, con flores amarillas que producen cápsulas con numerosas semillas. Se distribuye por la Península Antártica y los archipiélagos cercanos hasta los Andes, llegando al Ecuador.
Esta especie pertenece también a la familia de las gramíneas, pero en este caso se trata de una planta no nativa (no propia de la Antártida), sino que ha sido introducida allí por el ser humano. Es una hierba anual de hojas verde claro, cortas y erectas que crece en macollas o ramilletes.
Esta especie se encuentra en casi todas partes del mundo en condiciones de clima templado y frío, incluidos los Andes tropicales.
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