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Los 12 instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad


En la actualidad, una gran parte de la población a nivel mundial vive en una sociedad globalizada, que experimenta unos cambios continuos a gran velocidad, por lo que las personas muchas veces tienen dificultades para adaptarse a los mismos y, con ello, los casos de sufrimiento de ansiedad son cada vez mayores.

Dada la alta prevalencia de los trastornos de ansiedad dentro de la población nivel mundial, los profesionales cada vez tienen mayores demandas de detección y tratamiento de los mismos, por lo que se han llegado a desarrollar una gran multitud de instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad, así como también tratamientos psicológicos específicos.

En el presente artículo hablaremos de los instrumentos más utilizados para evaluar los trastornos de ansiedad, encontrando algunos tanto para medir la ansiedad como constructo general, como también para medir diversos trastornos de ansiedad más específicos (por ejemplo, fobias, ansiedad generalizada, etc.).

Los instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad más utilizados

Estos son los os instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad que se utilizan con mayor frecuencia en el ámbito de la psicología clínica.

1. Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI)

El Cuestionario para medir la ansiedad estado y la ansiedad-rasgo que desarrollaron Spielberger y sus colaboradores es uno de los instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad más utilizados, por no decir que podría ser al que más recurren los profesionales.

La ansiedad-estado se define como un proceso de activación emocional intensa ante un estímulo que la persona percibe como peligroso o ante la anticipación del mismo, por lo que pone en marcha algunas acciones con el fin de anticiparse o protegerse del mismo, como pueden ser los actos de huida y evitación de los riesgos que considera que va a correr si se enfrenta a la situación temida. En este caso la persona siente ansiedad en un momento concreto y suele calmarse cuando el estímulo que considera peligroso ha desaparecido, pero no tiene porque tener una predisposición a sentirse de ese modo.

En el caso de la ansiedad rasgo, los síntomas experimentados por la persona son bastante similares a los que se siente en un caso de ansiedad estado; sin embargo, en este caso la persona tiene una mayor predisposición a sentir ansiedad, incluso puede llegar a experimentar sentimientos de inquietud y preocupación sin que haya algún estímulo en el entorno que los haya desencadenado. En este caso, podría decirse que cuando se detecta un caso de ansiedad rasgo, es porque la persona evaluada suele experimentar estados de tensión de manera habitual.

Por otro lado, cabe destacar que el cuestionario STAI para la ansiedad se compone de 2 escalas de 20 ítems cada una; siendo una para medir la ansiedad estado y la otra para medir la ansiedad rasgo. Además sus ítems se responden en una escala Likert (de 0 a 3) y las puntuaciones pueden oscilar desde 20 hasta 80 puntos, siendo esta puntuación directamente proporcional, de manera ascendente, al grado de ansiedad que experimenta la persona evaluada.

Este es uno de los instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad que también puede utilizarse durante el proceso de evaluación del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), la fobia social, el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), entre otros.

2. Inventario de Ansiedad de Beck (BAI)

Este instrumento fue desarrollado principalmente con el fin de medir la ansiedad clínica o el estado de ansiedad prolongado en el tiempo. A diferencia de otros instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad que se utilizan también para evaluar casos de depresión, como es el caso del STAI, el BAI se encarga de medir una forma más específica la ansiedad, debido a que sus ítems presentan un menor contenido relacionado con la depresión.

Este inventario para medir la ansiedad fue desarrollado por Aaron Beck y Robert A. Steer, con el fin de medir la ansiedad en una gran diversidad de pacientes clínicos y en la población general con una edad de 13 años en adelante. Por otro lado, este inventario se compone de 21 ítems que se deben responder en una escala tipo Likert con una puntuación de 0 a 3 puntos por ítem, por lo que la puntuación máxima de ansiedad sería al alcanzar los 63 puntos.

Los puntos de corte de este inventario para medir la ansiedad son los siguientes:

  • Ansiedad muy baja: 0 a 21 puntos.
  • Ansiedad moderada: 22 a 35 puntos.
  • Ansiedad severa: 36 a 63 puntos.

Test para los trastornos de ansiedad

Otros instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad

A continuación explicaremos brevemente algunos de los instrumentos más utilizados para medir otros trastornos de ansiedad: el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, la fobia social y el mutismo selectivo.

1. Instrumentos para evaluar el trastorno de ansiedad generalizada (TAG)

Estos son algunos de los instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad generalizada más utilizados.

1.1 Cuestionario para el diagnóstico del trastorno de ansiedad generalizada (GADQ-M)

La versión española de este cuestionario, desarrollada por Sandín, está compuesta por 11 ítems que sirven para realizar el diagnóstico del trastorno de ansiedad generalizada en un tiempo breve. Es relevante destacar que sus ítems están centrados principalmente en aportar información acerca de las características de las preocupaciones del evaluado; aunque tiene como referencia los criterios del DSM-IV, puesto que no se ha hecho ninguna edición nueva o revisada.

1.2 Penn State Worry Questionnaire (PSWQ)

Este cuestionario contiene 16 ítems que sirven para realizar una evaluación de la preocupación patológica y generalizada, es decir, una preocupación que es incontrolable y excesiva. Su versión más moderna es la número 11 (PSWQ-11).

2. Instrumentos para evaluar el trastorno de pánico

A continuación, explicaremos brevemente algunos de los instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad que han sido desarrollados de forma más concreta para los trastornos de pánico y la agorafobia.

2.1 Inventario de Agorafobia (IA)

La versión española de este cuestionario ha sido desarrollada por Echeburúa y colaboradores y se compone de 69 ítems que han sido elaborados para evaluar los síntomas de la agorafobia.

Este inventario se divide en 2 partes:

  • Parte 1: para evaluar la evitación, las sensaciones corporales y las cogniciones relacionadas.
  • Parte 2: para evaluar una serie de posibles factores moderadores de esas respuestas de ansiedad.

2.2 Cuestionario de Pánico y Agorafobia (CPA)

Este cuestionario consta de 40 ítems para evaluar y diagnosticar el trastorno de pánico y la agorafobia, siguiendo los criterios del DSM-IV.

Las ventajas que presenta este test son las siguientes:

  • Permite detectar la gravedad de los ataques de pánico.
  • Posibilita el diagnóstico del trastorno de pánico y la agorafobia.
  • Sirve para detectar el afrontamiento ante el pánico, la evitación interoceptiva y agorafobia, entre otros.

2.3 Cuestionario Abreviado del Trastorno de Pánico (CATP)

Ha sido desarrollado por Sandín y colaboradores, y revisado en 2015. Está compuesto por 14 ítems que evalúan tres factores relevantes del trastorno de pánico a través de 3 escalas:

  • La gravedad del pánico.
  • Las interpretaciones catastróficas ante el pánico.
  • La autoeficacia del individuo ante el pánico.

2.4 Cuestionario de Ataques de Pánico para Niños y Adolescentes (CAPN)

Es una versión de 28 ítems para evaluar y realizar el diagnóstico del trastorno de pánico, siendo una versión desarrollada específicamente para niños y adolescentes.

3. Instrumentos para evaluar las fobias

En este apartado veremos cuáles son los instrumentos que se suelen utilizar en el ámbito clínico de la psicología para evaluar las fobias.

3.1 Inventario de Miedos Escolares (IME)

Este es uno de los instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad, aunque este es más específico, puesto que está más enfocado en los síntomas de ansiedad experimentados ante ciertos miedos escolares. Hay 3 versiones diferentes, enfocadas cada una de ellas a un grupo poblacional de una etapa de desarrollo evolutivo determinado.

Sirve para evaluar miedos relacionados con el contexto escolar: miedo al malestar físico, al fracaso escolar, al castigo, a la evaluación social, entre otros.

3.2 Cuestionario de miedos para niños FSSC-Español (FSSC-E)

Está compuesto por 80 ítems y cuenta con una versión abreviada (25 ítems) y actualizada del 2016, realizada por Sandín y colaboradores.

Se trata de un cuestionario que se utiliza para evaluar el miedo al peligro, a la muerte, a los animales, a los desconocidos, los miedos sociales y los miedos médicos.

3.3 Inventario de Miedos FSS-III-66

La versión española cuenta con 60 temas y sirve para evaluar las siguientes fobias: miedos sociales, miedos agorafóbicos, miedos a lo que resulta poco o nada familiar, miedos a la sangre-inyecciones, daño y miedos a los animales.

4. Instrumentos para evaluar el trastorno de ansiedad por separación (TAS)

Los siguientes son algunos de los instrumentos de evaluación de los trastornos de ansiedad por separación más utilizados.

4.1 Separation Anxiety Symptom Inventory (SASI)

Este cuestionario consta de 15 ítems y sirve para evaluar la ansiedad por separación de manera retrospectiva en personas que ya son adultas, aunque se enfoca en evaluar la ansiedad por separación ocasionada en una edad temprana.

4.2 Cuestionario de Ansiedad por Separación en la Infancia (CASI)

Este cuestionario de 26 ítems está enfocado para niños con edades comprendidas entre los 6 y los 11 años de edad. Evalúa fundamentalmente la preocupación por la separación, el malestar por la separación y la tranquilidad ante la separación. También posee una versión para que contesten los padres del niño.

4.3 Cuestionario de Ansiedad por Separación de Inicio Temprano (CASIT)

Este cuestionario consta de 24 ítems y está orientado en un grupo de población muy reducido (niños de 3-5 años). Es aplicado por los padres del niño y en él se evalúa la ansiedad por separación en relación con el dormir, los acontecimientos del día a día o con la pérdida o daño de un ser querido.