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​Tipos de test psicológicos: sus funciones y características


Dentro de la psicología, la evaluación del estado mental del sujeto que acude a consulta o que requiere nuestros servicios es un elemento necesario e imprescindible.

Los profesionales de la psicología poseen una serie de herramientas con el fin de realizar dicha evaluación, contando entre ellas con diferentes tipos de test psicológicos.

Test psicológico: concepto

Se considera test psicológico a toda aquella prueba, método o instrumento utilizado con el fin de evaluar o medir una o más de una de las diferentes características que forman parte de la psique del individuo. Los test psicológicos se basan en la conducta observable y en la expresión de la subjetividad del analizado de cara a inferir las características y estado mental del sujeto, siendo necesario un análisis posterior con el fin de poder extraer información con significación clínica.

Los test psicológicos intentan en la medida de lo posible que la información que se obtiene a través su realización sea válida y fiable, intentando que reflejen lo que se pretende medir (no olvidemos que las características psicológicos son constructos no observables directamente) y que pueden ser replicados por otros profesionales (es decir, que la información que obtenga una persona sobre un sujeto pueda ser obtenida por otro profesional si realiza la misma medición).

Asimismo, las puntuaciones obtenidas tienen que transformarse de cara a que tengan un significado, siendo por lo general comparadas o con la media obtenida por muestras representativas de la población, con el propio desempeño previo o con un criterio establecido de antemano.

En base a este concepto se han formulado numerosos tipos de tests psicológicos, creados siguiendo distintos criterios y con diferentes objetivos.

Dimensiones y tipos de test psicológicos derivados

A la hora de realizar un test psicológico hay numerosos aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora de valorar qué tipo de información queremos obtener y de qué manera vamos a conseguirla.

Algunas de las principales dimensiones que deben evaluarse son las siguientes.

1. Nivel de estructuración

Los diferentes tipos de test psicológicos pueden variar enormemente según se solicita la información de una manera más o menos concisa o bien se le deje al analizado más o menos libertad para expresarse.

Este aspecto es fundamental de cara a la obtención de la información. Tener un test muy estructurado permitirá obtener respuestas cortas y concisas, dirigiendo la evaluación a los aspectos considerados más relevantes. Sin embargo, se puede perder una gran cantidad de información relevante que podría ayudar a un mejor ajuste y comprensión del estado mental del sujeto.

En este sentido podemos encontrarnos con tipos de test psicológicos no estructurados (en el que el contenido de la evaluación va variando según las respuestas del sujeto), semiestructurados (en el que aunque se ofrece libertad de respuesta y las preguntas varían en función de la información que se refleja se intenta seguir un guión más o menos prefijado) o estructuradas (en que si bien se tienen en cuenta las respuestas emitidas, la evaluación sigue un curso predefinido)

2. Nivel de voluntariedad

Con voluntariedad nos referimos al grado en que el sujeto tiene control respecto a la respuesta emitida. Por ejemplo, si se hace un electroencefalograma el sujeto no tiene control respecto a qué respuesta emite, mientras que en algunos tests el individuo puede decidir el tipo de respuesta que da.

3. Nivel de enmascaramiento

Se entiende enmascaramiento como el grado en que el sujeto conoce la finalidad del test o prueba que se le está aplicando y/o las connotaciones de sus respuestas. En este sentido los tests pueden ser enmascarados (como por ejemplo el test de Rorschach, en que el individuo no conoce que significan sus respuestas) o no enmascarados.

4. Nivel de objetividad

El nivel de objetividad de los datos hace referencia al grado en que las respuestas son derivadas de la subjetividad del paciente o bien se trata de datos empíricos y visibles. En este sentido podemos encontrarnos con diferentes tipos de test psicológicos, los test objetivos y los test subjetivos, si bien todos los instrumentos de medición pueden ser evaluados en este sentido.

Según el número de evaluados

Cuando pensamos en una evaluación psicológica generalmente imaginamos una situación en que una persona está siendo analizada por un profesional, generalmente en el ámbito clínico o de los recursos humanos.

Sin embargo, sea en estos o en otros contextos a menudo resulta posible hacer una evaluación conjunta de varios individuos, o incluso realizar una evaluación de un grupo como tal. Así pues podemos encontrar:

1. Test individuales

Se trata de aquellos tipos de test psicológicos en los que se evalúan las características o el rendimiento de un único sujeto. Suele tratarse de test que requieren un cierto nivel de especialización para realizarse, y proporcionan mucha información respecto a un mismo individuo. Asimismo, permite establecer una relación con el evaluador que le puede permitir a éste ver y analizar diversos aspectos que pueden o no estar incluidos en el test.

2. Test colectivos o grupales

Los tests colectivos son aquellos que se realizan en grupo. Suelen requerir menor nivel de entrenamiento para su aplicación que los individuales. Si bien permiten ahorrar tiempo y dinero, suelen comportar cierta pérdida de información respecto al individuo y se dificulta en gran medida la evaluación por parte de un psicólogo o evaluador.

En función del contenido

Los test también pueden clasificarse en función de qué tipo de contenido mental se dedican a evaluar. En este sentido nos podemos encontrar con los siguientes tipos de test psicológicos.

1. Test de Inteligencia

La capacidad intelectual es uno de los aspectos que más se han evaluado a lo largo de la historia. Con su uso se pretende descubrir el potencial y la capacidad de adaptación y de utilización de diversas estrategias, junto con la capacidad de almacenar y utilizar los propios recursos mentales es evaluado con dichos test.

2. Test de aptitudes

Pero las capacidades mentales no se limitan solo a la inteligencia, habiendo otras muchas características que permiten que nuestras conductas sean más o menos efectivas en una o varias áreas. Especialmente aplicados en selección de personal, este tipo de tests reflejan la capacidad en aspectos concretos de la realidad y permiten predecir la efectividad y rendimiento del sujeto.

3. Test de personalidad

Las personas tendemos a comportarnos y a ver el mundo de una manera determinada, patrón que adquirimos en parte por herencia y en parte según nuestras vivencias a lo largo del desarrollo. Medir dichos patrones de comportamiento, creencias, emociones y pensamiento nos permite hacernos una idea de la manera de ser de la persona evaluada, así como la manera cómo suele ver o actuar en el mundo.

4. Tests de psicopatología

La presencia de problemas e incluso trastornos mentales es un elemento cada vez más frecuente en la sociedad actual. Diagnosticar dichos problemas nos permite orientar al individuo respecto a diferentes medidas y tratamientos a aplicar con el fin de solucionar las dificultades que padece.

5. Test neuropsicológicos

Este tipo de test psicológicos se emplean con el fin de ayudar a determinar el estado mental y perceptivo de un individuo, aplicándose por lo general en sujetos que han padecido una lesión de algún tipo. Por consiguiente, el objetivo con el que son diseñados es el alcance de los posibles daños en diferentes tipos de procesos mentales.

6. Test de desarrollo/envejecimiento

Este tipo de test se utiliza para valorar el grado en que un individuo se desarrolla a lo largo del ciclo vital, observando la presencia de alteraciones y comparando el grado de desarrollo en relación a la normatividad.

7. Test de intereses/vocación profesional

Se basan en el análisis de las preferencias del sujeto, permitiendo su orientación hacia determinadas metas u objetivos. Normalmente se aplican en jóvenes que pasan por su adolescencia o post-adolescencia y que necesitan ser orientados para decidir su trayectoria formativa.

En función del criterio de rendimiento

Otro aspecto fundamental a la hora de realizar un test es tener en cuenta cómo se va a evaluar. En este aspecto podemos encontrar dos grandes tipos de tests psicológicos.

1. Test de ejecución máxima

Los test de ejecución máxima pretenden evaluar el máximo potencial de una persona en una característica o aspecto psicológica. Por ello se tiene en cuenta la eficiencia del individuo, siendo relevante el tiempo que tarda en acabar una tarea y evaluándose la característica medida en función de su corrección y velocidad. Las técnicas objetivas y en ocasiones las psicométricas tienden a emplear este tipo de criterio, como en las pruebas de inteligencia o las neuropsicológicas.

2. Tests de ejecución típica

Este tipo de test se caracteriza porque se busca evaluar el rendimiento o las características típicas del sujeto en determinadas tareas o aspectos, es decir lo que resulta habitual y cotidiano en el individuo. El tiempo que tarda en realizar la tarea demandada no resulta de interés ni significativo per se. Dentro de este grupo suelen encontrarse las técnicas subjetivas y proyectivas, que evalúan aspectos como la personalidad.

La clasificación de Pervin

Teniendo en cuenta todos los aspectos anteriores, diversos autores han generado a lo largo de la historia diferentes clasificaciones de los tipos de tests psicológicos. Una de las clasificaciones más extendidas y aceptadas es la de Pervin, que considera la existencia de las siguientes categorías.

1. Test psicométricos

Los test psicométricos son aquellos empleados en la medición de características concretas de la psique, como por ejemplo las pruebas de inteligencia o aptitudes. Se trata de uno de los tipos de test psicológicos que considera que los individuos van a responder de forma sincera, aplicando para ello pruebas no enmascaradas, en las que las respuestas son voluntariamente controladas por el sujeto.

Son altamente estructurados, y se usan frecuentemente tanto en clínica como en ámbitos como el laboral y educativo.

2. Test objetivos

Altamente estructuradas, este tipo de test y pruebas se basan en correlatos fisiológicos con el fin de medir un determinado elemento. Debido a ello, las respuestas dadas no son voluntarios ni pueden ser modificadas. Sin embargo el objetivo de la prueba suele estar claro, de modo que se consideraría no enmascarada. Se emplean diferentes instrumentos y aparatos para el registro de las respuestas del individuo, no dependiendo del evaluador para el registro per se. Ejemplos típicos de tests objetivos pueden ser el polígrafo o el biofeedback.

Dentro de los tests objetivos podemos encontrar:

  • Test cognitivos. Evalúan aspectos tales como la atención, concentración o la percepción
  • Test motores. Evalúan la ejecución de respuestas musculares a diversos estímulos
  • Test psicofisiológicos. Evalúan la relación entre conducta y fisiología en aspectos como la respiración, la tasa cardíaca, temperatura, respuesta sexual o digestión-

3. Test subjetivos

Se trata del tipo de tests psicológicos más habitual a la hora de medir aspectos de personalidad y vivencias del sujeto a partir de autoverbalizaciones o autodescripciones proporcionadas por el mismo sujeto de acuerdo a una serie de ítems. De respuesta voluntaria, el individuo puede llegar a intentar falsear la información proporcionada, si bien con el fin de detectar dichos intentos suelen aplicarse diferentes escalas de fiabilidad. Suelen ser semiestructuradas y adaptadas al objetivo o al elemento concreto que se busca medir

4. Test proyectivos

Los test subjetivos suelen emplearse de cara a analizar los aspectos más profundos y los rasgos de personalidad del individuo. Se trata del tipo de test psicológico menos estructurado, no restringiendo en ningún sentido la respuesta emitida por el analizado y teniendo todas las respuestas del sujeto un significado válido que debe ser analizado y valorado.

Dichas respuestas son subjetivas, puesto que representan el mundo interno del sujeto en cuestión. El individuo en cuestión no conoce el sentido o el significado que tienen sus respuestas, siendo uno de los tipos de tests psicológicos enmascarados. Cada respuesta y aspecto representado es importante, pero solo tiene sentido y puede dársele significación en relación al conjunto.

El principal problema de este tipo de test se encuentra en la amplia libertad de respuestas posibles y el bajo nivel de estandarización de éstas, pudiéndose interpretar una misma respuesta desde diferentes puntos de vista según el método de interpretación utilizado. no suele saber el significado psicológico de sus respuestas.

Dentro de los tests subjetivos podemos encontrar diferentes tipologías. Concretamente destacan:

  • Tests estructurales. En ellos el paciente debe dar sentido y organizar un material visual. Uno de los más famosos es el Test de Rorschach.
  • Tests temáticos. Se pide narrar una historia a partir del material presentado en láminas (el TAT o Test de Apercepción Temática suele ser el más conocido).
  • Tests expresivos. Se pide al sujeto que dibuje un elemento concreto (uno de los más conocidos es el HTC, test en que se pide que se dibuje una persona, una casa y un árbol)
  • Tests constructivos. Se solicita al individuo que, con las piezas que se le proporcionan, construya un elemento determinado (el Test de la Aldea Imaginaria es un buen ejemplo de ello)
  • Tests asociativos. En este tipo de tests psicológicos proyectivos, se plantea al analizado que asocie una palabra (sea oralmente o por escrito), a otra palabra o estímulo que se le proporcione. El test de Asociación de Palabras es uno de los más utilizados.
  • Tests refractarios. Se basa en el análisis de la personalidad a partir de los productos de la actividad del sujeto, como su escritura.

Referencias bibliográficas:

  • Buela-Casal, G. y Sierra, J.C. (1997). Manual de evaluación psicológica. Ed. Siglo XXI: Madrid.

  • Cohen, R.J. & Swerdlik, M.E. (2002). Pruebas y evaluación psicológicas. McGraw-Hill: Madrid.

  • Sanz, L.J. y Álvarez, C.A. (2012). Evaluación en Psicología Clínica. Manual CEDE de Preparación PIR. 05. CEDE: Madrid.