25 Ejemplos de
Discurso Directo

Discurso Directo

El discurso directo es una forma de introducir o aludir a otros discursos en el propio. Para eso, se introduce una cita textual, usando comillas o guiones de diálogo. Por ejemplo:

“Hoy no trabajo porque es feriado”, le aclaró Juan a su jefe.

— Tengo turno con el dentista a las 5 —, recordó María.

El policía dijo: “Hay cinco personas detenidas por el robo al banco”.

La profesora anunció:

— El examen será oral y deberán preparar un tema del programa a elección.

En el discurso directo, el emisor cita un discurso y lo reproduce de forma textual. En los textos escritos, el discurso se pone entre guiones o comillas , seguidos por una coma o antecedidos por dos puntos. Para ambos casos, el emisor usa los verbos del decir.

Ver además: Oraciones con comillas

Construcción del discurso directo

En literatura, el discurso directo se usa para introducir los diálogos entre los personajes. Así, se establece la diferencia entre la voz del narrador y la de los personajes.

En los textos académicos, periodísticos o ensayos, el discurso directo introduce citas textuales. En el caso de los textos académicos y ensayos se citan en las referencias o al pie de página.

En todos los casos, se usan los verbos del decir: decir, desarrollar, explicar, anunciar, gritar, cuestionar, aclarar, sostener, agregar, añadir, enunciar, comparar, dudar, consultar, alertar, considerar, cuestionar, defender, advertir, expresar, acotar, sentenciar, rematar, señalar.

Las formas de construir un discurso directo son:

Cita textual + coma + verbo de decir:

— Mientras ustedes cocinan, yo lavo los platos —, dijo Martín.

Verbo de decir + dos puntos + cita textual:

Alterado por la noticia, el padre propuso: “Vayamos al hospital a ver si necesitan algo”.

Cita textual en un párrafo con verbo de decir en el medio:

“El gobierno debería tomar medidas para reducir la inflación lo antes posible”, consideró el economista al ser consultado a propósito de los últimos datos de pobreza e indigencia difundidos por el Ministerio de Economía, para luego opinar: “Incrementar la asistencia a los sectores más vulnerables debería ser el primer paso”.

Ejemplos de discurso directo

“Mañana iré al geriátrico a visitar a mi abuela, como cada domingo”, se excusó Florencia al ser invitada a tomar el té.
— Si quieres, te paso a buscar para que no tengas que ir sola en transporte público—, le ofreció Ricardo.
El niño confesó: “Maestra, me olvidé la flauta en mi casa”.
La jueza anunció:
— El juicio será más largo de lo esperado.
—Mañana podríamos ir a tomar un café después de la clase de anatomía—, sugirió Juliana.
Tras finalizar su exposición, el especialista preguntó: “¿Les quedó alguna duda?”.
“Lo ideal sería que entrenamos tres veces por semana”, consideró el director técnico mientras los jugadores se refrescaban, y advirtió: “Los próximos partidos serán más difíciles que los que tuvimos hasta ahora”.
“El mes pasado tuvimos récord de ventas”, anunció el gerente, con una sonrisa en el rostro.
—Me gustaría ir al museo antes de que termine la exposición de Miró—, dijo Ana mientras untaba la tostada recién hecha.
El periodista informó:
— Debido a los casos de inseguridad, el gobierno decidió incrementar los controles policiales.
— Mañana a primera hora tendrá el informe sobre su escritorio —, se comprometió el joven ingeniero.
La madre les advirtió: “Si mañana quieren ir al parque de diversiones, deberán tener hechos todos los deberes esta misma tarde”.
“Me encantaría que este año vayamos a Berlín”, le dijo Pablo a su esposa, para luego contarle: “Ramiro me contó que aprendió muchísimo sobre la Segunda Guerra Mundial cuando estuvo allí”.
“La enfermedad de su madre está más avanzada de lo que creíamos”, le dijo el hombre a sus hijos, con los ojos llenos de lágrimas.
La dueña de la empresa, preocupada, advirtió:
—Deberemos reducir los costos lo antes posible para evitar un recorte de personal.
Mientras sacaba el pollo del horno el padre gritó: “A lavarse las manos y a sentarse a la mesa que ya está lista la cena”.
— Quino es mi dibujante favorito—, dijo la joven, sin siquiera dudarlo.
“Me olvidé las ventanas abiertas”, exclamó la mujer, mientras se agarraba la cabeza con ambas manos.
“Deberá tomar este remedio cada 12 horas durante 15 días”, le dijo el kinesiólogo a la anciana, para luego añadir: “De todas formas, es muy importante que haga actividad física a diario”. En este sentido, le aclaró: “Una caminata de media hora es más que suficiente en su caso”.
“Abracadabra”, dijo el mago, agitando su varita mágica.
Con una sonrisa, el candidato prometió:
— Si me votan como presidente, bajaré los impuestos al consumo.
El futbolista confesó: “El partido fue más difícil de lo que esperábamos”.
— Si no te gusta cómo te queda el vestido de tu madre, yo le puedo hacer unos retoques —, le dijo la modista a la novia.
“Arriba las palmas”, dijo el cantante desde el escenario.
Luego de responder la última pregunta, el profesor dijo: “Esto es todo por hoy, hasta la semana que viene”.

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