Volatilidad

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La volatilidad es un término que hace referencia a la variación de las trayectorias o fluctuaciones de los precios.

Si el precio de un activo se mueve mucho y muy rápido se dice que ese precio es muy volátil. Por ejemplo, si un día el kilo de manzanas vale 5$, al día siguiente 15$ y al siguiente 10$, el precio de las manzanas en este mercado es muy volátil. Si por el contrario un precio es muy estable y apenas varía, se dice que es un precio poco volátil.

Para medir la volatilidad de un precio se pueden utilizar diferentes indicadores. Como veremos más abajo en muchos ámbitos se utiliza la desviación típica como medida de la volatilidad.

Es importante tener en cuenta que la volatilidad solo mide el comportamiento pasado de un activo o variable económica y no el futuro. Aunque los precios que han sido volátiles en el pasado suelen seguir siéndolo en el futuro, no tiene por qué ser así.

No obstante, existen indicadores que tratan de medir la volatilidad futura de los precios, calculando la volatilidad esperada (que no la volatilidad futura, la cual no se puede predecir). Uno de los indicadores de volatilidad más famosos de la bolsa es el índice VIX, que utiliza opciones financieras para calcular la volatilidad esperada en los mercados financieros de Estados Unidos.

Volatilidad de las inversiones

La volatilidad es un concepto que se utiliza mucho en el ámbito financiero. La volatilidad muestra cuál es la variación del precio de un activo con respecto a su media histórica. Por ello, se utiliza la desviación típica como indicador de volatilidad.

En los fondos de inversión, se mide también la volatilidad de las rentabilidades de los fondos, lo que nos da una buena visión de la volatilidad del fondo y de su riesgo.

No confundir volatilidad y riesgo

Es muy importante no confundir volatilidad y riesgo. Es decir, la volatilidad mide la variación de los precios con respecto a su media, que es una parte del riesgo, pero no es el único riesgo que hay. Existen activos poco volátiles y tienen mucho riesgo, porque la empresa puede quebrar.

Aunque generalmente, cuanto más volátil es un activo, más riesgo tiene, esto no siempre es así.

Muchas veces se utiliza la volatilidad como sinónimo del riesgo de riesgo, porque puede ser un buen indicador del riesgo, es decir, las personas con mayor aversión al riesgo preferirán activos menos volátiles. Sin embargo, existen productos financieros que son bastante volátiles, pero tienen poco riesgo y viceversa.

Por ejemplo, el oro es uno de los activos más seguros del mundo, pero su precio es bastante volátil. En cambio hay otros productos, como por ejemplo los bonos de alto rendimiento a corto plazo, que pueden ser menos volátiles que el oro, pero que tienen mucho más riesgo, porque la empresa puede quebrar y el inversor perder el dinero invertido.

Volatilidad en el mercado

Existen muchos indicadores para medir la volatilidad de los mercados. Uno de los más utilizados en el mundo es el índice VIX, que utiliza una cartera ponderada de opciones call y opciones put sobre el índice americano S&P 500 (SPX)

El VIX es el índice de volatilidad más famoso del mundo, pero también existen índices sobre la volatilidad. En Europa, el índice VSTOXX comprende la volatilidad implícita de las opciones del índice EURO STOXX 50 que hace referencia a las 50 empresas europeas más grandes que cotizan en bolsa. Para el NASDAQ 100 existe el índice VXN, para el Russell 2000 existe el índice RVX y para el DOW JONES existe el índice VXD.

El índice VIX es muy útil para saber el sentimiento de mercado. Es decir, si su nivel es elevado indica que en el mercado hay miedo y pesimismo.

Es por ello, que el índice VIX suele tener correlación negativa con la bolsa americana, es decir, cuando la bolsa baja, el VIX aumenta, y viceversa.

Volatilidad de los fondos de inversión

Como comentábamos arriba, en los fondos de inversión, se utiliza la desviación típica también para medir la volatilidad de las rentabilidades de los fondos, lo que nos da una buena visión de la volatilidad del fondo y de su riesgo.

Así, una desviación típica alta significa que las rentabilidades han experimentado fuertes variaciones. Mientras que una desviación típica baja indica que esas rentabilidades han sido mucho más estables en el tiempo.

Cuanto mayor sea la desviación típica, mayor será la pérdida potencial para el inversor y, por consiguiente, mayor su riesgo.

Veamos un sencillo ejemplo práctico sobre las rentabilidades de dos fondos de inversión de la famosa gestora Bestinver:

Se puede decir entonces comparando las rentabilidades históricas de ambos fondos de inversión, que el fondo Bestinfond tiene una volatilidad inferior a la de Bestinver Internacional. Esto quiere decir que el comportamiento de las rentabilidades por parte de Bestinfond ha fluctuado más cerca de su media histórica, es decir, los valores en media se han alejado menos que el otro fondo que tiene una volatilidad superior.

Pero la volatilidad, por sí sola, no ofrece mucha información al partícipe. ¿Qué significa, por ejemplo, que un fondo tenga una volatilidad anual del 20%?

De ahí la importancia de comparar la volatilidad del fondo con la media de su categoría y las medias de las categorías entre ellas. Además, como hemos mencionado al principio, la volatilidad mide el comportamiento pasado, por lo que en un futuro no tiene porque comportarse de la misma manera.