Variación patrimonial

2 min

Una variación patrimonial es un cambio en el patrimonio de una organización que se produce debido a un cambio en su patrimonio. A menudo ocurre como consecuencia de una acción de la propia empresa.

Las operaciones realizadas por toda organización son susceptibles de motivar cambios en las composiciones de sus respectivos patrimonios.

La actividad cotidiana de las empresas cuenta comúnmente con transacciones o acciones de compras y ventas, así como de pagos y cobros.

Todas ellas son consideradas variaciones y afectan a su patrimonio modificando en todo momento su imagen real y su valoración.

Están producidas por operaciones acometidas por las empresas y que tienen como resultado una variación en su patrimonio. Suelen tener origen positivo o negativo atendiendo a si se trata de una pérdida o una ganancia.

Tipos de variación patrimonial

Existen varios tipos de variación patrimonial atendiendo a las operaciones realizadas por la organización:

  • Variación modificativa. A raíz de la aparición de pérdidas o ganancias, el capital o el patrimonio neto de la empresa sufren un cambio. El mismo será positivo si aumentan estos o negativo si disminuyen. Un ejemplo sería la compra por parte de un individuo de 100 acciones de una compañía en bolsa.
  • Variación permutativa o cualitativa. Estas no producen cambios en el capital o el patrimonio neto. Otra manera de verlo es como la nula alteración de los activos y pasivos contables de una empresa. Como ejemplo existiría el caso de una compañía que intercambia una máquina por otro de idéntica valoración.
  • Variación mixta. Se trata de una modalidad intermedia entre las opciones anteriores y que consiste en cambios de criterio contable o de valoración. Por ejemplo, un empresario puede anular una deuda a corto plazo renegociando su abono y cambiándolo al largo plazo. Si bien la cantidad a abonar consta contablemente por el mismo importe, este cambio altera el patrimonio neto.

Consecuencias fiscales de una variación patrimonial

Habitualmente este tipo de variaciones de patrimonio son objeto de seguimiento de los controles e instituciones económicas de los países. En ese sentido, a menudo van de la mano de tributaciones o gravamen específico.

Los impuestos dirigidos a afectarlos en el caso español serían el IRPF en el caso de personas físicas y el Impuesto de Sociedades en el de las sociedades mercantiles.