Totalitarismo

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El totalitarismo es un tipo de régimen político autocrático. Este está caracterizado por reprimir con gran fuerza las libertades civiles y los derechos políticos. Además, en estos sistemas, el partido busca dominar todos los aspectos de la sociedad.

El totalitarismo, como régimen, surge durante la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, no fue hasta pasada la Segunda Guerra Mundial cuando empezó a ser estudiado y, por tanto, a teorizarse en profundidad.

El régimen totalitario es considerado como el más atroz, sanguinario y represivo de todos los regímenes modernos. Al contrario que sucede con otras formas de gobierno, esta busca revertir los valores y la moral existente con el fin de establecer un nuevo orden social y moral.

Para todo ello, la ideologización y movilización de la sociedad es muy alta, siendo la propaganda y la persecución política los motores que facilitan este cometido.

Orígenes del totalitarismo

El origen de los regímenes totalitarios se halla en el periodo de entreguerras, entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Aunque el primer régimen que se empezó a estudiar y calificar de totalitario fue la Alemania del Tercer Reich, los orígenes están en la Rusia bolchevique. 

Tras la victoria del ejército rojo en la guerra civil rusa y la fundación oficial de la URSS, Lenin comienza, sin oposición, la transformación total del Estado ruso. Decidido con la creación de un Estado marxista, socavó el orden social y político vigente hasta el momento, acabó con la iglesia ortodoxa e intentó, también, eliminar a la familia como núcleo social. Aniquilando los vértices sobre los que se apoyaban los ciudadanos, instauró al Estado como el ente superior que todos habían de amar y respetar, facilitando así, incluso, la denuncia entre familiares cercanos, con acusaciones contrarrevolucionarias. Fue más tarde con Stalin, con la colectivización total de la economía y elevando el nivel de purga y terror político, cuando la URSS alcanzó todo su esplendor totalitario. 

Lo mismo ocurrió a partir de 1933, en Alemania. Con la victoria de Hitler, Alemania experimentó una profunda transformación. Fundamentada en el alemán ario como hombre superior al resto de la humanidad y, por ello, destinado a dominar el mundo y someter a los demás. Tal fue la deriva psicótica del régimen nazi, que comenzó a exterminar en masa a numerosas etnias, siendo los judíos su principal objetivo. También se utilizaban como mano de obra esclava previamente a su muerte.

Características del totalitarismo

Según el politólogo español Juan Linz, las características propias de los regímenes totalitarios son las siguientes:

  • Monopolio del partido: Se elimina todo atisbo de pluralidad política. el partido es único y lo abarca todos los ámbitos sociales. Se lleva a cabo una dura represión a la disidencia política, ya sea a través del exilio, encarcelamiento, deportación a campos de trabajo o del asesinato.
  • Ideología elaborada y directora: La carga ideológica del partido, y del propio régimen, es muy alta. De ahí que los regímenes totalitarios suelan ser comunistas o fascistas, la ideología es tan extrema que deriva en estos dos regímenes.
  • Movilización extensa: Se busca que el conjunto de la sociedad se integre en la política nacional, que los individuos se sientan parte del Estado y desarrollen una lealtad extrema, siendo más alta, incluso, que la mostrada a la propia familia. Por ello, el régimen no se encuentra pasivo, pues crea numerosas organizaciones estatales que facilitan la participación, y buscan la legitimación popular. La herramienta para conseguirlo es la propaganda. En este sentido, se engrasa bien la máquina propagandística para que todos los logros del régimen lleguen a todos los ciudadanos. A su vez, se carga contra los rivales políticos produciendo su deslegitimación.
  • Liderazgo carismático: El liderazgo suele ser fuerte y carismático. El líder, además, desarrolla su poder de una forma impredecible y sin límites. Dado que posee la aceptación de la mayor parte de la sociedad se comporta como una especie de semidiós, cuyas decisiones son siempre acertadas.

¿Qué es el postotalitarismo?

Siguiendo con la tipología desarrollada por Juan Linz, los regímenes totalitarios se clasifican en tres tipos, según el estado en el que se encuentren. Se llaman regímenes postotalitarios, puesto que han comenzado a degenerar desde sus características originales.

Los más importantes son los siguientes:

  • Postotalitarismo temprano: El postotalitarismo temprano aún se encuentra muy cercano en todos sus aspectos al original, salvo que el líder parece perder su gran monopolio dentro del partido y, por esta razón, se abre algo más a la cúpula del mismo. El derrumbamiento del régimen o su transición también parecen muy lejanos. Esto fue lo que sucedió en la URSS, tras la muerte de Stalin, Jrushchov no tuvo el margen de maniobra que tenía Stalin, puesto que, a su muerte, los intereses de la élite del partido se encontraban más heterogéneos, además de que nuevo líder soviético no infundía el terror de su antecesor.
  • Postotalitarismo congelado: En este punto, el régimen se encuentra estancado. Ello, debido al envejecimiento y falta de reacción por parte de la élite del partido. También, debido a la purga de los partidarios de la adaptación del régimen a través de reformas aperturistas. 
  • Postotalitarismo maduro: Aquí, el régimen totalitario se encuentra muy desgastado, las crisis económicas suelen avivar el debate público y surgen opositores con ideas nuevas que pueden dar esperanza al país. Si se realiza la transición a la democracia, esta suele ser pactada con la oposición.