Sostenibilidad económica
La sostenibilidad económica es la capacidad que tiene una organización de administrar sus recursos y generar rentabilidad de manera responsable y en el largo plazo.
Cuando las empresas diseñan sus modelos de negocio, deben establecer cuál será su estructura de costos y su estructura de ingresos, para así ver de qué manera podrán alcanzar el punto de equilibrio y a partir de qué momento comenzarán a percibir ganancias.
En este sentido, surge la oportunidad de gestionar mejor los recursos, de cuidarlos y que estos sirvan para generar la mayor utilidad posible. Este principio es el que las empresas sostenibles económicamente aplican en todos sus ámbitos de acción productiva.
La sostenibilidad de los recursos
Las empresas cuentan con recursos financieros (capital) y no financieros (equipamiento, materiales e insumos), para los cuales pueden diseñar diferentes métodos de gestión eficiente de estos recursos.
Por ejemplo, para la gestión eficiente del capital están los analistas de riesgos, de valorización de empresas y de gestión tributaria que aconsejarán la mejor forma de cumplir con el marco normativo legal vigente, sin pagar de más.
Por otra parte, para la gestión eficiente de los recursos no financieros, como los materiales y el equipamiento, se necesita de un control de procesos efectivo, donde los ingenieros industriales y de logística entran en acción, levantando instrumentos de medición de tiempo, recursos y stock (en el caso de fábricas productivas).
La gestión eficiente de estos recursos permite hacer más con menos. Es decir, hacer más con menos tiempo, hacer más con menos recursos, hacer más con menos pérdidas, y hacer más con menos riesgos financieros.
La sostenibilidad de la rentabilidad
El sueño de todas las empresas es lograr tener rentabilidad constante y que cada vez esta sea más alta. Ahora bien, para lograrlo deben hacer una gestión comercial atractiva, donde intervienen las estrategias de ventas, marketing, branding, comunicaciones, y por supuesto, de Responsabilidad Social Corporativa.
La sostenibilidad en la rentabilidad dependerá de la percepción que el mercado tenga sobre la marca y sus productos, por lo tanto, es importante cuidar la calidad de estos, a través de procesos de gestión de calidad, chequeos de control de calidad e insumos, como los certificados de calidad.
La sostenibilidad de los recursos en coherencia con la sostenibilidad de rentabilidad
Tal como se indicó anteriormente, existe una delgada línea de riesgo entre cuidar los recursos de la empresa y sacrificar la calidad de los productos/servicios, en pro de alcanzar mejor rentabilidad económica.
En este sentido, ambas estrategias de sostenibilidad deben unirse en un punto donde una no afecte a la otra, ya que, de ser así, se estaría en frente de una empresa que pone el foco en el ahorro interno, en vez de hacerlo con acciones apuntadas en el mercado. Como por ejemplo, el desarrollo de nuevos productos.
La innovación: un aliado para la sostenibilidad
Los procesos de innovación son una alternativa para generar sostenibilidad en todos los ámbitos, no sólo económicos, ya que permite crear nuevas soluciones a problemas que se resolvían de maneras más costosas.
Por este motivo la innovación se puede incorporar en los procesos productivos a través de la tecnología, las prácticas y los conocimientos. Y en el mercado, a través de un estudio profundo de los consumidores, y el testeo de pruebas de productos que pueden tener una respuesta positiva.
Por ejemplo, la innovación en el mercado ha facilitado la vida de las personas haciendo que gasten menos tiempo en hacer cosas cotidianas, como por ejemplo, con la comida instantánea. Es posible encontrar una variedad de alimentos que se cocinan en un par de minutos, o que vienen listos para ser consumidos. Algo que las empresas de alimentos incorporaron porque sabían que no podrían vender toda la vida estos productos de la misma forma.
En el ámbito de los servicios, los “rent a car”, o tiendas de renta de vehículos, fueron la solución para que los turistas, o pasantes en una ciudad, pudieran movilizarse de manera autónoma, sin depender de la disponibilidad de un taxi. Este servicio ha sido tomado de manera independiente, pero también hay diversas empresas automotrices que lo han incorporado a su modelo de negocio, para hacer más sostenible su actividad económicamente.
La imagen de la empresa en la sostenibilidad económica
Construir una buena imagen reputacional puede costar años, sin embargo, destruirla, sólo requiere de un día.
Tener presente esta afirmación es importante para no confiarse por el lugar que se tiene en la mente de los consumidores.
Ya habrás estudiado en marketing la importancia de la posición de la marca en la mente de las personas, pero un aspecto que a veces se olvida, es que ese lugar no es un sitial que sólo se alcanza y luego no hay más trabajo. La misión de la empresa es mantenerse en ese puesto, ya que los consumidores son su mejor aliado en tiempos de crisis.
Mantener una buena imagen reputacional hará que por consecuencia se mantenga un nivel de rentabilidad alto, quedando por atender los aspectos internos, que por medio de procesos y gestión operativa, se pueden resolver y hacer que la empresa se sostenga económicamente, en aspectos de mercado y de procesos.