Quiebra fraudulenta
La quiebra fraudulenta es una modalidad de delito en el que las personas o las empresas declaran falsamente que se encuentran insolventes o en bancarrota, con el fin de evitar realizar pagos a los quienes tienen comprometido pagar.
Es así que las personas o empresas que falsean su situación financiera, lo hacen para evitar afrontar sus compromisos.
Implicaciones de la quiebra fraudulenta
Los principales afectados de una quiebra fraudulenta son los acreedores. Estos acreedores suelen ser, por ejemplo, proveedores, empleados, accionistas o el Estado por el pago de impuestos.
Dependiendo del país en dónde se hubiese cometido la quiebra fraudulenta se debe cumplir una condena, que puede ser la privación de la libertad o la cárcel. Si bien es cierto, que todo dependerá de las dimensiones de esa quiebra fraudulenta.
Circunstancias en las que se da una quiebra fraudulenta
Las situaciones en las que se lleva a cabo esta modalidad de delito, son:
- Cuando se oculta la existencia de activos en inventario, dinero, cuentas bancarias, valores muebles o inmuebles. Los cuales se pueden transformar en dinero que podría utilizarse para pagar a los acreedores.
- No llevar un registro de operaciones en el lugar y tiempo oportunos, provocando un daño a una tercera persona, empresa o Gobierno.
- Borrar, falsificar, alterar de cualquier manera los registros financieros, en perjuicio de un tercero.
- Ocultar información de bienes o derechos.
- Haber consumido fondos propios o ajenos, que estuviesen encaminados al pago de compromisos establecidos en contratos previos.
- Simular la realización de compras para justificar salidas de dinero falsas.
- Simular deudas.
- Comprar bienes a nombre de otra persona o empresa perjudicando a los acreedores.
- Anticipar pagos para que en el momento de pagar a los acreedores se pueda justificar que no existen fondos suficientes para pagarles.
- Llevar a cabo compras después de haberse declarado la quiebra.