Pánico bancario
El pánico bancario, corrida bancaria o estampida bancaria, es una situación en donde un gran número de clientes retiran su dinero de los bancos por miedo a que el sistema colapse y no se responda por sus depósitos o ahorros.
El pánico bancario tiene su origen en la desconfianza generalizada sobre el sistema bancario. Los clientes, por alguna razón, justificada o no, creen que su banco no será capaz de responder por el dinero depositado en ellos. Así, se genera una especie de competencia en donde las personas se apresuran a ser las primeras en sacar su dinero antes de que el banco se quede sin recursos.
Causas del pánico bancario
El pánico bancario puede tener diversas causas. A continuación, vemos algunas de las más relevantes:
- Crisis económicas graves: En algunos casos puede existir el temor de que el Estado intervenga a los bancos congelando sus activos.
- Crisis políticas: Llevan a una pérdida de credibilidad de los bonos gubernamentales y al alejamiento de la inversión extranjera
- Mala administración de los bancos privados: Puede ser por varias razones, como la toma de riesgos excesiva, cartera poco diversificada, etc.
- Burbujas especulativas que llegan a su fin: Se hace evidente la sobreevaluación de los activos y cuando explotan se produce un pánico bancario.
Cabe mencionar que el pánico bancario puede ser analizado con ayuda de la teoría de juegos. En efecto, el pánico bancario puede ser representado como un juego en donde los inversores o clientes de un banco deben decidir si esperar (lo que generará intereses sobre sus recursos) o sacar su dinero inmediatamente. Dependiendo de la información y condiciones del juego, este puede tener dos equilibrios de Nash, uno en el que todos sacan su dinero al mismo tiempo (pánico bancario) y otro en donde todos esperan para obtener la rentabilidad prometida por el banco.
Efectos del pánico bancario
Un primer efecto del pánico bancario es la desestabilización de los bancos afectados. En el sistema bancario moderno los bancos no guardan en metálico (dinero o monedas) todos los depósitos recibidos, sino solo una parte de ellos. Con la parte restante, se llevan a cabo operaciones que les permiten obtener ganancias (realizan préstamos, hacen inversiones, etc.). De esta forma, si todos los clientes vienen a la vez a solicitar su dinero, el banco no podrá responder a todos, con lo cual se refuerza el temor de que cuando el cliente llegue ya no queden recursos.
Un segundo efecto del pánico bancario es a más largo plazo y es la desconfianza generalizada en el sistema bancario y su posterior destrucción. Lo anterior tiene efectos muy negativos en la economía, el crecimiento y la inversión se estancan, aumenta el desempleo y el país se sumerge en una crisis económica que puede extenderse a la esfera política y social.
Medidas para prevenir el pánico bancario
Los gobiernos pueden tomar algunas medidas para evitar que se generen o prosperen pánicos bancarios. Entre estas medidas se encuentran:
- Suspensión temporal de los retiros de los bancos: Con esto se trata de evitar que las personas actúen precipitadamente y corran todos al mismo tiempo a sacar sus depósitos. La suspensión temporal se suele llamar corralito.
- Regulación bancaria: Normas que eviten que los bancos sean mal administrados y pongan en riesgo la credibilidad del sistema.
- Prestamista de última instancia: El banco central puede actuar de prestamista de última instancia para garantizar a los clientes de que su dinero será devuelto.
- Creación de fondos de garantía: Se trata de fondos a los que se puede recurrir en caso de que los clientes demanden la devolución de sus recursos y su banco se haya declarado en quiebra.
Ejemplo de pánico bancario
En Argentina en el año 2001 ocurrió un pánico bancario. Tras tres años de recesión, pérdida de control de la deuda externa y la presión de planes de austeridad, existía el temor generalizado de que el Estado intervenga a los bancos y se quede con sus recursos. Los clientes acudieron en masa a sacar su dinero, el Gobierno reaccionó limitando la cantidad de dinero que podían retirar, lo que se conoció como corralito bancario y desde entonces se utiliza como nombre para describir la situación en que las autoridades impiden que los bancos abran sus puertas para evitar que los ciudadanos retiren su dinero al mismo tiempo. Tras el corralito en Argentina, se generaron grandes revueltas y el Gobierno declaró el estado de sitio.
Otro ejemplo de pánico bancario ocurrió en Grecia, donde también hubo un corralito decretado por el banco central de Grecia.