Estado unitario

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Un Estado unitario es aquel en el que el poder político reside en el Gobierno central. El resto del territorio se somete a la legislación y dirección política de este Gobierno.

El Estado unitario es uno de los modelos del grado de centralización del poder. En este, este grado es el más alto, y ello debido a que el poder se concentra en unas solas manos, en el Gobierno central. En el resto del territorio se aplican las medidas tomadas desde este ente gubernamental.

El otro modelo es el federal, por el cual, en el mismo país coexisten varios poderes políticos, ejerciendo cada uno sus funciones en un espacio territorial determinado.

Dicho esto, los Estados unitarios tienen un grado de descentralización, aunque esta sea solo de alcance administrativo. Y algunos de ellos también logran una cierta descentralización política, ante la imposibilidad que entraña que una única entidad política se encargue de todas las particularidades del territorio. De ello se encargan entes como los ayuntamientos o las diputaciones, cuyo alcance se limita al territorio que le sea asignado. 

Origen del Estado unitario

El origen más antiguo de esta configuración estatal la encontramos en el absolutismo. Durante el feudalismo, el poder se encontraba muy disperso, cada noble ejercía su poder en su feudo con lealtad al rey. Con el absolutismo y la creación de los Estados modernos, los reyes centralizaron en sí mismos todo el poder, dominando a voluntad todos los territorios que quedaban bajo sus fronteras. Así, podemos decir que el Estado unitario tuvo su origen en el absolutismo, aunque su funcionamiento actual dista mucho de cómo lo hacía en la época.

Después del absolutismo y su quiebra, fue tras la Revolución francesa cuando surge una versión más parecida a la que conocemos en este artículo. El Estado surgido tras la revolución fue un Estado fuerte de inspiración jacobina. Cuyo máximo principio era la igualdad de todos los ciudadanos de la nación. Con la centralización se buscaba eliminar todo tipo de privilegios, y que todos los ciudadanos de la república se sometiesen por igual a las decisiones del Estado, que encarnaba la voluntad general.

Características del Estado unitario

Los Estados unitarios, como otros tipos, tienen unas características en común:

  • El poder político recae sobre el Gobierno central: ejecutivo, legislativo y judicial pertenecen a la misma unidad política.
  • Presentan descentralización administrativa, con el fin de gestionar los recursos más eficientemente.
  • Algunos Estados también descentralizan cierto grado del poder político.
  • Suele darse en Estados pequeños.
  • Estos Estados suelen ser muy homogéneos a nivel cultural y lingüístico. 

Tipos de Estado unitario

Existen dos grandes tipos de Estados unitarios, el simple o centralizado y el descentralizado:

  • Estado unitario simple o centralizado: Se trata de la forma más pura de Estado unitario, aunque esta pureza suele ser más teórica que práctica. Supone la centralización total tanto del poder político como del administrativo. En la práctica, debido a cuestiones lógicas, caen en un cierto grado de descentralización, pero este es mínimo. Como ejemplos podemos destacar Hungría, Eslovenia y Francia.
  • Estado unitario descentralizado: Este es un Estado cuyo poder de decisión se encuentra en el Gobierno central, pero que deja a las unidades territoriales inferiores un gran margen de actuación. El Gobierno central, además de tener unas competencias propias y exclusivas, establece un marco general de actuación, dejando a las regiones decisiones como la implantación, la ejecución o la administración de los recursos. Como ejemplos encontramos países como Colombia, España e Italia.

Ventajas y desventajas del Estado unitario

Las ventajas que derivan de la existencia de un Estado unitario son las siguientes:

  • Fácil aprobación de leyes y políticas: La inexistencia de otros actores políticos y legislativos de orden inferior facilita que la aprobación de leyes y políticas sea más fluida, con ausencia de bloqueos y deliberaciones extensas previas.
  • Menor coste político: Si solo existe una élite política, este menor número de políticos, si lo comparamos con un Estado federal, se refleja en menores costes de personal.
  • Mayor igualdad: Que todo el territorio se rija por la misma legislación elimina los privilegios y las diferencias de oportunidades, igualando todo el territorio.

También, como cualquier formulación estatal, tiene una serie de desventajas:

  • Menor consideración por las minorías: Los Estados suelen ser tener minorías, ya sean étnicas, socioeconómicas, o con sentimientos culturales diferentes. El Estado unitario puede no tenerlo en consideración, y estas pueden verse perjudicadas.
  • Peor implantación de las políticas: Las políticas regionales y locales pueden ser implantadas de forma ineficiente o no dar respuesta a los problemas que poseen los ciudadanos. Debido a que las decisiones se toman muy lejos del núcleo del conflicto.
  • Menor equilibrio de poderes: En los Estados federales o altamente descentralizados, el poder es compartido. Como consecuencia, los diferentes niveles se controlan entre sí, dificultando un uso autoritario del poder. Lo cual no sucede en los unitarios.