Cleptocracia

En una cleptocracia, los gobernantes y las élites afines se dedican a robar de forma normalizada. Hasta tal punto que se produce una institucionalización de la corrupción. En las democracias, teóricamente, la renta y el dinero que se obtiene tras la recaudación impositiva gubernamental, se reinvierte en forma de servicios públicos.

La lógica que sigue una cleptocracia no es la recientemente mencionada. Es cierto que es imposible robar toda la recaudación de un país, pero sí que se realiza, con el fin del enriquecimiento personal, el saqueo de una gran parte de esta a la población.

No se puede decir que sea una forma de gobierno en sí, sino más bien se trata de una característica definitoria del régimen. Es decir, un régimen puede ser autoritario, totalitario, democrático, etc. Diremos que cualquiera de estos regímenes es una cleptocracia si la corrupción ha llegado a tal punto, que se realiza de forma institucionalizada y rutinaria.

El país que sufre la cleptocracia, con el paso del tiempo, cae en declive económico. Ello, dado que el Estado está al servicio y sometido al saqueo de los gobernantes, las variables económicas tienen a ser negativas. Además, estos países suelen aparecer muy arriba en los rankings de naciones más corruptas.

A toda cleptocracia le son comunes una serie de características:

• Las élites gubernamentales y económicas del país se dedican a sustraer el dinero público.
• El robo se realiza desviando los fondos a otros países para evitar ser descubiertos por sus propios conciudadanos.
• Los impuestos suelen ser elevados, o se elevan durante el periodo gubernamental en el que prime la cleptocracia, para así poder sustraer una mayor cantidad de dinero.
• La corrupción está institucionalizada, es decir, se practica regularmente y forma parte del funcionamiento normal del régimen.
• Impunidad de quienes sustraen los fondos. Esto se debe a que el poder ejecutivo ejerce un férreo control sobre el judicial.
• Uso de la figura del testaferro. Todas estas operaciones ilegales se realizan mediante un testaferro. Quien cobra una comisión por poner a su nombre todas estas transacciones.

La cleptocracia se vale de todas las herramientas y formas en las que se manifiesta la corrupción política:

• Malversación: Es el delito más ilustrador de lo que significa la corrupción. Se refiere a la apropiación indebida de fondos que no pertenecen a quien los sustrae.
• Prevaricación: Se refiere a dictar sentencias judiciales no ajustadas a la ley, a sabiendas de ello.
• Cohecho: Es el soborno de los funcionarios y administradores públicos.
• Tráfico de influencias: Consiste en obtener beneficios a través de las relaciones personales que se tienen con el poder.

Como vemos, en una cleptocracia, todas las formas posibles en las que se manifiesta la corrupción están presentes. Ya que la justicia está controlada y supeditada a las órdenes del ejecutivo, se establece vía libre al saqueo del país y de las instituciones.

A continuación, se ofrecen algunos ejemplos de territorios que presentan un sistema cleptocrático:

• Indonesia de Suharto: Tras independizarse de Holanda y expulsar a Sukarno, primer presidente del país, Suharto tomó el poder con el apoyo de Estado Unidos y se quedó al frente de la presidencia del país durante treinta y dos años. Durante todos estos años, el presidente indonesio se dedicó a expoliar el país con tal fuerza que, Transparencia Internacional, en 2004 estimaba en más de 15.000 millones de dólares el total sustraído.
• Venezuela bolivariana: Diosdado Cabello, Nicolás Maduro, María Gabriela Chávez o el ya fallecido Hugo Chávez, son algunos de los multimillonarios dirigentes de la Venezuela bolivariana. Con la intervención total de la economía por parte del Estado, y la puesta en marcha de expropiaciones y nacionalizaciones, Venezuela se ha sumergido en una espiral de pobreza de la que no parece poder salir. En cambio, los dirigentes nacionales atesoran fortunas multimillonarias gracias al expolio de los recursos del país. A su vez, la población tiene muy difícil su subsistencia diaria bajo la gran inflación y la escasez que asola el país.