Barreras administrativas
Las barreras administrativas son regulaciones restrictivas de carácter administrativo que tienen como fin la restricción de las importaciones y, por tanto, del comercio exterior.
Estas barreras son un tipo de barreras no arancelarias que tratan de frenar el comercio exterior. Junto con las cuotas de importación, conforma el tándem de herramientas principales para limitar las importaciones, por ejemplo.
Este tipo de prácticas son muy comunes en países proteccionistas, los cuales tratan de arrojar saldos positivos en su balanza comercial.
Ejemplos de barreras administrativas
La variedad de medidas administrativas que se pueden tomar, y que entren en esta descripción, es muy amplia.
De hecho, con la creación de nuevas tecnologías, las posibilidades de restringirlas también van aumentando. Por ejemplo, requerimiento de nuevos permisos y licencias. Una parte importante de estas políticas son los costos adicionales que se adhieren al envío de mercancías.
Algunas ejemplos de barreras administrativas son los siguientes:
- Controles de calidad.
- Sofisticadas normas sanitarias y otras medidas para-aduaneras.
- Número desproporcionado de inspecciones y otros controles aduaneros.
- Normas que retrasen el despacho de aduanas, como un mayor número de validaciones o autorizaciones.
- Implementación de permisos especiales o licencias.
¿Cómo afectan las barreras administrativas al comercio exterior?
Cuando estas barreras representan costos adicionales, generan pérdidas en el bienestar del consumidor final. Esto, debido a que no satisface su demanda, o debe pagar precios más elevados.
Primero, los exportadores disminuyen el número de envíos a cambio de aumentar el volumen para disminuir el costo. Dado que los costos por este concepto se convierten en costos fijos por envío. Segundo, cuando el exportador realiza envíos frecuentes, los costos adicionales son desplazados al precio final de la mercancía. Por consiguiente, se genera una perdida del excedente del consumidor.
El exportador también pierde por los mismo problemas.
En primer lugar, perdería participación del mercado en la búsqueda de reducir costos de envío, mientras la competencia tendría mayor disponibilidad. Asimismo, al tener que realizar envíos más grandes y con menor frecuencia, el exportador tendrá mayores costos de mantenimiento de inventario. En segundo lugar, su precio podría ubicarse por encima del de la competencia local o proveedores internacionales con preferencias arancelarias o más eficientes en la producción. En definitiva, las barreras administrativas generan distorsiones en las transacciones comerciales.
Finalmente, estas barreras retrasan el movimiento de mercancías entre países. Es decir, se convierten en trabas al comercio. Por tanto, se pierden las ventajas del comercio como el impulso al crecimiento económico, ventajas comparativas, economías de escala, diversificación económica, entre otros.
Control aduanero
Dejando de lado las malas prácticas para perjudicar el flujo de comercio, se debe destacar la importancia del control aduanero.
En este sentido, las medidas de control son importantes para evitar el fraude aduanero y mantener la integridad de la seguridad nacional.
Por tanto, la crítica es a la acción de desvirtuar el control con prácticas desproporcionadas que buscan restringir el comercio. Por ejemplo, una de las razones para estas acciones es perjudicar a un país en particular, o mejorar el saldo de la balanza comercial.