Acción suscrita
Una acción suscrita es un tipo de acción que ha sido adquirida por un socio de una empresa y por la que se ha comprometido a abonar la cantidad económica correspondiente en el plazo y condiciones acordadas.
Las acciones suscritas son acciones ordinarias que se caracterizan porque su propietario todavía no ha abonado la cantidad correspondiente al valor de la acción. De este modo, han sido entregadas al accionista tras la firma de un contrato de suscripción. Mediante dicho acuerdo se compromete a cumplir con ciertas condiciones en un plazo determinado.
Características de la acción suscrita
Las acciones suscritas reúnen las siguientes características:
- Son propiedad de un determinado accionista.
- No ha sido abonado el importe pactado en el momento de la adquisición.
- Su valor puede ser igual o superior al valor nominal de la misma.
- El propietario adquiere la condición de accionista.
- El accionista tiene la obligación por contrato de cumplir con las condiciones acordadas.
- Otorgan a su propietario los derechos de participación en la junta general de accionistas y el cobro de dividendos.
Valor de la acción suscrita
El valor de la acción suscrita lo fija la compañía en el momento de la emisión. Podemos encontrar acciones suscritas por el mismo precio que su valor nominal, a la par. Por el contrario, existen acciones suscritas por un precio superior a su valor nominal, en este caso estaríamos ante una acción con prima, sobre la par.
Una vez que el accionista ha cumplido con sus obligaciones de pago y con las condiciones acordadas en el momento de la suscripción de dicha acción, pasará a tener el valor que marque el precio de mercado. Este precio de mercado fluctuará en función de la situación de la empresa en cada momento, así como de la confianza de los inversores.
Ejemplo de la acción suscrita
Supongamos que formamos parte del consejo de administración de una empresa multinacional que fabrica artículos de iluminación para hogares. Tras una reunión mantenida para poner en marcha un nuevo proyecto relacionado con artículos de iluminación para fábricas, determinamos que la compañía necesita realizar una ampliación de capital de 450 millones de dólares.
Dicho capital irá destinado a construir una nueva planta de fabricación y ensamblaje de la nueva línea de productos. Es por ello, por lo que realizamos una emisión de acciones por valor de 55 dólares cada una.
La empresa disfruta de una gran confianza por parte de los inversores y logramos suscribir el 100% de la emisión. Las condiciones acordadas con los nuevos accionistas es que deben abonar el precio de la acción en un plazo máximo de tres meses. En dicha fecha se pondrá en marcha el nuevo proyecto. De este modo, los nuevos inversores habrán adquirido acciones suscritas.
En conclusión, una acción suscrita es una acción ordinaria por la que el inversor todavía no ha realizado el desembolso correspondiente del valor acordado. Junto a esto, el nuevo accionista deberá cumplir con todas las condiciones y plazos de pago que se han estipulado en el contrato de compraventa.