Definición de YOLO
Existen diversas expresiones que se emplean para resumir un ideal o un precepto y que actúan como elementos de motivación. El acrónimo YOLO, que procede de la frase “You Only Live Once”, es una de ellas.
Esta expresión, que en nuestra lengua puede traducirse como “Sólo Vives Una Vez”, se vincula a la necesidad de aprovechar las oportunidades para disfrutar de la existencia, ya que cada ser humano tiene una única vida por vivir. Es importante tener en cuenta que la idea encerrada en el concepto de YOLO tiene varios siglos de historia: hay expresiones similares que divulgaron Johann Strauss y Wolfgang von Goethe, por ejemplo.
El rapero canadiense Drake y las bandas estadounidenses The Strokes y Suicide Silence son algunos de los artistas que han utilizado la expresión YOLO en canciones y que, de este modo, contribuyeron a su difusión. YOLO también es mencionado con mucha frecuencia en las redes sociales, muchas veces acompañado por una fotografía o un vídeo donde el usuario desea mostrar que disfruta de la vida tanto como puede.
Es necesario resaltar que varios psicólogos, sociólogos y filósofos han advertido a la población sobre los riesgos que acarrea la noción de YOLO. Bajo el justificativo de que “solo se vive una vez”, muchos jóvenes realizan acciones imprudentes y temerarias que ponen en riesgo su vida. Por eso los intelectuales trazan una diferencia entre tomar un riesgo después de haber reflexionado sobre las posibles consecuencias de la acción y realizar un acto irracional para divertirse o incluso con el único objetivo de exhibirlo en las redes sociales.
El nivel de irresponsabilidad que despliegan ciertas personas cuando se proponen dejar los problemas atrás y disfrutar la vida al máximo es muy preocupante, no sólo por el hecho de que ponen su propia integridad física en riesgo sino porque generalmente acarrean a otras para que se hundan con ellas. La falta de seguridad en uno mismo es quizás el arma más peligrosa que podemos usar en nuestra contra, y entra en juego, por ejemplo, cuando hacemos lo que nos piden nuestros amigos simplemente para no parecer raros o aburridos.
Bajo el lema de YOLO muchos adolescentes comienzan a fumar tabaco o marihuana, a beber alcohol en exceso, a mantener relaciones sexuales sin ningún tipo de precaución y a conducir antes de contar con el permiso legal o a hacerlo de forma irresponsable, a altas velocidades en competencias ilegales que suelen terminar en lamentables accidentes.
Desde el punto el vista de algunos adultos, estas actitudes pueden reducirse a simples tonterías propias de una etapa en la que se espera que los seres humanos desafiemos la autoridad para entender cuáles son los límites; sin embargo, el trasfondo es muy diferente. Si tomáramos en cuenta este razonamiento, entonces también deberíamos aceptar como válidas las acusaciones que reciben quienes no se atreven a embarcarse en las actividades descritas en el párrafo anterior: que son cobardes, aburridos, que no saben disfrutar de la vida, etcétera. Y, sobra decirlo, esto tampoco es correcto.
Dicho todo esto, debemos comprender que YOLO no significa «arriesguemos nuestra vida de manera absurda», sino «aprendamos a vivirla a pleno». No todos necesitamos saltar desde la cima de una montaña para experimentar sentimientos intensos: hay quienes consiguen esto al leer su libro favorito, al ejecutar una pieza de piano que les ha tomado varios años estudiar, o bien al ver una sonrisa en el rostro de uno de sus alumnos.
Sólo vivimos una vez, y por eso debemos hacer lo posible por marcar una diferencia, por luchar contra la injusticia y por conseguir que cada día valga; ir detrás de situaciones extremas en las que podemos morir a cada segundo tendría más sentido si el acrónimo significara «vivimos muchas veces».