Definición de tapial

Tapial es un concepto con varios usos. Puede tratarse del muro que se construye con tierra amasada o del molde que permite desarrollar una de estas paredes, también conocidas como tapias.

Los tapiales son muros formados con tierra arcillosa que se compacta a través del sistema conocido como encofrado. Con tablones de madera o planchas metálicas dispuestas en paralelo, se introduce tierra entre ellas. La tierra se va compactando con la ayuda de una herramienta conocida como pisón. Luego se cambia la posición del encofrado hasta ir formando el tapial.

Una vez que se completó el proceso, el tapial es secado al sol. Finalmente, las ventanas y las puertas se desarrollan mediante un cincel (un instrumento que se usa para labrar diversos materiales).

El tapial se caracteriza por su capacidad para conservar el calor o el frío ya que resulta un aislante efectivo. Además ofrece un buen aislamiento acústico. Entre los puntos negativos de los tapiales, hay que destacar que suelen resquebrajarse con el correr del tiempo.

Es posible encontrar edificaciones con tapiales en diversos países, como España, Argentina, Brasil, Paraguay, Marruecos e Irán. Como su construcción no requiere tecnología avanzada, los tapiales son bastante económicos.

Cabe mencionar que el tapial es una de las opciones preferidas de quienes persiguen la construcción sostenible, o sea, la que reduzca el impacto ambiental que causan los procesos de edificación, uso y derribo. Las razones que vuelven el tapial tan conveniente son varias; en primer lugar, puede construirse con diversos materiales, todos ellos económicos y fáciles de conseguir. Por otro lado, no requiere de máquinas para completar el proceso, ya que podría considerarse artesanal.

A pesar de no ser el método más adecuado para grandes construcciones, el tapial ofrece la suficiente resistencia para un edificio de unas tres plantas; esto se debe a que los muros pueden fabricarse con un espesor considerable y fortificarse con ciertos aditivos, entre los que se se encuentra la paja (que sirve para volverlo más estable), piedras pequeñas, palos o cañas (que incrementan su resistencia y, en el caso de las cañas, la elasticidad del muro sin agregar demasiado peso).

El agua es uno de los principales enemigos del tapial, ya que este tipo de muro la absorbe con mucha facilidad. Por esta razón, uno de los consejos más generalizados para combatir la degradación es colocar la tapia sobre una base de piedra; de esta manera es posible extender la estabilidad de la estructura.

Además del aislamiento contra el frío, el calor y los ruidos, el tapial presenta otras ventajas dignas de ser mencionadas: no es inflamable; es muy resistente al impacto; aisla radiaciones electromagnéticas de alta frecuencia y, en consecuencia, protege a los seres vivos de sus efectos negativos; evita el exceso de humedad en el interior de la construcción.

Con respecto a la etimología de la palabra tapial, que nos lleva a tapia, resulta muy interesante descubrir que algunos estudiosos apuntan a una onomatopeya; la palabra que hoy utilizamos como sinónimo de pared construida para contener un terreno puede tener un origen prerromano y haber surgido de la voz «¡tap!», que imitaba el sonido que se produce al amasar los materiales durante su fabricación. La evidencia más antigua del término tapia en un documento data del año 1109.

Cabe destacar que Tapiales es el nombre de una localidad que se encuentra en la provincia argentina de Buenos Aires. Perteneciente al Partido de La Matanza, fue fundada en 1902 y cuenta actualmente con más de 15.000 habitantes. Entre los tapialenses famosos, se encuentran el director técnico de fútbol y ex jugador Ricardo Gareca, el tenista Guillermo Cañas, el ciclista Walter Pérez y el cantante “Pato” Fontanet.

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