Definición de tacto

Del latín tactus, el tacto es uno de los cinco sentidos básicos de los seres humanos (junto al gusto, el olfato, la visión y la audición), gracias al cual podemos percibir sensaciones de contacto, temperatura y presión.

El tacto radica principalmente en la piel, el órgano más extenso del cuerpo humano y el que cuenta con numerosos receptores nerviosos para transformar los estímulos externos en información susceptible de ser analizada e interpretada por el cerebro.

Existen diversos tipos de receptores nerviosos que intervienen en el tacto. Los discos de Merkel son las células sensitivas a la presión y se ubican principalmente en las palmas de las manos y en las plantas de los pies.

Los corpúsculos de Pacini aparecen en el nivel profundo de la hipodermis, mientras que los corpúsculos de Ruffini se distribuyen en la dermis. Los corpúsculos de Krause se encuentran en todo el cuerpo, incluyendo la nariz y los genitales.

Tacto también es la acción de tocar o palpar, y la manera de analizar un objeto a partir del sentido táctil. Por ejemplo: “Me gusto esta tela porque es muy suave al tacto”, “La sensibilidad al tacto es diferente en cada región de nuestro cuerpo, dado que depende directamente del número de receptores presentes en la piel”, “Necesito comprar un revestimiento para esta mesa ya que es rugosa al tacto y me incomoda”.

La noción de tacto también se utiliza en sentido simbólico para hacer referencia a la prudencia que se necesita para tratar (“tocar”) un asunto delicado: “Mi jefe no tiene tacto: ayer despidió a un empleado por teléfono y a los gritos”. En este sentido, tacto puede ser sinónimo de consideración, discreción y diplomacia.

Cuando se entabla una conversación con alguien que se encuentra en pleno proceso de recuperación de alguna situación traumática, como puede ser un accidente en el que perdió a un ser querido, o algún tipo de ataque hacia su persona, el tacto previene hacer referencia a dichas situaciones, sea directa o indirectamente, a menos que el interlocutor exprese su conformidad al respecto.

Lo mismo ocurre en situaciones aparentemente menos delicadas, como ser conversaciones que hacen mofa de un defecto físico que posee uno de los participantes, ignorando el efecto que esto puede causar en él. El tacto no es un rasgo inamovible de la personalidad, sino que se desarrolla a consciencia, así como el respeto por el medio ambiente y por las demás personas; se debe trabajar a partir de los errores, buscando ser más compasivos, observando más detenidamente nuestro entorno antes de hacer un comentario despectivo, siempre teniendo como objetivo último evitar los sentimientos negativos que los provocan.

Braille

El braille (también conocido por el nombre de cecografía) es un sistema que permite a las personas no videntes leer y escribir a través del tacto. Su creador fue Louis Braille (nacido en el año 1809), quien de niño perdió la vista en un accidente, se basó en un sistema táctil utilizado por los militares para enviar órdenes difíciles de descifrar por los enemigos.

Su primera versión se valía de ocho puntos para cada carácter, pero luego de años de pruebas, redujo el número a seis, y así se conoce al día de hoy. El braille es una herramienta útil para la lectura y la escritura tradicionales, y también para la interacción con los ordenadores.

Cabe mencionar que el braille es una representación del alfabeto, y no una lengua diferente: a través de su uso es posible representar letras, números, signos de puntuación y símbolos propios de las ciencias y la música. Generalmente, un texto impreso con este sistema consta de celdas con seis puntos, tres de alto por dos de ancho, algunos de los cuales están en relieve, numeradas desde arriba hacia abajo y de izquierda a derecha.

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