Definición de serafín
El concepto de serafín deriva del latín tardío serăphim, a su vez procedente del hebreo serafĭm. El término se emplea en el catolicismo para nombrar a una clase de seres celestiales.
Los serafines son espíritus angélicos que componen el primer coro. En conjunto con los tronos y con los querubines, los serafines forman la primera jerarquía, contemplando a Dios de forma directa.
Antes de avanzar, es importante mencionar que un coro es un conjunto de espíritus que dan lugar a un orden. Los órdenes, en tanto, son categorías o jerarquías.
Según la teología, los serafines rodean a Dios y lo alaban de manera constante, exaltando su gloria. La iconografía se encarga de representarlos como seres con alas.
Específicamente, los serafines son representados con tres pares de alas. Un par de alas tapa sus pies como símbolo de humildad; otro cubre su rostro debido a que, por su belleza inmensa, solamente Dios puede admirarlos; y el tercer par de alas, finalmente, es aquel que les permite volar.
Este detalle de la apariencia de los serafines es dado por Isaías en la Biblia. Isaías afirma que, al ser llamado por Dios en una visión, lo vio en su trono con seres alados a su alrededor, a los cuales denominó serafines.
Serafín, por último, es un nombre masculino que, si bien actualmente no es demasiado popular, se utiliza en España y en varios países latinoamericanos. El poeta salvadoreño Serafín Quiteño, el exjugador de rugby argentino Serafín Dengra y el político español Serafín Huder son algunas personalidades que se llaman de este modo.