Definición de reliquia
La etimología de reliquia nos lleva a reliquiae, un término latino. Este concepto puede emplearse de distintas maneras, de acuerdo al contexto.
Una reliquia puede ser algo que tiene una gran antigüedad o que supone un vestigio de tiempos pretéritos. Por ejemplo: “Mira esta reliquia: es un sombrero del siglo XIX que utilizaba mi bisabuelo”, “El escritor alemán crea sus novelas en una máquina de escribir que es una verdadera reliquia ya que no se siente a gusto con las computadoras”, “Hay que conservar este edificio: es una reliquia de gran valor histórico”.
Las reliquias también son aquellos objetos que pertenecieron a un ser querido y que, por este motivo, disponen de un valor sentimental especial para el actual propietario. Una mujer puede nombrar como una reliquia a un colgante que utilizaba su madre, que falleció varias décadas atrás.
Para la religión, las reliquias son los restos de un santo o ciertos objetos que estuvieron en contacto con él. El estuche o espacio donde se almacenan las reliquias recibe el nombre de relicario.
En el cristianismo, la veneración de estas reliquias está vinculada a las persecuciones que sufrieron los primeros cristianos cuando comenzó a desarrollarse esta religión. Diversos objetos vinculados a estos mártires se convirtieron en reliquias, siendo veneradas y custodiadas por los cristianos desde entonces.
“Harry Potter y las Reliquias de la Muerte”, por otro lado, es el título de la séptima y última novela de la saga de Harry Potter. Este libro fue publicado en 2007, a una década de la primera novela.
Reliquias de la Pasión de Jesucristo
La cruz
Es de público conocimiento, incluso para las personas ajenas a la religión cristiana, que Jesucristo fue condenado a la crucifixión, y el instrumento usado para tal fin se denomina Lignum Crucis o Vera cruz, y es una reliquia. Helena de Constantinopla (también conocida como Santa Helena), una emperatriz de la Antigua Roma, encontró la cruz que los cristianos consideran auténtica en Tierra Santa.
Si bien muchas personas e instituciones poseen astillas y fragmentos de esta reliquia, la mayor parte de ellos se encuentra en el monasterio de Santo Toribio de Liébana (en suelo español) y en la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén, en la ciudad italiana de Roma.
La lanza
La muerte de Jesucristo fue un suceso ciertamente violento y cruel; como si coronarlo con espinas, azotarlo y crucificarlo no hubiera sido suficiente, también fue herido con una lanza, la cual en la actualidad se considera una reliquia y, después de varios traslados, se conserva en la catedral de Núremberg, en Alemania. La persona a cargo de perforar el costado de Jesús fue el soldado Longinus.
Cabe mencionar que, como ha ocurrido con casi todas las demás reliquias, la legitimidad de lanza sagrada ha sido cuestionada en más de una ocasión. En este caso, un estudio llegó a la conclusión de que su antigüedad no va más allá del siglo IV.
El cáliz
Conocido también como el Santo grial, se dice que este vaso fue usado por el propio Jesús en la Última cena, la cual celebró junto a sus discípulos. Por otro lado, algunos aseguran que se trata de un recipiente en el cual José de Arimatea, un personaje de la Biblia y dueño del Santo Sepulcro, juntó la sangre de Cristo, a quien seguía con fervor.
La corona de espinas
Uno de los instrumentos de tortura usados durante el traslado de Jesucristo a la cruz es también una reliquia para la religión y en la actualidad la custodian en la Catedral de Notre Dame, aunque no conserva las espinas, ya que se encuentran en diversos relicarios en varias partes del mundo.