Definición de raquitismo
Raquitismo es el nombre que recibe una enfermedad producida por la carencia de vitamina D en la nutrición. Esto genera problemas a la hora de metabolizar el calcio, una cuestión que deriva en la debilitación de la persona y en deformaciones óseas.
El bajo nivel de calcio y de otros minerales en el flujo sanguíneo lleva a un trastorno en la mineralización de cartílagos y huesos ya que las hormonas, para incrementar el nivel en sangre, liberarán los minerales que estaban presentes en los componentes óseos.
El raquitismo suele afectar a los niños mayores de seis meses y menores de dos años, ya que es la etapa en la cual el cuerpo necesita una mayor cantidad de calcio. Esta enfermedad suele desarrollarse en países pobres, donde las necesidades nutricionales son más difíciles de satisfacer.
Si un niño, por cuestiones socioeconómicas, no tiene acceso a productos tales como ser verduras frescas, puede sufrir raquitismo. La enfermedad se evidencia a partir de problemas en los huesos (con deformidades evidentes como el arqueamiento de las piernas, un cráneo atípico y la columna vertebral desviada), deficiencias en las piezas dentarias, pérdida del tono de los músculos y una talla reducida. El enfermo puede sufrir diversos dolores, calambres frecuentes y una sensación persistente de debilidad.
Un análisis del nivel de calcio y diversas radiografías pueden permitir a un médico diagnosticar raquitismo. El tratamiento de la enfermedad se basa en una dieta con fuerte presencia de vitamina D (la cual se encuentra en una gran variedad de alimentos) y puede incluir además la indicación de tomar dosis moderadas de sol.
Entre los factores que pueden influir en que la piel produzca cantidades insuficientes de vitamina D se encuentran los siguientes: vivir en climas que no contemplan una exposición suficiente a la luz solar a lo largo del año; tener la obligación de estar bajo techo durante las horas más iluminadas del día; llevar una dieta inadecuada, algo que suele ocurrir a causa de la desinformación.
Cabe mencionar que la leche materna no siempre provee a los infantes los niveles necesarios de vitamina D, por lo cual su uso exclusivo en la alimentación puede ser otra de las causas de raquitismo. Además, los niños de piel oscura que nacen en meses de frío pueden sufrir aún más la escasez de dicha vitamina, a causa de la poca exposición a la luz del sol.
Existe la falsa idea de que la dieta vegetariana es responsable de una alimentación deficiente, algo que puede desmentirse simplemente con observar a cualquier persona que ha sido vegana de nacimiento y que goza de una salud impecable, pero que también decenas de especialistas se esfuerzan en descalificar a través de estudios que ponen en duda los beneficios de los productos de origen animal, como ser la carne y la leche.
De todos modos, además de la dieta y la exposición a la luz solar, el raquitismo puede surgir por cuestiones genéticas; una de las formas de este trastorno se denomina precisamente raquitismo hereditario, y lo transmiten las personas a sus hijos cuando sus riñones no pueden completar la retención del mineral de fósforo.
Veamos algunos de los síntomas del raquitismo:
* sensibilidad o dolor en la columna vertebral, la pelvis, las piernas o los brazos;
* deformidades en los dientes, lo que incluye la formación tardía de los mismos, huecos en el esmalte y gran presencia de caries;
* facilidad para sufrir fracturas en los huesos;
* baja estatura en la adultez (esto puede apreciarse tomando en cuenta los parámetros de normalidad propios de cada país);
* calambres musculares, o sea, tensión involuntaria de un músculo y dificultad para relajarlo.