Definición de músculos
Del latín musculus, un músculo es un órgano formado por fibras contráctiles (fibras musculares). Pueden estar relacionados con el esqueleto (los músculos esqueléticos) o formar parte de la estructura de órganos o aparatos (los músculos viscerales).
El cuerpo humano cuenta con unos 650 músculos de distintos tipos, que se encuentran envueltos por una membrana conocida como aponeurosis. Los músculos son los órganos con mayor adaptabilidad, ya que su forma y contenido pueden modificarse en gran grado. Al hacer ejercicio físico, por ejemplo, los músculos pueden desarrollarse y fortalecerse.
Los músculos cumplen con varias funciones. Son los encargados de producir movimiento, brindar estabilidad articular, mantener la postura, transformar la energía mecánica en química, aportar calor, estimular los vasos sanguíneos e informar sobre el estado fisiológico del cuerpo, entre otras actividades.
Los músculos son órganos compuestos por fibras contráctiles.
Clasificación y enfermedades de los músculos
De acuerdo a su localización, los músculos pueden ser cutáneos (se encuentran inmediatamente debajo de la piel) o profundos (tienen, al menos, una inserción ósea). Según su forma, existen los músculos circulares o esfinerianos y los músculos cuadrados.
Otra clasificación de los músculos se produce de acuerdo a su naturaleza. En este caso, puede hablarse de los músculos estriados (de control voluntario y contracción muy lenta), músculos lisos (controlados de manera involuntaria, no contienen estrías) y músculos cardíacos (de control involuntario y naturaleza estriada modificada).
Los músculos pueden sufrir diversas enfermedades, que se conocen como miopatías. Estos trastornos pueden tener diversas causas y deben ser tratados de diferentes formas. Entre ellos aparecen las distrofias musculares, las atrofias, las miopatías inflamatorias, la miastenia y ciertos tumores.
Los boxeadores y otros deportistas se caracterizan por el desarrollo de sus músculos.
El trastorno de la vigorexia
Existe un trastorno que se conoce como vigorexia, dismorfia muscular o anorexia inversa y suele manifestarse en personas que gozan de una gran masa muscular pero que se ven a sí mismas de una forma subdesarrollada; cabe mencionar que, si bien es una enfermedad más común en los hombres, también la padecen algunas mujeres.
Los vigoréxicos se autoconvencen de que no tienen el cuerpo lo suficientemente desarrollado y se condenan a un excesivo entrenamiento físico (mayormente levantamiento de pesas y aparatos para agrandar la musculatura) con el fin de tonificar y ensanchar su musculatura. Cabe mencionar que suelen ser personas que han sufrido algún trastorno alimenticio o con un pasado marcado por abusos físicos y psicológicos.
Obsesión por los músculos
Es un desorden relacionado con el TOC (trastorno obsesivo compulsivo) y se lo considera opuesto al de la anorexia, porque los individuos desean volverse fuertes, en vez de disminuir el tamaño de su cuerpo; se ven más menudos de lo que son y se obsesionan por aumentar de peso y corregir sus imperfecciones. En pocas palabras, se trata de una distorsión de la percepción que tienen de sí mismos.
Esta enfermedad causa severos problemas en la vida de estas personas, afectando sus relaciones personales, su salud física, sus hábitos y su forma de entender el mundo y de sentir sus propias emociones. Además, en caso de que no sea detectado y tratado a tiempo puede provocar daños en los músculos por la sobreexigencia a la que se los expone, depresión y otros problemas provocados por el consumo de esteroides.
La forma en la que se combate esta enfermedad es a través de terapia y, en caso de presencia de otras enfermedades derivadas de ésta como la depresión, con medicación psiquiátrica que colabore con la recuperación integral del individuo. Es importante que aquéllos que la padezcan sean tratados por profesionales con la mayor inmediatez posible.