Definición de rábano

Un vocablo griego que derivó en, la lengua latina, en raphanus, llegó a nuestro idioma como rábano. Así se conoce a una planta herbácea cuyas raíces forman parte de la alimentación del ser humano en numerosos países.

Raphanus sativus es el nombre científico de esta planta que pertenece a la familia de las brasicáceas, también conocida como crucíferas. Dispone de hojas de gran tamaño, flores por lo general amarillentas o blancas, un tallo que puede medir unos ochenta centímetros y una raíz carnosa cuyo color puede variar de acuerdo al tipo de planta.

Debido a su importancia en la alimentación y a su capacidad de adaptación, el rábano o rabanito se cultiva en casi todo el mundo. Su picor le confiere un sabor muy particular y fácilmente reconocible.

Lo habitual es que el rábano se coma crudo como parte de una ensalada. De acuerdo a la variedad de rábano, las raíces pueden ser blancas, rojas o hasta negras. El rábano tiene pocas calorías, una característica que le permite ser incluido en numerosas dietas que apuntan a lograr una pérdida de peso.

Sus niveles de yodo, fósforo, potasio y calcio, por otra parte, le aportan numerosas propiedades beneficiosas para el organismo, convirtiéndose en un alimento recomendado por nutricionistas.

El rábano es un importante agente curativo para combatir enfermedades que surgen por la carencia de vitamina C, la cual se manifiesta a través del desprendimiento de los dientes, trastornos en las articulaciones y hemorragias. Su ingesta frecuente en ensaladas es una forma ideal de aprovechar sus propiedades en un caso como éste.

Por otro lado, un preparado caliente rábano puede resultar muy útil para aliviar los síntomas de ciertas enfermedades que afectan las vías respiratorias, como ser la bronquitis y el asma, pero también el catarro y la tos. Simplemente se debe colocar 100 gramos de rábano en 1 litro de agua caliente y aplicar miel para darle un sabor dulce y, a su vez, aprovechar sus beneficios; se recomienda beberlo más de una vez al día hasta notar mejoras considerables.

Como si esto fuera poco, el rábano también puede ayudar a tratar problemas en el hígado, cálculos en el rinón, dispepsia (un problema digestivo que suele caracterizarse por síntomas como el dolor estomacal, flatulencias, ardor y náuseas), parásitos y desórdenes gástricos.

Los cálculos biliares, también conocidos como colelitiasis o litiasis biliar, se definen como la aparición de cálculos en las vías biliares, especialmente en la vesícula biliar. Mezclar un rábano con jugo de limón, cortarlo en trozos y comer dos de ellos por hora durante el primer día y uno cada dos horas en los días subsiguientes puede ayudar a luchar contra esta enfermedad.

Otros trastornos y enfermedades para los cuales existen consejos que incluyen el rábano como elemento principal de preparados y dietas son la obesidad, la artritis y la urticaria. Si bien cada persona puede escoger creer o no en la medicina casera, nunca está de más incluir tantas verduras y frutas como sea posible en nuestra alimentación diaria.

Entre las ensaladas más populares que pueden prepararse con rábanos, se encuentran la ensalada de rábanos y zanahorias, la ensalada de rábanos y lechuga y la ensalada de rábanos y pepinos. Otra receta popular en algunas regiones son los rábanos asados, condimentados con romero y otras especies.

Cabe mencionar que el nombre de esta planta también puede usarse en ciertas regiones de habla hispana para armar la expresión «me importa un rábano», que denota la falta absoluta de interés del emisor por el tema del cual habla su interlocutor. Otro alimento que puede usarse con fines similares es el comino. Lo normal es que no se utilice para expresar un enfado considerable, ya que puede incluso resultar graciosa, sino que sirva para enfatizar que no deseamos continuar escuchando una conversación o tocando un tema en particular.

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