Definición de receta
El concepto de receta tiene su origen en el latín recepta y posee dos grandes acepciones: por un lado, la emplean médicos y pacientes para hacer mención a la prescripción de medicamentos y, por otra parte, en gastronomía representa los pasos a seguir para reproducir un determinado plato.
La receta de carácter médico consiste en una indicación facultativa que el profesional de la salud deja por escrito a modo de constancia y referencia para la adquisición de medicamentos. Se trata de un documento normalizado que el médico desarrolla cuando debe recomendar un remedio para que el paciente pueda conseguirlo en una farmacia. Para elaborarlo, el profesional cuenta con una habilitación legal. La receta médica, de este modo, garantiza que las drogas que incluyen los medicamentos sean utilizados sólo con fines terapéuticos.
Por lo general, esta clase de recetas se estructuran en dos partes: la primera, que debe entregarse al farmacéutico, es el cuerpo, mientras que la segunda es el volante de instrucciones destinado al paciente, donde el médico describe de qué forma deben ingerirse los medicamentos (cada cuántas horas, cuál es el máximo permitido por día, cómo actuar frente a potenciales efectos colaterales, etcétera).
En cuanto a las recetas de cocina, se puede decir que son aquellas que explican qué ingredientes incluye una comida y la forma en que ésta debe ser preparada. Las recetas indican el procedimiento adecuado para que el plato en cuestión pueda recrearse con los mismos resultados. Asimismo, puede proporcionar consejos para resaltar el sabor, trucos para evitar la cocción excesiva y diversas ideas para la presentación final.
Las recetas de cocina suelen reunirse en libros y, en la actualidad, en páginas de Internet. También es común que se transmitan de generación en generación a nivel familiar.
Por último, cabe destacar que se le dice receta al procedimiento que, a nivel general, posibilita que una persona consiga algo: “Mi padre cree tener la receta para el éxito en los negocios”.
Las 1000 caras de ciertas recetas
En países muy nacionalistas y orgullosos de su cocina, como es el caso de España, es muy común que el fútbol no sea el único tema de discusión y enfrentamiento entre las distintas regiones. La lucha por conseguir que una determinada receta sea patrimonio de una u otra provincia es tan irrisoria como cierta.
Sin duda, el caso de la paella es el más polémico. Este plato, que tiene un sinnúmero de formas, goza de una fama internacional y muchos turistas visitan el país buscando probar la verdadera. Sin embargo, esta delicia de la cocina resulta ser la especialidad de Valencia, tanto como la de Sevilla y Tarragona, para nombrar algunas de las zonas en las que se asegura que su receta es insuperable.
Por otro lado, en países como Argentina, donde coexisten muchas culturas desde hace décadas, las recetas heredadas de los inmigrantes han sufrido diversas modificaciones con respecto a las originales, sea por la pérdida natural de información que se produce al transmitirla de boca en boca, o bien debido a que la persona extranjera no la conociera a la perfección a la hora de enseñarla.
Dado que dicho país cuenta con un gran número de personas originarias de Italia y de sus descendientes, pizzas, pasta y helado son tres de los casos en los que más inconsistencias se dan entre las versiones europeas y las argentinas.
La pizza napolitana es uno de esos casos; en Argentina, se conoce por ese nombre a aquélla que, aparte del queso mozzarella, presenta rodajas de tomate, las cuales son ligeramente cocidas sobre el final de la preparación. En Italia, aunque también existen diferentes posturas y versiones, muchos defienden que la verdadera receta tiene tomate en salsa y albahaca, la cual no es un mero condimento sino parte esencial de dicha pizza.