Definición de quilate
El recorrido etimológico de quilate se inicia en kerátion, un vocablo griego que puede traducirse como “el peso de cuatro granos”. Este término derivó en el árable clásico qīrāṭ, que a su vez llegó al árabe hispánico como qiráṭ.
Se denomina quilate a una unidad de peso que se utiliza en las piedras preciosas y en las perlas. Un quilate, en este marco, es equivalente a 200 miligramos.
Puede decirse que el quilate es una unidad de masa usada al pesar gemas. Dado que un quilate equivale a doscientos miligramos, cinco quilates representan un gramo. La masa es la magnitud que, en el ámbito de la física, sirve para medir la cantidad de materia que contiene un cuerpo dado; cabe señalar que el kilogramo es la unidad estándar del Sistema Internacional de Unidades.
La abreviatura de quilate en este caso es ct. Si bien en la actualidad esta unidad de masa se considera equivalente a 200 miligramos, esto no siempre fue así; hasta el año 1907, de hecho, representaba un valor relativamente superior, de 205 miligramos, lo cual equivale la ciento cuarentava parte de la unidad de masa llamada onza, la cual se usaba ya en la antigua Roma para pesar diferentes tipos de artículos que no superaran la libra romana.
El hito que tuvo lugar en 1907 para que cambiara la equivalencia del quilate fue el surgimiento del sistema métrico decimal; desde entonces, por lo tanto, un gramo es lo mismo que cinco quilates.
La razón de que se use la unidad del quilate para pesar los diamantes y las piedras preciosas se relaciona con el árbol del Mediterráneo conocido con el nombre de algarrobo, cuyo fruto es la algarroba, una vaina que es muy usada en el ámbito de la ganadería para dar de comer a los animales. Resulta que los griegos descubrieron que sus semillas no sufren alteraciones con el paso del tiempo, ni siquiera si se secan; esto quiere decir que su peso y su tamaño se mantienen invariables a pesar de exponerlos al aire.
Esta característica tan particular volvía las semillas del algarrobo ideales para tomar como punto de referencia a la hora de calcular el peso de otros objetos. Estos conocimientos pasaron un tiempo más tarde a la cultura árabe, donde el el concepto recibió otro nombre y finalmente llegó a nuestro idioma con la palabra quilate. Sobra decir que en la actualidad la precisión de esta unidad es mucho mayor que en aquella época, algo que también ocurre con la afinación de los instrumentos, por ejemplo; sin embargo, es digno de destacar el poder de observación de nuestros antepasados lejanos.
La idea de quilate también se emplea respecto al nivel de pureza de un metal precioso. En este caso, un quilate es igual a la veinticuatroava parte del total de la masa de la aleación.
Así, una joya de oro de x quilates, está realizada con una aleación de x/24 quilates (ya que la veinticuatroava parte es 1/24). Por lo tanto, una pieza de oro de 24 quilates está constituida por 24/24 partes del metal: se trata de oro puro.
Es importante tener en cuenta que quilate se escribe siempre con Q, y no con K. La forma kilate, pues, es incorrecta. El error, de todos modos, es habitual, posiblemente a partir de una confusión con kilo, el elemento compositivo que se usa en medidas como kilómetro o kilogramo.
La noción de quilate o quilates, por último, se utiliza de manera simbólica para centrarse en la importancia o la perfección de algo inmaterial. Por ejemplo: “El equipo visitante logró un triunfo de quilates que puede resultarle vital”, “El artista ofreció un concierto de quilates”, “He ahorrado lo suficiente para disfrutar un retiro de quilates”.