Definición de algarrobo
Los algarrobos son aquellos árboles que pertenecen al género Prosopis, de la familia de las fabáceas. Se trata de especies que suelen medir cerca de diez metros y que tienen la algarroba como fruto.
El algarrobo blanco, cuyo nombre científico es Prosopis alba, se encuentra en Argentina, Chile, Paraguay, Bolivia y Perú. Este árbol suele usarse con fines ornamentales, mientras que su madera permite la producción de revestimientos para el suelo, puertas, barriles y otros elementos.
El Prosopis pallida se conoce como algarrobo pálido. Por la dureza de su madera, se emplea para la fabricación de parquet y de piezas de mobiliario. Lo mismo ocurre con el Prosopis nigra o algarrobo negro.
Se llama algarrobo europeo al Ceratonia siliqua, un árbol de la región del Mediterráneo que es resistente a la sequía y cuya madera se utiliza en el ámbito de la carpintería. La algarroba procedente de este árbol, por otro lado, se emplea como alimento, mientras que sus hojas se destinan al ganado.
El algarrobo loco (Cercis siliquastrum), por su parte, puede superar los 15 metros de altura. Resiste la sequía y el frío, aunque no las heladas que se extienden en el tiempo. La madera de este árbol, a diferencia de lo que ocurre con otros algarrobos, no es valorada por su calidad.
Respecto al fruto de los algarrobos, cabe destacar que las semillas se encuentran en vainas, que pueden ser oscuras o blancas de acuerdo a la especie. Estas semillas contienen fósforo, hierro, calcio, azúcares y otros componentes. Muchas veces se emplean para reemplazar el cacao, resultando más saludables.
Propiedades medicinales de la algarroba
El fruto del algarrobo ofrece una larga lista de beneficios, tanto al ser humano como al resto de los animales. Si bien en este caso nos centraremos en los que nos afectan directamente a nosotros, cabe mencionar que diversas especies de mamíferos se sienten muy atraídas al sabor de la algarroba, y la comen como si se tratara de su postre favorito.
Entre las propiedades medicinales de la algarroba se encuentra su gran contenido en mucilagos, un tipo de fibra soluble que actúa en los tratamientos contra la inflamación de las mucosas. Este fruto es muy beneficioso para casos de irritaciones en las vías respiratorias, problemas digestivos, diarrea y cualquier dolor o molestia en el estómago.
Por otro lado, la algarroba es un alimento energético, que solamente posee un 10% de proteínas frente a un 50% de azúcar natural. También cuenta con un alto contenido en taninos, un potente antioxidante natural, y diversas vitaminas, entre las que destacan las del grupo B, B1 (también conocidas como tiamina), B2 (o riboflavina), B3 (niacina) y pro vitamina A.
El asma es una enfermedad caracterizada por la hinchazón de las vías respiratorias al punto de dificultar peligrosamente la respiración. Es un mal que afecta a mucha gente y le impide llevar un vida completamente normal. Si bien la algarroba no ofrece una cura contra este trastorno, su resina es muy recomendada para complementar los tratamientos, ya que una de sus características más sobresalientes es su capacidad expectorante, que ayuda a limpiar las vías respiratorias de forma natural.
Otros problemas de salud o condiciones que pueden mejorar gracias al fruto del algarrobo son la cistitis, la blenorragia, la laringitis, el estreñimiento, la irritación de los ojos y la inflamación de la garganta. Además, dado que no contiene gluten, es un alimento muy adecuado para los individuos celiacos.
La algarroba se comercializa en diferentes formas, como ser en polvo (el cual debe diluirse en agua antes de su uso), en tabletas, en semillas, en galletas o en harina, entre otras. Es importante alternarla con otros alimentos, para evitar que inhiba la digestión de ciertos nutrientes.