Definición de prolongado

Prolongado es algo que resulta más largo que ancho. La noción también puede utilizarse de manera simbólica en referencia a lo que se alarga o se extiende en el tiempo, generalmente más allá de los plazos habituales.

Por ejemplo: “Tienes que atravesar un pasillo prolongado antes de llegar a la oficina del gerente”, “No me gustan los coches muy prolongados, prefiero aquellos que son compactos”, “Hace un tiempo prolongado que este equipo no gana nada”, “Tras una sequía prolongada, la lluvia volvió al pueblo y alivió la situación de los campesinos”.

Se conoce como embarazo prolongado a aquel que dura más de 42 semanas. Se estima que entre el 4% y el 14% de los embarazos es prolongado, lo que puede generar varias complicaciones. El aumento de la mortalidad perinatal, el traumatismo fetal y/o materno, el síndrome de aspiración de meconio y el sufrimiento fetal agudo son algunos de los trastornos que pueden suscitarse a partir de un embarazo prolongado.

Cuando ciertas condiciones climatológicas se mantienen en el tiempo, se habla de olas. Una ola de calor, en este sentido, es un periodo prolongado de altas temperaturas mientras que lo opuesto es una ola de frío (periodo prolongado de bajas temperaturas).

El bloqueo militar prolongado a un territorio o espacio recibe el nombre de asedio. Por lo general, el asedio termina en un asalto al territorio con el objetivo de conquistarlo por la fuerza. El bloqueo prolongado, por lo tanto, apunta al desgaste de las fuerzas de aquellos que defienden lo que se pretende invadir.

El ayuno prolongado y sus consecuencias

Se conoce como ayuno a la privación del consumo de cualquier tipo de alimento, tanto sólido como líquido, durante un periodo de tiempo mayor al normal (el que tiene lugar entre una y otra comida, según la cultura). A grandes rasgos, la consecuencia de esta práctica es una serie de alteraciones en la función y la estructura del organismo, ya que comienzan a escasear las fuentes de energía y los nutrientes.

Es importante señalar que el cuerpo se adapta al ayuno prolongado, especialmente disminuyendo la cantidad de energía necesaria para cada tarea. A medida que cuenta con menos glucosa, por ejemplo, empieza a aprovechar las reservas de proteínas presentes en los tejidos para producirla y también para generar glicerol y ácidos grasos, los cuales se obtienen digiriendo las grasas.

A pesar de que gran parte de los tejidos puedan conseguir combustible a través de los cuerpos cetónicos (ácido que se genera cuando se degradan las grasas) o de los ácidos grasos, no ocurre lo mismo con el cerebro, ya que las neuronas precisan de la glucosa para llevar a cabo sus funciones vitales.

El ayuno prolongado puede resultar especialmente perjudicial para el cerebro, ya que la alteración de su alimentación afecta directamente el sistema nervioso, lo cual vuelve muy probable que se produzcan lesiones en las neuronas, algunas de las cuales pueden ser irreparables.

Por otro lado, el ayuno prolongado provoca que se consuman los depósitos de grasa, lo cual puede parecer poco relevante desde algunos puntos de vista, pero mucho en relación con el desarrollo puberal, ya que durante esta etapa se necesita de la leptina, la cual es producida por el tejido adiposo.

El proceso de mineralización ósea también se ve afectado por la falta de consumo de alimentos durante un periodo prolongado, ya que baja el nivel de calcio, ante lo cual puede tener lugar un cuadro de osteoporosis u osteopenia, en algunos casos llegando a niveles irreversibles.

Las razones que pueden llevar a una persona a practicar un ayuno prolongado son diversas, desde una protesta hasta un mandato religioso, pero es muy importante conocer sus riesgos, ya que puede dejar en el organismo serios daños o incluso causar la muerte.

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