Definición de pomada
Una pomada es una sustancia cremosa que se utiliza en la medicina y en la cosmética con diversos fines. Por lo general, la aplicación de la pomada sobre la piel aporta algún tipo de beneficio al sujeto sobre el cual se aplica, que puede ser una persona o un animal.
Las pomadas, a diferencia de las cremas, no tienen agua, sino que suelen estar compuestas por grasa y otros ingredientes que le otorgan una consistencia semisólida. Gracias a sus principios activos, pueden servir como remedio.
De esta forma, existen pomadas para reducir el dolor físico en alguna zona del cuerpo y otras que ayudan a expectorar, por citar dos posibilidades. Por ejemplo: “El traumatólogo me recomendó que me aplique una pomada sobre el pie que me duele”, “A Carla le dieron una pomada para mejorar la condición de sus articulaciones”, “Lanzan una nueva pomada que alivia el malestar causado por las hemorroides”.
En algunos países, se utiliza la noción de pomada para nombrar al betún que se le aplica al calzado para hacer que brille y protegerlo del agua y del desgaste en general. Es habitual, en muchas ciudades, encontrar gente en la calle que trabaja como lustrabotas, dedicándose a limpiar y aplicar pomada a los zapatos de sus clientes.
En el lenguaje informal, por último, el concepto de pomada puede referirse a una posición de privilegio o a un cierto estatus: “Miguel está en la pomada, tiene acceso directo a todos los ministros”, “Desde que está en la pomada, Lucas no me llama más por teléfono”, “Estuve en la pomada pero, por negarme a participar de un acto de corrupción, me dejaron afuera”.
Pomadas caseras
A menudo se habla de las propiedades medicinales de las plantas, con aplicaciones tan diversas que abarcan desde el tratamiento de un simple resfrío hasta el control de la ansiedad. Lejos de ser una de las tendencias del mercado moderno, el uso de vegetales con fines curativos nos remonta a muchas culturas antiguas. Entre los productos que podemos preparar en casa con ingredientes naturales se encuentran las pomadas.
Como se explica al principio de la definición, la pomada no contiene agua; por el contrario, se hace a base de aceites o grasas, y esto le da una textura y una consistencia muy particulares. Dada su solidez, es posible aplicarla sobre la zona deseada formando una capa protectora, a diferencia de las cremas, que suelen diluirse con las secreciones de la piel.
Para preparar una pomada casera existen diversos procedimientos, cada uno con diferentes niveles de dificultad y exigencia. Una de las tantas recetas requiere contar con los siguientes materiales e ingredientes:
* 500 gramos de parafina o vaselina. Por ejemplo, es posible usar la vaselina para labios que se vende en supermercados y tiendas de belleza;
* 60 gramos de hojas, raíces o pétalos de la planta que tenga las propiedades deseadas. En los herbolarios suele haber una gran variedad, y allí mismo se puede consultar cuál se ajusta más a nuestras necesidades;
* un recipiente de vidrio para la preparación y otros, de vidrio o plástico, para almacenar la pomada;
* una cacerola con una cuchara de madera;
* un filtro o trozo de tela para colar la mezcla;
* una jarra.
El procedimiento es el siguiente:
* fundimos la vaselina o parafina a baño maría;
* añadimos la planta escogida y mantenemos a fuego lento durante dos horas;
* colamos la mezcla dentro de la jarra y luego la vertemos en los recipientes destinados a su almacenamiento antes de que se solidifique;
* dejamos enfriar a temperatura ambiente y conservamos en lugar fresco y seco.