Definición de textura
Del latín textūra, la textura es la disposición y el orden de los hilos en una tela. En el sector textil, el término también se utiliza para nombrar a la operación de tejer y a la superficie de una prenda.
A nivel general, la textura está vinculada a la superficie externa de un cuerpo. Se trata de una propiedad que es captada a través del sentido del tacto. La suavidad, la aspereza y la rugosidad son sensaciones que transmite la textura. Por ejemplo: “Amo la textura de esta camisa: es muy suave”, “La textura irregular del escritorio perjudicó mis trazos”, “Estas cremas contribuyen a suavizar la textura de mi piel”, “Los ciegos pueden leer gracias a la textura de las hojas escritas en Braille”.
Asimismo no hay que obviar la existencia de la textura del suelo. En base a ella se establece una clasificación de terrenos como son la arcilla, la arena fina, la grava, el limo medio, las piedras, el limo fino o la arena gruesa, entre otros.
En el ámbito de la pintura, la textura hace referencia a la agrupación de formas y colores que permiten percibir irregularidades en una superficie continua o plana. La textura, por lo tanto, aporta realismo a las obras.
En este ámbito artístico tenemos que dejar patente, por tanto, que la textura surge como una manera de hacer la obra mucho más real. Es la clave para conseguir representar determinados aspectos de la vida. Todo ello se consigue a través de elementos tales como el grosor de las líneas, los colores, el relieve, las formas…
Pero no sólo eso. Además a lo largo de la historia se han recurrido a otra serie de técnicas y elementos para poder alcanzar la textura, la realidad, que se desea en una pintura. En este caso podríamos subrayar desde la utilización de papel y cartón hasta introduciendo madera pasando por mezclar arena y óleo.
Para la música, la textura es la forma en que se relacionan las voces (ya sean líneas melódicas vocales o instrumentales) que intervienen en una pieza musical. La monodia (cuando existe una única línea melódica), la homofonía (las voces melódicas se mueven con los mismos valores rítmicos pero en diversas notas) y la heterofonía (variaciones ornamentales de una misma línea melódica) son algunas de las texturas musicales.
No obstante, tampoco podemos pasar por alto la existencia de otros tipos de textura como sería el caso de la polifonía. Esta tiene lugar cuando, de manera simultánea, suenan diversas voces melódicas que son independientes, diferentes y que se identifican por tener diversos ritmos.
Todo ello sin olvidar a la melodía acompañada. La misma es claramente identificativa porque cuenta con una línea melódica que ejerce como principal y a ella le acompañan instrumentos musicales y voces que tienen la función de secundarios. Ese carácter secundario les lleva a ejecutar melodías que también lo son.
En la informática, por último, una textura es un mapa de bits que se usa para cubrir la superficie de un objeto virtual con un programa de gráficos especial.