Definición de plenilunio

Hasta el latín hay que marcharse para poder encontrar el origen etimológico del término plenilunio: “plenilunium”, que significa “luna llena”. Se trata de una palabra que es fruto de la suma de dos componentes de dicha lengua:
-”Plenus”, que puede traducirse como “lleno”.
-”Luna”, que es sinónimo de “luna”.

Plenilunĭum es una noción de la lengua latina que llegó a nuestro idioma como plenilunio. El plenilunio es, simplemente, la Luna llena: la fase en la que el satélite de la Tierra puede verse totalmente iluminado desde nuestro planeta.

Esta particularidad se produce cuando la Tierra se halla justo entre el Sol y la Luna. Esto tiene lugar cada veintiocho días, cuando el ciclo de la Luna se completa. El plenilunio suele ocurrir unos catorce días después del novilunio (la Luna nueva), el momento en el que el satélite se sitúa entre nuestro planeta y el Sol y la iluminación de su cara visible es nula.

Es importante reseñar que precisamente una de las novelas en castellano más importantes de finales del siglo XX es “Plenilunio”. El escritor español Antonio Muñoz Molina fue quien, en el año 1997, llevó a cabo la publicación de esta obra de intriga que cuenta cómo un inspector de policía se ve en la necesidad de hacerle frente a uno de los casos más complicados de su vida. Y es que tiene que descubrir quién es el criminal que se dedica a asesinar a niñas y adolescentes en la ciudad. Y para descubrirlo sólo tendrá una gran pista: comete sus fechorías únicamente en noches de luna llena.

Su antiguo profesor y una nueva forense serán los personajes que ayudarán al policía en este caso, que convulsionará la sociedad y que le hará vivir uno de los momentos más dramáticos de toda su carrera al protagonista.

Tal fue el éxito que consiguió el libro, que tres años después de su publicación, en el 2000, el director de cine Imanol Uribe decidió adaptarlo para la gran pantalla. El elenco de actores estuvo integrado por figuras tales como Miguel Ángel Solá, Juan Diego Botto o Adriana Ozores, entre otros.

El plenilunio suele dar lugar a diversos mitos. Se cree, por ejemplo, que los hombres-lobo adquieren su condición animal en las noches de Luna llena. Esto puede asociarse a la creencia de que los lobos le aúllan a la Luna llena, algo que es erróneo. Estos animales, en realidad, siempre aúllan para comunicarse: lo que ocurre en las noches de plenilunio es que, al haber una mayor luminosidad, se encuentran más activos y, por lo tanto, aúllan más.

En la antigüedad también se pensaba que el plenilunio podía vincularse a la locura. Por eso se desarrollaron términos como lunático, que se emplean para calificar a quien está desquiciado. El plenilunio incluso era señalado como causa de insomnio.

Lo cierto es que la ciencia nunca ha logrado demostrar ningún efecto del plenilunio sobre la conducta del ser humano. Todo parte del folklore y de tradiciones que se fueron compartiendo de generación y en generación y que llegaron hasta nuestros días.

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