Definición de luna

Como suelen contarnos los maestros y profesores durante nuestra etapa estudiantil, la Luna tiene la particularidad de ser el único satélite de origen natural que posee nuestro planeta. De acuerdo a las investigaciones realizadas para conocer más sobre ella, se halla a una distancia de 384.400 kilómetros respecto a la Tierra. Cuenta con un diámetro de 3.476 kilómetros y un volumen de 21.860.000.000 km3.

Cuando el concepto hace referencia a este satélite natural, se escribe con mayúscula inicial. En cambio, lleva minúscula cuando el término se refiere a los satélites naturales de cualquier otro planeta.

La Luna demora la misma cantidad de tiempo en realizar un recorrido sobre sí misma que en girar alrededor de nuestro planeta; por lo tanto, nuestros ojos siempre aprecian una misma cara. La Luna demora 27 días, siete horas y 43 minutos en girar en torno a la Tierra, analizando el recorrido en relación al fondo estelar. En cambio, si se considera el giro sobre el Sol, el tiempo se extiende un poco ya que dura un total de 29 días, 12 horas y 44 minutos.

Las fases de la Luna o lunares son las distintas etapas cíclicas que experimenta su imagen, y se consideran a partir de la parte iluminada del satélite, según queda a la vista de un observador, que puede estar situado en la Tierra o en otra parte.

Cuando la Luna se ubica entre la Tierra y el Sol y orienta hacia nuestro planeta su cara no iluminada, se habla de Luna nueva. Una semana después, la Luna habrá completado un cuarto de vuelta y muestra media cara iluminada (la fase de cuarto creciente). Cuando se completa otra semana, la Luna ocupará una posición alineada con el Sol y la Tierra, por lo que veremos toda la cara iluminada (Luna llena). Finalmente, una semana después acontece el cuarto menguante.

El viaje del hombre a la Luna

John F. Kennedy se comprometió en el año 1961 a enviar a un hombre a la Luna y lograr que retornara sano y salvo antes de la llegada de la década de los 70. A partir de su promesa, comenzó una serie de preparativos contra el reloj, para lograr cumplir este objetivo, que se consideraba marcaría el nacimiento de una nueva era para la tecnología y la astronomía.

Dos años más tarde, la presentación del programa Apollo, cuyo objetivo era alcanzar la Luna, significó romper con las barreras de los proyectos anteriores, los cuales proponían tan sólo dejar la atmósfera terrestre. Luego de un largo período de trabajo e investigación, el 16 de julio de 1969, tres astronautas fueron enviados a bordo del Apollo XI en un viaje de más de tres días que pasaría a la historia.

El 20 de julio, Neil Armstrong dio ese «paso gigante para la humanidad», al descender sobre la superficie lunar. El evento fue televisado y cientos de millones de espectadores admiraban con emoción una de las tantas muestras de soberbia humana. Entre inspecciones y reconocimientos, los astronautas colocaron una placa conmemorativa para inmortalizar este logro extraterrestre.

Las imágenes recogidas en este supuesto viaje a la Luna han sido escudriñadas más veces que apreciadas, intentando buscar un fallo, un detalle que probase su cualidad de falso y fabricado. Se suele pensar que Estados Unidos no llegó a desarrollar la tecnología suficiente para dicha expedición, y que se vio obligado a fingir la hazaña valiéndose de recursos cinematográficos. Fuera de los diversos intentos de demostrar que esa puesta en escena habría sido absolutamente posible en su época, el hecho de que el viaje se realizara sobre el final de 1969 refuerza las dudas, sobre todo teniendo en cuenta que la promesa era llevarlo a cabo antes de 1970.

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