Definición de plazoleta
Una plazoleta es una plaza de tamaño pequeño. Se trata de un espacio público que, por lo general, se encuentra en arboledas y jardines.
Las plazoletas permiten aprovechar ciertas superficies reducidas que se convierten en zonas aptas para el descanso, la realización de deportes o el disfrute de actividades culturales. En ocasiones las plazoletas también disponen de una finalidad simbólica ya que sirven para recordar acontecimientos importantes del pasado o rendir homenajes a personalidades a través de monumentos, esculturas, placas, etc.
Una plazoleta, en definitiva, es un lugar de uso público que revaloriza territorios compartidos y frecuentados por los ciudadanos. Pueden ayudar a ordenar el tráfico vehicular si funcionan a modo de rotondas y minimizar los hechos de vandalismo en sitios aledaños a una estación de tren, por mencionar dos posibilidades.
Una plazoleta también puede contribuir al medio ambiente por sus especies vegetales y por permitir la infiltración del agua de las precipitaciones. Al contar con bancos y mesas fomentan las actividades en comunidad.
Los juegos infantiles transforman a las plazoletas en puntos de encuentro de los niños gracias a sus toboganes, sus hamacas y otros elementos. Los adultos, por su parte, pueden gozar en ellas de alternativas de entretenimiento como el ajedrez y el dominó.
La Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, es una localidad que tiene múltiples plazoletas. La plazoleta Crisólogo Larralde, en el barrio de Caballito, es una de ellas. Presenta juegos y un mural artístico. La plazoleta Jorge Williams, la plazoleta Monte Ararat y la plazoleta Alfonso Castelao también se hallan en la capital argentina.
Este concepto nos conduce a la necesidad inevitable de compararlo con el de plaza, ya que para muchas personas pueden resultar confusos. Como en cualquier componente de la organización de una ciudad, se trata de dos elementos que fueron diseñados meticulosamente, siguiendo reglas precisas que deben cumplir las autoridades a la hora de crearlas y que podemos aprovechar para diferenciarlas. En pocas palabras, podemos decir que la plaza es más grande que la plazoleta.
Si ahondamos más en las particularidades de esta diferencia de tamaño, debemos señalar que la plaza es un espacio abierto cuyas dimensiones son equivalentes a las de una manzana entera, mientras que la plazoleta debe ocupar la mitad. A esto se suma el concepto de plazuela, poco usado en el habla cotidiana, cuya superficie debe ser el equivalente a un cuarto de manzana. Estos tecnicismos no siempre se atienden en el lenguaje coloquial, donde muchas veces se usan los primeros dos términos de forma indistinta, pero es necesario conocerlos para hablar de manera correcta.
Por esta razón, decir plaza en lugar de plazoleta en el contexto de una conversación informal con un amigo no constituye un error importante o grave, pero sí puede resultar menos aceptable en un artículo periodístico. Cosas similares ocurren con palabras tales como playa y playón, cuyas definiciones técnicas no son de conocimiento público y por eso es común que las confundamos al hablar.
Veamos esta diferencia en la seriedad de la comunicación a través de un ejemplo sencillo: Juan le cuenta a Clara que «ayer estuvo en la plaza donde conocieron a Marcos»; si técnicamente fuera una plazoleta, no sería relevante para ellos, ya que ambos conocen el sitio y, después de todo, una plazoleta es en sí misma un tipo de plaza, aunque más pequeña. En cambio, si en un artículo periodístico leemos que no se recomienda pasear por la «Plaza Acosta» por las tardes porque ha aumentado la ola de delitos en la zona, y en realidad se tratara de la «Plazoleta Acosta», esta confusión podría poner ne riesgo a los lectores.